25 de septiembre de 2017

A cuidar el agua

No hay recurso más esencial para la vida ni peor gestionado que el agua. El agua potable y el saneamiento son derechos universales desde 2010, aunque este reconocimiento no garantiza su buen uso.
A menudo desperdiciada o usada en exceso, el agua padece las tensiones derivadas conciliar el interés personal -sacar el máximo beneficio propio- con el colectivo -garantizar la sostenibilidad de las reservas-.
No existe una fórmula que garantice el acceso a reservas de agua potable en todo el mundo, sin por ello agotar las reservas terrestres y subterráneas.
Con los retos existentes, el sector del agua es uno de los entornos más prometedores para que empresas de tecnologías limpias mejoren el uso del agua en la agricultura, la industria y los hogares.
Oportunidad de negocio para quienes mejoren la gestión del agua
Mientras debatimos sobre el precio real del agua y los derechos sobre su uso, el agua potable es un bien escaso para muchas personas, y existe una oportunidad de negocio para remediarlo. La caridad puede resultar, en ocasiones, poco efectiva y contraproducente, sobre todo en la gestión efectiva del agua de un bien difícil de gestionar y transportar.
El sector afronta una tendencia inequívoca hacia la escasez, a medida que aumenta el porcentaje de población mundial residente en países con clima árido y pocos recursos hídricos:
De los casi 7.000 millones de personas en el mundo, el 28% tiene Internet, mientras el 15% tiene un acceso deficiente al agua potable.71 países padecen un descenso sostenido de sus reservas de agua potable (agua consumida que no es devuelta a los ecosistemas). De éstos, 45 padecen un estrés entre moderado y severo.Varios de los principales productores y exportadores agrarios (China, India, Israel, Marruecos) padecen una pérdida severa de reservas de agua dulce, al consumir mucho más de lo que revierten a los ecosistemas.Desde 1900, han desaparecido más de la mitad de los humedales del mundo. En España, destaca el espectacular retroceso de las Tablas de Daimiel.Un tercio de las 105 mayores ciudades obtienen buena parte de su agua potable directamente de áreas protegidas.Varios productos requieren una cantidad de agua desproporcionada. Si se cuenta el agua usada en todo el proceso (cultivo, recolección y tratamiento, empaquetado, distribución y elaboración en un establecimiento), una taza de café requiere el equivalente a 140 litros (591 tazas) de agua.En los países más pobres, la mitad de las camas hospitalarias son ocupadas por pacientes con enfermedades relacionadas con agua contaminada o falta de saneamiento. El agua en mal estado, la diarrea y la falta de rehidratación matan a 5.000 niños al día.

Innovación en “tecnologías azules”

