Se llama
CONSUMO RESPONSABLE cuando se es consciente de las repercusiones sociales, económicas y ambientales que tiene el acto de realizar una compra determinada sea esta un producto o un servicio. Una posible orientación sería la respuesta a preguntas como:
- ¿Cuál es el origen, los mecanismos de producción y distribución de los productos consumidos?
- ¿Ha comportado la producción del producto una degradación ambiental?
- ¿Exisen productos equivalentes que impacten menos en el medio ambiente?
- ¿Es reutilizable parte del producto?
- ¿Se recicla facilmente?
- ¿Respetan las empresas productoras los derechos laborales y sociales de sus trabajadores y proveedores?
- ¿Etiqueta la empresa sus productos en la lengua de los consumidores
No hay respuesta única y adecuada y además una vez repondidas entrará en juego los valores del consumidor. Pero ante la negativa del gobierno a obligar a las empresas a explicar a tener un comportamiento rsponsable y la reticencia de las empresas a explicar a bombo y platillo la formación y elaboración de sus productos (sobretodo si alteran el medio o no respetan los derechos humanos) el consumidor se convierte en un poder nada despreciable que a partir de las informaciones de los medios de comunicación puede llegar a influir (como ya ha pasado) y a contribuir en disminuoir las injusticias y la presión sobre recursos naturales.
Nacho Padró
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