4 de enero de 2013

El Marfil y la Religión

"El Marfil Honra a Dios". Esto es lo que parece deducirse de un artículo aparecido en el National Geographic sobre el contrabando de marfil y la compleja problemática en la que se encuentra, donde hasta CITES, Traffic y otras ONG estan en medio, bastante ligadas de manos. Leyendo el artículo, uno se da cuenta que la noticia del fin del problema del contrabando de marfil y la caza furtiva de elefantes (la última matanza un centenar realizada con AK-47) todavianesta lejos de solucionarse.
El artículo explica como un colmillo puede llegar a los 4.800 €, lo que equivale a 10 años de trabajo de un keniata, o el tema de las decomisiones de marfil: se frena el mercadeo pero el elefante ya esta muerto o que el problema empieza cuando en Kenia se almacena en vez de quemar, el marfil recogido, con lo que entra en subastas poco claras.
A destacar los 3 lugares investigados:

1- FILIPINAS: donde el marfil, tras sobornos aduaneros, actúa como zona de paso a China, pero que es utilizado en Filipinas para las muchas figuras católicas que abundan en las islas (hay que recordar que el Vaticano no firmó el convenio de CITES) y que curiosamente es transportado por musulmanes.

2- TAILANDIA: sobretodo en la ciudadnde Phayuha Khiri, donde domina el budismo y se hacen tallas para protección de marfil. Es el llamado "coladero tailandés" al mezclar el marfil africano con el de elefantes asiáticos muertos de forma natural... Tal y como la ley tailandesa les permite.

3- CHINA: a la que todos apuntan como la que acumula la mayor cantidad de marfil acumulado, con verdaderos barrios dedicados a la talla. Entre las cosas curiosas, hay el detalle sospechoso, de haber entrado en la subasta a bajo precio de marfil legal, con la idea de bajar los precios ybque no saliera a cuenta el contrabando.... Pero en vez de esto, subió el precio del marfil a 825 €, por encim de los 625€ que se calcula que se cobraban. Ganó dinero pero perdió la oportunidad de dar un golpe fuerte.

Artículo interesante y completo, aunque da miedo el transfondo que se muestra.

Nacho Padró

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