Varias startups tratan de paliar las principales carencias de la gestión del agua potable en el mundo. Internet llega ya a 1.800 millones de personas, pero todavía hay 1.000 millones que no tienen agua potable y saneamiento garantizados. Asimismo, países emergentes con el potencial de India conviven con compañías del agua burocratizadas e ineficientes, que obligan a cortar el suministro a diario durante horas y malgastan parte del recurso.
Las oportunidades empresariales se multiplican no sólo en potencias emergentes con amplias zonas áridas (China, India, México), sino también en el mundo desarrollado. Los principales retos en 2011 tienen que ver con la escasez, el acceso, la contaminación o el uso justo y eficiente del recurso.
Se puede mejorar el suministro tradicional; gestionar pozos de manera más sostenible; crear de mercados de derechos de agua que valoren el recurso en función de la demanda y las reservas existentes en cada momento; crear sistemas de riego baratos para agricultores con pocos recursos; mejorar el riego por goteo o la tecnología hidropónica; potabilizar agua contaminada, etcétera.
Tecnologías surgidas de la necesidad: el riego que surgió de los kibutz
Con un clima árido y una industria agraria que ha debido innovar para producir todo tipo de cosechas hortofrutícolas en zonas semi-desérticas, las empresas y cooperativas agrícolas (kibutz) israelíes son responsables de innovaciones en las últimas décadas.
Netafim, hoy una de las mayores empresas del sector de las tecnologías del agua (“blue tech”, fue fundada en un kibutz del desierto de Negev en 1965. Intrigado por el gran tamaño de un árbol, un ingeniero agrónomo descubrió que una tubería en mal estado suministraba un pequeño pero constante goteo directamente en sus raíces. Tras una concienzuda experimentación con distintos diseños, la empresa inventó el riego por goteo aquel mismo año.
Israel quiere ser el Silicon Valley del agua
Ahora, Israel quiere convertirse en el Silicon Valley de las tecnologías del agua. Para lograrlo, combinar el dinamismo de sus emprendedores, empresas de capital riesgo y centros de investigación con la experiencia acumulada gestionando agua. El caldo de cultivo es inmejorable: una comunidad científica bien financiada, cultura emprendedora y escasez de agua potable.
La tecnología del agua no despega sólo en Israel, sino también en los países emergentes, el mercado que crece con mayor rapidez, y varias de las innovaciones desarrolladas para sus clases medias aspirantes son adoptadas después en todo el mundo, también en los países ricos, debido a su idoneidad y precio ajustado.
Se trata de la innovación inversa, que recuerda que el mundo emergente crea lo mejor con cada vez más asiduidad. La tendencia podría extenderse también a las tecnologías del agua.
Estados Unidos y Australia: clima árido, agricultura y emprendedores
Estados Unidos y Australia comparten, además de cultura anglosajona, grandes extensiones desérticas y semi-desérticas, que incentivan nuevas empresas del sector del agua, especializadas en recolección de aguas pluviales, tratamiento de aguas grises, potabilización o riego por goteo.
Proliferan, asimismo, los especialistas en sostenibilidad, permacultura (Michael Mobbs, en Australia; y Mark Feitchmeir, en Estados Unidos, son dos ejemplos) y paisajismo nativo, campos muy relacionados con la gestión del agua en el sector doméstico.
El valor real del agua potable
Andrew Winston, autor de Green to Gold, menciona en Harvard Business Review las conclusiones de un estudio de la empresa estadounidense ITT, el mayor fabricante mundial de sistemas de bombeo, transporte, tratamiento y control de fluidos.
El informe, “The Value of Water”, destaca la cantidad de agua derrochada y el dramático desfase entre el precio del agua y su valor real. Según ITT, sólo en Estados Unidos se rompen más de 650 cañerías a diario, con un coste de 2.600 millones de dólares al año. Como consecuencia, se desperdicia anualmente el equivalente al agua consumida por 68 millones de hogares en el mismo período.
Pero el estudio también muestra tendencias esperanzadoras. El 95% de los consumidores que participaron en la encuesta identifican el agua corriente como el servicio más importante que reciben en casa, por delante de la electricidad, el teléfono o Internet. Y aseguran que pagarían más por una infraestructura mejorada y más eficiente.
Sin olvidar que el estudio ha sido encargado por una empresa del sector, el contexto es esperanzador.
Innovando en la gestión del agua
Andrew Winston expone que la gestión del agua se convertirá en uno de los negocios más estratégicos del siglo XXI. La necesidad, recuerda, propulsa la innovación como ningún otro incentivo.
Desde las grandes empresas especializadas gestionar agua o construir equipamiento para grandes infraestructuras hídricas, hasta firmas que empiezan con pocos recursos, a menudo con un pie en la universidad y otro en el sector privado, el agua competirá con la energía y el transporte por un lugar central en el sector de las tecnologías verdes.
10 startups que quieren resolver la crisis del agua
Varias competiciones congregan anualmente a las nuevas empresas e ideas en el sector: entre los certámenes en los que abundan las startups especializadas en “tecnología azul”, destacan ImagineH2O, CleanTech Open, y Global Entrepreneurship Week’s Inaugural Startup, en Estados Unidos; o World Future Energy, en Oriente Medio.
Resumimos a continuación el plan de negocio de 10 de las nuevas empresas del sector del agua (“tecnología azul” con mayor potencial:
1. Global Easy Water Product (sistema de micro-irrigación, o riego de bajo consumo, de bajo coste)

