Por primera vez, la Unión Europeo aprobará una normativa para reducir el vertido de residuos de plástico en el mar y el medio ambiente. Y, con este fin, en un plazo de tres años, se prohibirá el uso cubiertos, platos y pajitas de plástico, así como los vasos, tazas y contenedores de alimentos hechos de poliestireno expandido para su consumo inmediato o para llevar.
"La basura en el mar es un problema global creciente", ha advertido hoy la ministra austríaca de Sostenibilidad, Elisabeth Köstinger, cuyo país preside este semestre el Consejo de la Unión.
Por su parte, los estados miembros deberán tomar las medidas necesarias para reducir la cantidad de plástico que se consume en los contenedores de comida o en los vasos para bebidas.
Toallitas y colillas
Además, se establece un objetivo vinculante: en el año 2030, todas las botellas de plástico deberán tener, como mínimo, un 30% de material reciclado en su composición.
Por otra parte, las empresas productoras tendrán que cubrir los costes de la recogida pública de colillas, incluyendo la colocación de receptáculos apropiados en las papeleras.
Mientras tanto, en el caso de las molestas toallitas, en su embalaje se deberá también informar de su impacto negativo en el medioambiente si no se depositan en las papeleras.
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