20 de julio de 2022

La "injusticia ambiental" afecta más a minorías que a blancos en EEUU

 La transición del uso de carbón al gas natural y energías renovables ha beneficiado más a las comunidades blancas y acomodadas que a las minorías étnicas y de bajos ingresos, según un estudio de la Unión de Científicos Conscientes que denuncia la persistencia de la "injusticia ambiental" en Estados Unidos.

"Las comunidades de color y las de bajos ingresos, han vivido o viven en condiciones de contaminación ambiental más marcadas que las que experimentan otras comunidades de mayores ingresos, blancas, con mayor poder político y económico", ha declarado a Efe Juan Declet Barreto, autor principal del estudio divulgado este miércoles en Public Library of Science (PLos).

"Existe una injusticia ambiental", ha destacado Barreto, científico sénior para vulnerabilidad climática en la Unión de Científicos Conscientes.

Los investigadores analizaron datos correspondientes al período de 1995 a 2015 de las plantas de generación de electricidad en una decena de estados que participan en la Iniciativa Regional de Gases de Invernadero (Regional Greenhouse Gas Initiative).

Esta iniciativa, puesta en marcha en 2009, comprende Connecticut, Delaware, Maine, Maryland, Massachusetts, New Hampshire, Nueva York, Rhode Island, Vermont y Virginia. Nueva Jersey, que participó entre 2009 y 2011, se retiró durante la administración del gobernador republicano Chris Christie, y ahora ha retornado al programa.

El grupo encabezado por Declet Barreto revisó la información de todas las plantas de generación eléctrica en las regiones que queman carbón o gas natural y tienen una capacidad de 25 megavatios o más.

"Dónde se localiza una planta eléctrica, un vertedero municipal, una planta de procesamiento de aguas residuales, cualquier tipo de actividad industrial o tecnológica, supone riesgos para la salud de las personas", explica el investigador.

"El concepto de injusticia ambiental incluye todas las fuentes de contaminación a las cuales las personas viven expuestas", añade. "Por ejemplo, la falta de supermercados con comidas frescas es parte de la injusticia ambiental".

"Nuestro estudio documenta las fuentes de emisiones de las centrales eléctricas que incluyen dióxido de carbono, dióxido de sulfuro y dióxido de nitrógeno, aparte de otros contaminantes atmosféricos que son nocivos para la salud".

Esos contaminantes forman parte de las emisiones de las centrales eléctricas que queman combustibles fósiles e incluyen partículas, y metales pesados como cromo y mercurio.

De acuerdo con el estudio, el porcentaje de personas de color que vive a menos de 10 kilómetros (6,2 millas) de una planta de energía eléctrica es un 23,5 % más alto que la proporción de blancos que viven en la misma área.

Si en lugar del color de la piel o la categoría étnica se considera el nivel de ingresos, la proporción de personas que viven en la pobreza a menos de 8 kilómetros (5 millas) de una planta eléctrica es 15,3 % más que la de la población que no está en la pobreza.

"Vemos que la transición del carbón al gas natural ocurrió más en comunidades blancas y de más altos ingresos", señala Declet Barreto. "La transición se ha dado a nivel global en muchos países, con el desfase paulatino del carbón, y el paso al gas natural y las energías renovables".

"En Estados Unidos esa transición, que ha ocurrido en el contexto de lucha y las coaliciones creadas por activistas del ambiente, ha beneficiado más en esos estados a las comunidades de más altos ingresos", agrega.

"Una de las consecuencias de estas desigualdades es que en los programas y esfuerzos para reducir la contaminación, no se han incluido mandatos para resolver la injusticia ambiental", dice el investigador. EFEverde

17 de julio de 2022

14 de julio de 2022

13 de julio de 2022

Recomendaciones para no alterar el fondo marino al bucear

 No es que durante el resto del año no se lleve a cabo, pero en verano aumenta la cantidad de inmersiones para disfrutar del fondo marino y, con ello, de buceadores y buceadoras. Sea a nivel de iniciación o profesional, es importante mantener ciertas pautas durante la actividad, de cara a preservar el entorno acuático.