Esta firma fundada en India en 2004 es uno de los exponentes del fenómeno de la innovación inversa: productos y servicios creados para el público mayoritario de los países emergentes que, por su conveniencia, calidad y precio ajustado, son posteriormente adoptados en el resto del mundo.
Global Easy Water Product ha creado un sistema de riego económico que permite cuadruplicar las cosechas, a un precio de 32,50 dólares por 0,1 hectáreas (1.000 metros cuadrados). Gracias al sistema de riego, cualquier campesino con bajo poder adquisitivo puede plantar cosechas de agricultura intensiva en tierras antes poco productivas.
El sistema de riego va destinado a agricultores de India y otros países en desarrolla, pero también podría interesar a aficionados e incluso gobiernos locales de Europa, Estados Unidos y otros lugares interesados en instalar huertos urbanos y metropolitanos, etcétera.
2. WaterHealth (depósitos potabilizadores para países pobres)
WaterHealth es una empresa fundada en 2003 India (Andhra Pradesh) y California, especializada en la purificación de agua y con 300 trabajadores, elegida entre las 100 mejores startups del sector de las tecnologías verdes por Global Cleantech 100, lista elaborada por The Guardian y Cleantech Group.
Cerca de 2.000 millones de personas consumen agua en mal estado y la situación, lejos de paliarse, empeora. Sanjay Bhatnagar, presidente de WaterHealth, pretende que acuerdos entre el sector privado (su empresa) y el apoyo local público (poblaciones rurales) distribuyan agua potable de manera efectiva y a bajo coste.
En lugar de fomentar los pozos i depósitos individuales, o los sistemas de purificación individuales, WaterHealth financia plataformas portátiles para purificar agua con préstamos bancarios (el 40% de la financiación la asume la comunidad, y WaterHealth el 60% restante). Cada proyecto, con un coste de entre 15.000 y 25.000 euros, se pone en marcha en 3 semanas y la infraestructura es mantenida por la compañía.
La empresa cobra 4 rupias (6 céntimos de euro) por 20 litros de agua purificada, o alrededor del 1% del precio del agua embotellada en las comunidades locales donde se instalan las purificadoras.
3. Strauss Water (electrodoméstico para purificar agua y hacer té)

Strauss Water, filial de la empresa de alimentación y bebidas israelí Strauss Group, comercializa desde el 18 de mayo de 2011, a través de un acuerdo con la firma china de línea blanca Haier Group, un purificador individual que no sólo filtra agua, sino que la calienta para hacer té.
China es el primer mercado elegido para el pequeño electrodoméstico, ha declarado Rami Ronen, presidente de Strauss Water. La empresa pretende suplir a los clientes de la segunda economía del mundo con un dispositivo que evite enfermedades y, a la vez, proporcione una bebida cotidiana en el país. El aparato se vende por 4.490 yuan (482 euros).
4. Emefcy (tecnología para potabilizar agua y, de paso, generar energía)

La startup Emecfy centra su negocio en reducir la cantidad de energía necesaria para potabilizar agua en mal estado. Se estima que el 2% de toda la energía consumida en la actualidad es empleado en procesos relacionados con la potabilización del agua que se consume en el mundo.
Uno de sus productos emplea bacterias “electrogénicas” para convertir las piscinas de aguas residuales de las plantas potabilizadoras en baterías, capaces de generar energía, que convertirían cualquier planta potabilizadora en una central de generación eléctrica.
5. TaKaDu (detecta y previene fugas de agua en las infraestructuras)

TaKaDu ofrece software como servicio (SaaS) para monitorizar el estado de las redes de distribución de agua potable. La plataforma, que se personaliza en cada instalación, permite descubrir escapes y evitar roturas, a menudo antes de que se produzcan.
El servicio de TaKaDu estudia la información recopilada por los sensores que se han instalado previamente en la red de distribución, a través de una criba constante. Incluso un cambio aparentemente anodino (por ejemplo, del 1%) del caudal en un punto determinado puede indicar una fuga, que se agravaría y podría derivar en una ruptura si no es reparada a tiempo.
El sistema de detección de fugas y rupturas en infraestructuras hídricas de TaKaDu es usado en Londres y Jerusalem.
6. Agua Via (membrana nanotecnológica que desaliniza con un 66% menos de energía y a mitad de precio)

La empresa ha desarrollado una membrana nanotecnológica que reduce en un 66% la cantidad de energía necesaria para desalinizar agua, mientras el coste baja un 50%.
Según Agua Via, es sólo el primero de sus productos para potabilizar, desalinizar agua y tratar aguas residuales a precios competitivos y usando menos energía que los procesos tradicionales.
7. The Water Initiative (potabilizadora de bajo coste que no requiere energía)

