La flora y fauna de Madagascar sufren una destrucción sistemática de los ecosistemas que le son característicos y una progresiva fragmentación de estos. Las sucesivas particiones y quemas de los bosques están convirtiendo la masa forestal autóctona en pequeños islotes inconexos de vida salvaje rodeados de una gran destrucción.
El método usado es el Tavy, una práctica tradicional malgache, heredada del neolítico, de itinirancia en los cultivos, y que consiste en quemar y desbrozar pequeños retazos de bosque y cultivarlos a cielo abierto con arroz, hortalizas, café o especias. COn esta práctica, la tierra fértil se agota rápidamente y no queda más remedio que desplazarse a otra zona de bosque para volver a realizar la misma operación. Los resultados son pobres y los beneficios prácticamente inexistentes. Sus consecuencias a corto plazo son erosión, pérdida de tierra fértil y empobrecimiento general del país.
A nivel biológico, el país ha sido dividido en dos grandes zonas por la flora que contiene: una densa línea de bosque tropical primario y secundario y la zona costera occidental con bosques más secos e incluso pequeñas zonas de sabana semiárida. Con todo ello, se pueden observar pequeñas islas botánicas en las que sobrevive el bosque tropical de montaña. Una pérdida enorme en caso de desaparecer debido al altísimo grado de endemismos de la isla.
Nacho Padró
a partir de un artículo de "La Vanguardia"
de Pere Ortín (CIencia y Técnologia nº 204
1 comentario:
Y no podrían hacer otro procedimiento para cultivar?
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