La superficie media
cubierta por el ozono antártico este año fue la segunda más pequeña de
los últimos 20 años, según los datos de los satélites controlados por la
NASA y la Asdministración Atmosférica Oceánica Nacional
de los EE.UU. Los científicos atribuyen estos cambios a las cada vez más
cálidas temperaturas de la estratosfera antártica.
El agujero de ozono alcanzó su temperatura máxima el 22 de septiembre, al cubrir una superficie total de 21,2 millones de kilómetros cuadrados, o lo que es lo mismo, el área completa de EE.UU., Canadá y México juntos. La media durante lo que llevamos de 2012 fue de 17,9 millones de kilómetros cuadrados. El récord podemos adjudicárselo al año 2000, cuando el agujero de ozono alcanzó los 29,9 millones de kilómetros.
"El agujero de ozono es causado principalmente por el cloro de los productos químicos humanos, y estos niveles son todavía considerables en la estratosfera antártica", afirma el científico atmosférico de la NASA Paul Newman, que trabaja en el Goddard Space Flight Center de Greenbelt, Maryland. "Las fluctuaciones naturales del tiempo atmosférico son resultado de las temperaturas más cálidas de este año. Estas temperaturas conducen habitualmente a un descenso en el agujero de ozono".
El ozono atmosférico ya no declina como antes, debido a que las emisiones de los químicos que lo eliminaban son mucho menores.
La capa de ozono actúa como un escudo natural de la Tierra contra la radiación ultravioleta, que puede dañarnos gravemente, hasta el punto de causar cáncer de piel. A principios de los años 80 del pasado siglo, empezaron a acumularse evidencias de este agujero en el ozono atmosférico. La capa de ozono sobre la Antártida no volverá al estado que tenía en aquellos años hasta el 2065, según los cálculos de Newman. La recuperación es lenta, debido a la vida media de las sustancias que el ser humano liberó a la atmósfera y que atacan al ozono. Al menos, al decrecer de forma tan abrupta la liberación de estas sustancias al tomar conciencia de su peligrosidad, el ozono atmosférico hace tiempo que no declina. Gracias al acuerdo internacional, logró regularse la emisión de compuestos ricos en cloro.
Este año también marcó un cambio en la concentración de ozono sobre la Antártida. El valor mínimo del ozono total en el agujero de ozono tiene el segundo nivel más alto en dos décadas. El ozono total, medido en unidades Dobson (DU), alcanzó las 124 DU el 1 de octubre. Las mediciones basadas en tierra registraron 136 DU el 5 de octubre. En una zona libre del agujero negro, los rangos de ozono totales están en registros de entre las 240-500 DU.
Este es el primer momento del año en el que se ha registrado un crecimiento del agujero de ozono, observado por el satélite Suomi National Polar-orbiting Partnership (NPP). El instrumento de a bordo, llamado Ozone Mapping Profiler Suite (OMPS), está basado en otros anteriores, como el TOMS y el SBUV/2.
Además de observar la formación anual y la extensión del agujero de ozono, los científicos espera que el OMPS les ayude a comprender mejor la destrucción del ozono en las zonas media y superior de la estratosfera.
"El instrumento OMPS puede mirar hacia distintos puntos, y puede medir la concentración del ozono como una función de la altura", señala Pawan K. Bhartia, físico atmosférico de la NASA y encargado de controlar el OMPS. "Este instrumento nos permite ver más de cerca la evolución vertical en la estratosfera baja, donde se produce el agujero de ozono".
La NASA y el NOAA llevan controlando la capa de ozono desde tierra con varios instrumentos a bordo de satélites dessde los años 70 del siglo XX. El Suomi NPP es una misión puente, que nos conducirá a la próxima generación de satélites orbitales polares que controlarán nuestro medio ambiente desde las alturas, llamado Joint Polar Satellite System, que extenderá la vigilancia clave en torno al ozono hasta el año 2030.
La imagen bajo estas líneas muestra las concentraciones de ozono en la Tierra para el 2042, comparativamente con y sin la aplicación del Protocolo de Montreal, que entró en vigor en los años 80 del pasado siglo y sigue vigente.