Kevin McGovern, emprendedor de Nueva York tras la firma The Water Initiative, cree que la potabilización de aguas contaminadas en los países y zonas rurales sin apenas infraestructura debe ser más efectiva y económica.
Actualmente, un purificador de agua convencional puede costar hasta 170 dólares en un país como India.
The Water Initiative ha creado un dispositivo de filtrado que potabiliza el agua doméstica y es reemplazado una vez al año. A diferencia de la ósmosis, el purificador no consume energía y el agua filtrada es apta para el consumo humano.
8. FogBusters (tratamiento de agua convirtiendo hidrocarburos retirados en biodiésel)

FogBusters ha convertido en oportunidad de negocio lo que para las empresas de tratamiento de aguas residuales y potabilización no es más que un problema: el petróleo, los biocombustibles y otros restos de hidrocarburos en aguas residuales.
La empresa procesa aguas residuales capturando restos de hidrocarburos y, en lugar de deshacerse de ellos, los convierte en biodiésel que puede vender a continuación.
9. Puralytics (purificación del agua con procesos fotoquímicos)

La startup con sede en Beaverton, Oregón, ganadora del certamen CleanTech Open 2010, usa procesos fotoquímicos para eliminar residuos del agua. Su objetivo es potabilizar agua usando la mínima energía y con el menor impacto posible.
Puralytics aplica luz ultravioleta para reducir las concentraciones de mercurio, plata, arsénico y cromo. A continuación, separa el resto de contaminantes de las moléculas de agua usando la misma técnica. Acto, seguido, un material catalizador absorbe los metales pesados, el arsénico, permanganato y otros contaminantes.
Finalmente, varias frecuencias de luz ultravioleta desinfectan cualquier patógeno residual, de un modo más efectivo, según la firma, que métodos convencionales de esterilización con luz ultravioleta (como la irraciadión ultravioleta germicida, UVGI en sus siglas en inglés).
10. Aqwise (tratamiento acelerado de aguas residuales con bacterias)

Varias de las nuevas empresas especializadas en tecnologías del agua han sido fundadas por veteranos de la industria informática e Internet. Es el caso del emprendedor tras Aqwise, Elad Frenkel, quien ha declarado que “quería inventar algo más que un nuevo tono de llamada”.
Aqwise proporciona tecnologías a empresas de tratamiento de aguas, públicas y privadas, para tratar aguas residuales de un modo más rápido y barato.
Las plantas que incorporan su tecnología trabajan con lo que la empresa define como “portadores de biomasa”, estructuras de plástico con una gran superficie que proporcionan a las bacterias más espacio para crecer. Las colonias de bacterias que se encargan de tratar el agua digiriendo residuos aceleran el proceso, al ser estimuladas para ello.

12 ideas para ahorrar energía en la iluminación




1. Siempre que sea posible, aprovecha la iluminación de la luz del sol, que es más natural, nada contaminante y, además, gratuita.
2. Utiliza colores claros en las paredes y techos: aprovecharás mejor la iluminación natural y podrás reducir el alumbrado artificial.
3. Es necesario analizar las necesidades de luz en cada una de las partes de la vivienda, ya que no todos los espacios requieren la misma cantidad, ni durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad.
4. Regula la iluminación a tus necesidades y da preferencia a la iluminación localizada: además de ahorrar conseguirás ambientes más confortables.
5. No dejes luces encendidas en habitaciones que no estés utilizando, reduce al mínimo la iluminación ornamental en exteriores: jardines, hoy en día se consiguen lamparas solares muy económicas ideales para el exterior etc. y coloca puntos de luz de manera que iluminen otras habitaciones colindantes, como vestíbulos y pasillos.
6. Mantén limpias las lámparas y las pantallas, aumentará la luminosidad sin aumentar la potencia.
7. Recuerda que la eficacia luminosa de una lámpara es la cantidad de luz emitida por unidad de potencia eléctrica (W) consumida. Se mide en lúmenes por vatio y permite comparar la eficiencia de unas fuentes de luz con respecto a otras.
8. La eficacia luminosa de los bombillos incandescentes se sitúa entre los 12 lúmenes/vatio y los 20 lúmenes/vatio, mientras que para las lámparas fluorescentes va desde los 40 lúmenes/vatio a los 100 lúmenes/vatio.
9. Los bombillos incandescentes sólo aprovechan en iluminación un 5% de la energía eléctrica que consumen, el 95% restante se transforma en calor, sin radiación luminosa. Sin embargo, las lámparas de bajo consumo se encienden instantáneamente y apenas desprenden calor.
10. Sustituye los bombillos incandescentes por lámparas de bajo consumo. Para un mismo nivel de iluminación, ahorran hasta un 80% de energía y duran 8 veces más. Cambia, con prioridad, las que más tiempo están encendidas.
11. En ubicaciones con encendidos y apagados frecuentes es recomendable poner lámparas del tipo electrónico, en vez de las de bajo consumo convencionales, ya que éstas ven reducida de manera importante su vida útil con el número de encendidos.
12. Usa tubos fluorescentes donde necesites más luz y esté encendida muchas horas; por ejemplo, en la cocina.

