El Modelo Finlandés.

Los bosques y la industría forestal, constituyen la columna vertebral de la economía finlandesa. En los años 90 más de la mitad del PIB provenia directa o indirectamente de los bosques. Es más, Finlándia está considerada como una gran potencia en el mercado mundial de la madera y en el sector papelero los finlandees cubren el 30% de las importaciones totales del mundo.
El finlandés es consciente de que el bosque es su vida, que la subsistencia del país depende en gran parte de sus zonas boscosas y, por consiguiente, de su conservación, además la preocupación por proteger el medio ambiente ha aumentado.
La conservación del bosque tiene como base fundamental el saber mantener el equilibrio entre lo que se corta y lo que se repuebla. La repoblación anual en las zonas sometidas a explotación cubre las necesidades de materia prima: por cada tonelada de madera cortada destinan un promedio de 22 dólares) a la protección medioambienta .
Estas inversiones se dedican a la investigación de productos y procesos de fabricación, para que sean medioambientalmente sostenibles (un ejemplo: las fábricas de celulosa de Kuusanniemi y Kaukas blanquean la pasta de papel con oxígeno, para no usar el cloro que es muy contaminante!!!) y de paso mantener los rios y el aire limpio o fabricar muchos de los productos con la idea que sean materiales reciclados o con aprovechamiento de los sobrantes.
La media de repoblación/tala es de dos árboles por cada uno que se corta. La tala además, está prohibida en bosques vírgenes y en zonas en las que se estima que la edad media del árbol pasa de los 200 años.
Los bosques no sólo son el eje fundamental de la economía, sino que también son el centro de la vida finlandesa. Aunque la mayor parte de ellos son privados, están abiertos al uso público.
Pero hay que recalcar que esta libertad absoluta se debe a la extraordinaria cividad de los habitantes, que saben en todo momento cómo han de comportarse en el bosque.
¿Cuando aprenderemos de los finlandeses?

Nacho Padró
A partir del artículo: "Dos árboles mejor que uno"
Ciencia y Tecnologia de la Vanguardia del 22 Enero 1994