Vosotros mismos, a través de la NASA, podéis monitorizar el agujero de ozono sobre la Antártida
El agujero de ozono alcanzó su temperatura máxima el 22 de septiembre, al cubrir una superficie total de 21,2 millones de kilómetros cuadrados, o lo que es lo mismo, el área completa de EE.UU., Canadá y México juntos. La media durante lo que llevamos de 2012 fue de 17,9 millones de kilómetros cuadrados. El récord podemos adjudicárselo al año 2000, cuando el agujero de ozono alcanzó los 29,9 millones de kilómetros.
"El agujero de ozono es causado principalmente por el cloro de los productos químicos humanos, y estos niveles son todavía considerables en la estratosfera antártica", afirma el científico atmosférico de la NASA Paul Newman, que trabaja en el Goddard Space Flight Center de Greenbelt, Maryland. "Las fluctuaciones naturales del tiempo atmosférico son resultado de las temperaturas más cálidas de este año. Estas temperaturas conducen habitualmente a un descenso en el agujero de ozono".
El ozono atmosférico ya no declina como antes, debido a que las emisiones de los químicos que lo eliminaban son mucho menores.
La capa de ozono actúa como un escudo natural de la Tierra contra la radiación ultravioleta, que puede dañarnos gravemente, hasta el punto de causar cáncer de piel. A principios de los años 80 del pasado siglo, empezaron a acumularse evidencias de este agujero en el ozono atmosférico. La capa de ozono sobre la Antártida no volverá al estado que tenía en aquellos años hasta el 2065, según los cálculos de Newman. La recuperación es lenta, debido a la vida media de las sustancias que el ser humano liberó a la atmósfera y que atacan al ozono. Al menos, al decrecer de forma tan abrupta la liberación de estas sustancias al tomar conciencia de su peligrosidad, el ozono atmosférico hace tiempo que no declina. Gracias al acuerdo internacional, logró regularse la emisión de compuestos ricos en cloro.
Este año también marcó un cambio en la concentración de ozono sobre la Antártida. El valor mínimo del ozono total en el agujero de ozono tiene el segundo nivel más alto en dos décadas. El ozono total, medido en unidades Dobson (DU), alcanzó las 124 DU el 1 de octubre. Las mediciones basadas en tierra registraron 136 DU el 5 de octubre. En una zona libre del agujero negro, los rangos de ozono totales están en registros de entre las 240-500 DU.
Este es el primer momento del año en el que se ha registrado un crecimiento del agujero de ozono, observado por el satélite Suomi National Polar-orbiting Partnership (NPP). El instrumento de a bordo, llamado Ozone Mapping Profiler Suite (OMPS), está basado en otros anteriores, como el TOMS y el SBUV/2.
Además de observar la formación anual y la extensión del agujero de ozono, los científicos espera que el OMPS les ayude a comprender mejor la destrucción del ozono en las zonas media y superior de la estratosfera.
"El instrumento OMPS puede mirar hacia distintos puntos, y puede medir la concentración del ozono como una función de la altura", señala Pawan K. Bhartia, físico atmosférico de la NASA y encargado de controlar el OMPS. "Este instrumento nos permite ver más de cerca la evolución vertical en la estratosfera baja, donde se produce el agujero de ozono".
La NASA y el NOAA llevan controlando la capa de ozono desde tierra con varios instrumentos a bordo de satélites dessde los años 70 del siglo XX. El Suomi NPP es una misión puente, que nos conducirá a la próxima generación de satélites orbitales polares que controlarán nuestro medio ambiente desde las alturas, llamado Joint Polar Satellite System, que extenderá la vigilancia clave en torno al ozono hasta el año 2030.
La imagen bajo estas líneas muestra las concentraciones de ozono en la Tierra para el 2042, comparativamente con y sin la aplicación del Protocolo de Montreal, que entró en vigor en los años 80 del pasado siglo y sigue vigente.
Vosotros mismos, a través de la NASA, podéis monitorizar el agujero de ozono sobre la Antártida
Jutith Tobeñas
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