Desperdicio Cero como alternativa a nuestro estilo de vida

Lo queramos reconocer o no, nuestro estilo de vida es poco sostenible. Mejor dicho, insostenible.
Debemos tratar que los plásticos tengan desperdicio cero
Quizás hayas oído hablar de él, bien por su término en inglés, Zero Waste, bien en castellano, Desperdicio Cero. Cada vez somos más lo que nos sumamos a esta filosofía de vida, que trata en esencia de reducir al máximo la cantidad de basura que generamos para contribuir a la sostenibilidad y conservación del medio ambiente.
El consumismo nos ha llevado a demandar de forma masiva productos perjudiciales para el Planeta sin tan siquiera percatarnos de ello. Pocas veces reparamos en que estamos utilizando productos con una vida útil muy corta. Tan corta, que la mayoría de ellos son de un solo uso, y acaban contaminando durante mucho tiempo terrenos y mares.
Adoptando un estilo de vida Desperdicio Cero hacemos frente a uno de los mayores retos de nuestra sociedad moderna, que es el de crear una economía sostenible con muchos beneficios a nivel individual, relacionados principalmente con llevar una vida más sencilla.
Recordemos que los objetivos esenciales de la filosofía Zero Waste son maximizar el reciclaje, minimizar desperdicios, concientizar el consumo y asegurar que los productos puedan reutilizarse o degradarse en la naturaleza sin causar daños.
El movimiento Desperdicio Cero apuesta porque no haya la necesidad de reciclar basura, por la ausencia de la misma
A nivel internacional el movimiento Zero Waste tiene impulsoras como Bea Johnson, con su Zero Waste Home, y Lauren Singer, con su blog rompedor Trash is for Tossers (La basura es para inútiles). Surgidos dentro de la cultura del usar y tirar, se enfrentan al consumismo con alternativas sostenibles, y en ocasiones, muy ingeniosas.
El movimiento Zero Waste huye del consumo innecesario
A la Regla de las 3 erres (Reducir, Reutilizar, Reciclar)Bea Johnson le ha añadido 2 másrechaza lo que no necesites y composta el resto (en inglés, Rot). Como observarás, este flujo de trabajo queda bastante completo.
Una iniciativa más formal es la Alianza Internacional del Residuo Cero (ZWIA – Zero Waste International Alliance), creada en 2002, se encarga de proponer alternativas ecointeligentes para evitar que nuestras basuras acaben en vertederos o incinerados.
Otra labor clave de ZWIA es la de sensibilización ciudadana de los beneficios sociales, económicos y ambientales que se pueden obtener cuando se aprovechan los residuos como recursos.
Este triple balance sostenible se materializa en la protección del medio ambiente, la reducción de costes en la gestión de las basuras, y en la creación de generan nuevas oportunidades de negocio y laborales
Para entendernos. Hablar de Desperdicio Cero es un objetivo que a priori no se puede alcanzar ya que la eliminación total no es posible dada la naturaleza de la actividad humana, que es de por si generadora de residuos.
Y desde el punto de vista de la estandarización, la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) ha desarrollado la certificación Residuo Cero que reconoce a las organizaciones que evitan que los residuos acaben de forma sistemática en el vertedero. Muy conectado con los planteamientos de la Economía Circular.
Se busca, por tanto, con metodologías y certificaciones en las organizaciones, proporcionar herramientas para que éstas optimicen sus procesos, y estén en una posición mejor para abordar nuevas normativas legales que aparezcan alrededor de la sostenibilidad.
En resumen, las propuestas del movimiento Desperdicio Cero nos ayudan a ser más conscientes de nuestras pautas de consumo y de los bienes materiales que tenemos. Nos ayuda a emplear de una mejor manera los recursos a nuestra disposición. Todo ello minimizando los posibles perjuicios que nuestro actual estilo de vida está provocando al medio ambiente.
Ejemplo de desperdicio en la venta de alimentos
A título personal, son ya unos cuantos años desde que incorporamos en nuestra familia los postulados del Desperdicio CeroNuestra conclusión: es más fácil de lo que parece. Además de ahorrar y ser consecuente, te conviertes en referente de hábitos ecointeligentes y colaboras a que se difunda el movimiento.
DesperdicioCero, tus primeros pasos en el estilo de vida Zero Waste
Este libro te puede interesar!

