Seguro que conocéis o habéis escuchado alusiones al Principio de Peter en alguna ocasión donde era manifiesta cierta incompetencia. Enunciado por el Laurence J. Peter en 1960 y título de un libro publicado a finales de esa misma década, es tan divertido como acertado y recomendable.
Pero te preguntarás ¿qué relación tiene este texto con el medio ambiente y la sostenibilidad? Pues precisamente en el prólogo a cargo del propio Peter, en su parte final y con el título de este artículo, encontramos un fragmento que reproducimos para nuestro deleite.
“Como individuos, tendemos a trepar hacia nuestros niveles de incompetencia. Nos comportamos como si lo mejor fuese trepar cada vez más arriba, y el resultado lo tenemos a nuestro alrededor: las trágicas víctimas de su irreflexiva escalada.
Vemos a los hombres en grupos, y a la mayoría de la raza humana pugnando por alcanzar una mejor posición como sobre un molino de ruedas de escalones irregulares, escalando con uñas y dientes para aniquilar a la población del mundo, escalando producción de fuerza y elementos, mientras se contamina el ambiente y se perturba el equilibrio ecológico que mantiene la vida.
Si el hombre quiere rescatarse a sí mismo de una futura existencia intolerable, debe, ante todo, ver adónde lo conduce su insensata escalada. Debe examinar sus objetivos y comprender que el verdadero progreso se logra moviéndose hacia delante en busca de una mejor forma de vida, en vez de hacerlo hacia arriba, hacia la incompetencia total de la vida. El hombre debe comprender que la calidad de la experiencia es más importante que la adquisición de inútiles artefactos y posesiones materiales. Debe dar de nuevo significación a la vida y decidir si usará su inteligencia para la preservación de la raza humana y el desarrollo de las características humanísticas del hombre, o bien si seguirá utilizando su potencial creador en la escalada hacia una supercolosal trampa mortal.
A veces el hombre capta un destello de su imagen en un espejo, por no reconocerse inmediatamente a sí mismo en él, empieza reír antes de comprender lo que está haciendo. Es en tales momentos es cuando se produce el verdadero progreso hacia el entendimiento. Este libro trata de ser ese espejo.”
Interesante, ¿verdad? Sobre todo porque este texto es previo al auge de movimientos ecológicos y de concienciación sobre la conservación de la Naturaleza. En la década de los 60 solo habían destacado voces como la de Rachel Carlson en su cruzada contra el DDT con su Primavera silenciosa.
Y que mejor forma para finalizar que dejar plasmado el demoledor Principio de Peter:
En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia
Ahora recordarás y reconocerás la incompetencia con la que se han gestionado desastres medioambientales de gran repercusión para nuestro entorno. Citaremos algunos, como pueden ser, la catástrofe del Prestige, el vertido de la plataforma Deepwater Horizon de BP Oil, el derrame de Aznalcóllar, y recientemente, la sopa verde que está acabando con el Mar Menor en Murcia.
¿Añadirías alguna otra gestión medioambiental digna del Principio de Peter?
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