Hace unos años, en Naminia sólo quedaron 50 ejemplares de jirafas debido a la guerra que se produjo y a la caza furtiva descontrolada. Pero gracias a la acción de la Fundación para la Conservación de la Jirafa, ahora se cuenta con unos 220 individuos que conviven con granjeros y adeanos en los 240 km del corredor de Niamey.
Ha sido una ardua labor en la que hay concesiones de microcréditos, erradicación de los depredadores naturales, control de la caza furtiva, mantenimiento del hábitat (con abundante alimento para las jirafas) y además su potenciación como reclamo turístico del país (son las únicas comunidades de toda África occidental).
Todavía queda eliminar la tala de árboles indiscriminada y llegar a los 400 individuos para evitar que la población esté en estado de vulnerabilidad.Como objetivo a largo plazo todavía queda ampliar la extensión del corredor... todo un trabajo. Esperamos que tengan éxito.
Nacho Padró
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