Cambia a un estilo de vida sostenible de la mano de #DesperdicioCero

Como ves el efecto de adoptar prácticas sostenibles no solo se queda en tu casa, sino que trasciende al resto de la sociedadTodo un impacto positivo ;-)
Y te recuerdo una cuestión, por si no te has dado cuenta, pero hoy en día ya no es suficiente con usar bolsas de tela o reciclar el vidrio, el papel y el plástico …
¡Ve pensando en simplificar tu estilo de vida!

Horrorosa destrucción oceánica

Me encuentro en el pabellón de los océanos del Museo de Ciencias Naturales de Washington DC, USA. Ya llevo cinco días de visita, y aunque veo difícil terminar mi investigación, no puedo negar el impacto que me ha producido el tema.
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Los océanos son maravilla de la naturaleza porque exhiben regularidad, orden, y cierta lógica. Sus especies de flora y fauna están clasificadas. Observo, con todo cuidado, desde diminutas arañitas de mar hasta estrellas, mantas, rayas, y otras denominaciones que mi modesto lenguaje ya no puede destacar. Percibo una variedad copiosa de conchas marinas que revelan millones de años en lentas formaciones. Veo también seres ya extinguidos como el pez-murciélago.
Contemplo, extasiado, peces exóticos de vivos colores, puros y combinados, de increíble belleza paradisíaca. Llegan a mis ojos grandes langostas y también especies gigantes, como un pez de metro y medio de largo, o un pulpo cuya longitud (incluyendo patas y prolongaciones) llega a los 11 metros.
Me traslado ahora a otra sección donde se exhiben materias sólidas como el coral, que adopta distintas formas y tamaños. Un letrero se pregunta si el coral es planta, roca o animal (aunque los corales mismos son animales) Es bueno saber que aquellos lanzan dióxido de carbono y nutrientes y facilitan el desarrollo de su entorno ambiental.
Una advertencia escrita hace saber que podemos conocer el océano desde una playa o un bote, pero aquello es nada frente a su inmensidad porque se extiende más allá de los continentes y oculta al mundo visible, como también al sol, una inmensa como vasta profundidad. En esas áreas, plenas de montañas, valles y llanuras acuáticas, se halla el secreto de su realidad y evolución.
La vida del océano es interacción y sus fuentes de vida en favor del planeta, infinitas. Es un precioso sistema global, que destaca la infinita variedad de vidas marinas que se denomina: biodiversidad. Alterar su balance es dramático y de efectos negativos. Sin embargo, el proceso destructivo del mundo marcha acelerado y la vida oceánica se va extinguiendo ante la acción de un torrente creciente e incesante de causas que, ahora, me obligan a desentonar del tema principal. Sufriendo un “shock” personal, me viene de inmediato a la mente una lista de factores que amenazan convertir a la vida oceánica en un basurero universal inerte. Voy a destacarlos por número.
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1- Ciudades enteras, por siglos, han expulsado sus aguas servidas y deshechos del cuerpo en las aguas del mar o en aledañas. Los ríos, en función de su corriente de arrastre, desempeñan el papel de mecanismos transportadores de podredumbre.
2- La combustión de los motores de navegación, continúa produciendo deshechos de suciedad, propios de carburantes y aceite que se sumergen en las aguas.
3- Derrames de petróleo, particularmente de buques-cisterna, siguen provocando siniestros. Burlando normas legales de seguridad, su daño es ahora al por mayor. Según informes internacionales y cuadros estadísticos, se vierten al mar diez millones de toneladas de crudo por año.
4- Barcos de pesca con infraestructura propia y congeladores parecen enemigos del mar. Son verdaderas fábricas a bordo con innumerables procesos, desde la elaboración de conservas y selección de partes, hasta la obtención de harinas y aceites. No sólo vierten sus residuos en el mar, sino lanzan contenidos orgánicos peligrosos en grandes volúmenes, destinados a descomponerse dentro las propias aguas.