En general, se trata de alterar el fondo marino lo menos posible: no tocar, coger ni romper nada, no alimentar a los animales que podamos encontrar, controlar el aleteo, no alterar el suelo ni levantar arena, recoger la basura que encontremos pero solamente si es pequeña, manejable y no está enganchada en nada y si nos ponemos crema solar que no dañe los arrecifes de coral.

Como señala a Maldita.es Sara Malosetti, bióloga, buceadora científica e instructora de buceo en Open Water La Herradura (Granada), la comunidad de buceo así como el número de centros y lugares habilitados y visitados para llevar a cabo la actividad está creciendo de forma exponencial. La parte negativa es que hay ocasiones en las que no se le da la suficiente importancia a la concienciación ambiental

“La aglomeración de buceadores en ciertas zonas, sumada a la falta de formación, convierte la actividad en un daño importante en muchas comunidades de animales y plantas que habitan bajo la superficie: desde aletazos en las paredes, hasta el levantamiento de arena del fondo o la alteración de la vida acuática son algunos ejemplos de comportamientos que conllevan un impacto negativo”, explica Malosetti y añade que estos son fácilmente evitables si se tienen en cuenta algunas pautas. 

Las más importantes para Paco Pérez, instructor de buceo deportivo y maldito que nos ha prestado sus superpoderes, se resumen en no tocar el fondo marino, no alimentar a los animales que podamos encontrar y no extraer nada (ni vivo ni muerto). 

También es importante la técnica a la hora de bucear: tanto la flotabilidad, es decir, la capacidad del cuerpo para sostenerse en la superficie de un líquido (en este caso, el mar) que nos permitirá ascender y descender pequeñas distancias; como el propio aleteo. “La flotabilidad neutra es imprescindible para evitar arrastrarse por el fondo y su alteración. Es una destreza que se trabaja y se consigue con la experiencia y cursos de formación continua”, indica Malosetti. “Por su parte, un aleteo eficaz y consciente va a evitar golpes contra las paredes (y , de nuevo, el fondo)”, añade. 

¿Y si encontramos basura durante la actividad? Pérez es claro ante esta posibilidad: podemos recogerla, pero no debemos ‘romper’ nada. “Si es un hilo de pescar o un cabo, es importante prestar atención al lugar donde esté enganchado, pues se puede romper (coral, gorgonia…). Si es una red, mejor no tocarla y dar un aviso al Seprona de la Guardia Civil o a la autoridad territorial competente: las redes son peligrosas tanto para el medio ambiente como para el buceador”, aclara.

Si hablamos del buceo de superficie con gafas y tubo (snorkel), Eduardo Mulero, biólogo, buceador y maldito que también nos ha prestado sus superpoderes, recuerda que es importante utilizar cremas protectoras 'sea friendly' que no afectan a los arrecifes. 

Además, incide en que en esta variante del buceo sigue siendo importante no alterar ni tocar el fondo: “No solo se trata de los seres vivos como estrellas de mar, erizos, esponjas marinas, peces o pulpos que podamos encontrar (a los que tampoco hay que molestar), sino que debemos dejar en su sitio conchas, caracolas, piedras bonitas…”, aclara. 

“La misión de los buceadores es proteger y cuidar el mar, ya que somos los que tenemos acceso a sus fondos y podemos disfrutar de ellos y de la vida que alberga. Es por esto que, desde las primeras pautas en la formación, uno de los pilares fundamentales es el cuidado del medio ambiente”, apunta Malosetti. Añade un sencillo recordatorio que se puede encontrar en el equipo de buceo de La Herradura: “Toma fotos, deja solo burbujas”. 

En este artículo han colaborado con sus superpoderes los malditos Paco Pérez y Eduardo Mulero.