7 de enero de 2025

"Rebasa los límites": los científicos cargan contra reintroducir el bisonte en España, diferente de lobo y oso

 Ha cambiado mucho la película para algunos grandes mamíferos del continente europeo aunque, en esencia, quizá no tanto como para que sus poblaciones se hayan recuperado. Nunca se ha podido hablar en puridad de una sana coexistencia entre grandes depredadores y animales domésticos, pero desde hace varias décadas hay impulsos de recuperación evidentes de varias especies.

En el caso español, los tres más paradigmáticos son el lince ibérico, el lobo ibérico y el oso pardo, con condiciones muy dispares de población, reintroducción y supervivencia.

Tanto como para que en el caso del primero, la figura sea de absoluta protección y abatirlo esté penado con cárcel, mientras que para el segundo, el mayor predador de la península, han cambiado las tornas recientemente. Habida cuenta de que su número, gracias a las medidas proteccionistas, sigue aumentando y, en según qué zonas, vuelve a ser un quebradero de cabeza para los ganaderos.

En el caso del tercero, hablando del oso pardo, la recuperación también es despaciosa, pero se ha conseguido aumentar su población en los dos terrenos que le eran familiares: Pirineos y Picos de Europa, donde de nuevo goza de una figura de protección que lo hace intocable.

Pero la fiebre de las reintroducciones parece ser que no acaba en animales que sí han poblado la península ibérica de forma más abundante hasta hace relativamente poco. Tanto como para que un grupo de científicos se vea en la necesidad de parar una de las últimas ocurrencias de moda: reintroducir el bisonte.

Con la excepción de una pequeña zona entre Polonia y Bielorrusia, catalogada patrimonio de la humanidad, como es el bosque de Bialozcwa, el bisonte no habita ya de forma salvaje en el continente. En aquel impasse del noreste europeo, el Bison bonasus habita tal y como sucedió hace miles de años, cuando sus dominios se suponían extendidos desde el norte de la cornisa cantábrica hasta Asia Central, estando presente en toda Europa salvo en las Islas Británicas, la península itálica y el territorio que hoy ocupa Grecia.

bisonte europeoUn bisonte europeo (Bison bonasus) en Polonia. ©Vladimir Cech - Freepik.

Pero ¿tiene sentido recuperar al bisonte para una causa pretendidamente animalista? No, según hasta 40 investigadores de 25 universidades europeas distintas, englobados en estudios tan diversos como Ecología Histórica, Paleontología, Arqueología, Derecho, Genética, Ecología, Biología de la Conservación y Cambio climático, donde se desaconseja totalmente la introducción del bisonte europeo como parte de la fauna ibérica, como han reivindicado en Conservation Science and Practice.

En este caso, el concepto apunta a los límites que no deben ser rebasados con el afán renaturalizador denunciando que "los planes de introducción de bisonte europeo en España se han vendido como proyectos de restauración de la naturaleza (rewilding), aunque, en realidad no cumplen este objetivo".

Un supuesto en el que cargan contra los intentos de promoción del bisonte, donde los reintroductores avalan la legendaria presencia de estos animales en Altamira.

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