5- Barcos basureros de las ciudades, y otros de basura química y aún radioactiva, cumplen la criminal tarea de descargar sus materias en las aguas, pese a regulaciones de leyes. Muy pocos se dan cuenta como mueren las praderas oceánicas, arrecifes coralinos, marismas, manglares, bosques marinos y otros hábitats, tanto costeros como internos.
6- La pesca con cianuro destruye los arrecifes coralíferos y los propios bancos de peces. La pesca con dinamita, mata peces aún pequeños y las propias ovas. El ingenio está a la orden día para seguir creando y aplicando formas destructivas.
7- La contaminación de la marina mercante (comercial) produce el doble de gases que la aviación. Al tratarse de un número inmensamente mayor de buques (en número y volumen), no podía esperarse otra cosa. La flota mundial de barcos supera los 90.000 y facilita las demandas de un monstruoso comercio mundial “globalizado” y “democrático”. La Organización Marítima Internacional (organismo de las Naciones Unidas) ha revelado datos espeluznantes sobre el tema.
8- La sobrepesca ya ha agotado buena parte de la vida marítima, extinguiendo especies y arriesgando otras. Tanto la irresponsabilidad como la crueldad de sus autores les ha hecho perder escrúpulos de sensibilidad humana, tales como extraen las aletas en vivo a los tiburones y devolver sus cuerpos vivos al mar. La carne de los escualos, por ser dura, no tiene valor comercial
9- Honrando a la moderna empresa privada, ha hecho su aparición la minería marina, con abundante capital, tecnología, y uso de la robótica. Se perfora el fondo del mar para obtener oro y otros minerales, dragando y removiendo inmensas extensiones de tierra y arena interior, para dar muerte a flora y fauna del lugar. Un despiadado sistema de trituración y arrastre, mueve y lava miles de toneladas del material en busca de los codiciados minerales, y los asciende por tubería hacia los barcos acondicionados.
Exploración de una chimenea hidrotermal y las especies asociadas por censo vida marina.
10- En esta competencia destructiva no se queda atrás la pesca de arrastre. Con también inversiones de alta magnitud, las grandes corporaciones emplean redes gigantes de longitud kilométrica, sin importar su solidez ni dureza. De esta forma se barren bosques marinos extinguiendo flora y privando de alimento a la fauna de las profundidades. Se ha reportado la existencia de más de 200 barcos en esta tarea.
11- Desesperados científicos hacen saber que la creciente acidificación oceánica y el aumento del C02, destruye los corales y ataca el sistema nervioso de los peces, inhabilitando parte de sus movimientos, provocando alteraciones y desorientación.
12- Hagamos la prueba de practicar nuestro olfato en áreas costeras. En buena parte del mundo son insoportables como peligrosas para la salud. Se ha reportado que el Mar Negro, ha perdido ya el 90% de su oxígeno.
13- La acción de los plásticos ya garantiza la muerte en el Mar Mediterráneo, donde las bolsas han invadido su fondo; extremo confirmado por los buceadores (ese fondo “está siendo tapizado”) Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, ya el año 2005 había 13.000 fragmentos por kilómetro cuadrado. De otro lado, peces, tortugas, cetáceos y focas, los ingieren, para morir, dada la obstrucción de su aparato digestivo, porque todo lo que se mueve en el mar, se come.
14- En otro de los océanos, el año 1997, la necropsia a una ballena varada le encontró cierta bola de 50 kilos de plástico que le había taponado el estómago.

15- Infinitas nuevas formas aparecen concurrentes en el proceso de destrucción oceánica. Tales son los hundimientos de buques, lanzamientos de cadáveres y explosiones causadas por las armas de guerra (bombas, torpedos y experimentaciones militares).
Emanaciones de gas en el fondo del mar. (IGME)
No faltan personas que me discuten que se trata de degradación y no destrucción. Tal criterio disimula la realidad de la muerte oceánica, con efectos igualmente destructivos para la humanidad (menos comida, más focos de infección y aún otros peores desastres) Las entidades dedicadas al mar saben que la crisis, marcha hacia desenlaces horrorosos destructivos. Las esperanzas se acaban.
Gustavo Portocarrero Valda, licenciado en filosofía, es abogado, periodista y escritor. 
Vía: Rebelión