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24 de febrero de 2025

Llevamos décadas pensando que el reciclado de plásticos valía para algo. Quizá nos equivocáramos

Que el sistema de reciclado de plásticos está roto es un secreto a voces. Pero es solo poco a poco que vamos dándonos cuenta de la dimensión del problema. La asociación estadounidense Center for Climate Integrity (CCI) publicó el año pasado un informe sobre el reciclado de plásticos. En él se arremetía contra la industria del plástico, a la que acusaban de haber promovido el reciclado de estos materiales aun a sabiendas de la escasa viabilidad técnica y económica.

Una difícil tarea. Reciclar plásticos no es una tarea fácil. En nuestro día a día hacemos uso de una gran variedad de materiales de este tipo, cada uno con determinadas características, funcionales y químicas. Todas acaban en el mismo contenedor, el de los envases, pero a partir de ahí es necesario separar cada tipo de plástico para proceder a su recicladocuando sea posible. No siempre es posible.

Datos dispares. Según datos de Ecoembes, en 2022 se reciclaron en España 708.596 toneladas de envases plásticos, aunque ONGs como Greenpeace ponen en duda. Según Greenpeace, la diferencia entre la tasa de reciclado de plásticos declarada por Ecoembes (89,2%) y la estimada por la propia ONG (34,8%) es notoria. Cabe señalar que sigue siendo superior a la media mundial del 9% estimada por la OECD.

Según el informe, cifras como estas son solo el reflejo de una imposibilidad: reciclar de forma efectiva los plásticos está fuera de nuestro alcance. No solo desde una perspectiva económica sino también desde el punto de vista tecnológico.

Un solo uso. Sin embargo el informe hace hincapié en una acusación: aun a sabiendas de esta imposibilidad, la industria promovió la idea de que el reciclaje era posible y viable para facilitar el camino a los plásticos de un solo uso como los que utilizamos en los envases. "Sabían que si se enfocaban en los [plásticos] de un solo uso la gente compraría y compraría", explicaba a The Guardian Davis Allen, investigador del CCI y coautor del informe.

Otro punto de vista. La reacción de la industria no tardó en llegar. La American Chemistry Council, en un comunicado, señalaba que "los fabricantes estadounidenses de plástico están invirtiendo miles de millones de dólares en mejores productos innovadores y tecnologías que separen, capturen y reciclen mayores cantidades y más tipos de plásticos".

Alegan que el "errado informe" hacía referencia a tecnologías obsoletas y que supone una caracterización equívoca de la industria y de las capacidades presentes para el reciclado de plásticos. "Como es típico, en lugar de trabajar unidos hacia soluciones reales para el desecho plástico, grupos como CCI eligen los ataques a nivel político en lugar de soluciones constructivas", protestaba Matt Seaholm, presidente y director ejecutivo de la Plastics Industry Association, en declaraciones también recogidas por The Guardian

¿Lo lograremos? Es posible que nunca logremos un sistema eficiente de reciclaje que podamos aplicar a los plásticos de nuestro día a día. Pero quizás seamos algún día capaces de tratar estos residuos para que sus desechos no contaminen nuestro entorno. Una de las grandes apuestas en este sentido es el descubrimiento de encimas capaces de descomponer los polímeros plásticos, romper estas cadenas para convertirlas en moléculas inocuas. Es sin duda una gran promesa pero nada garantiza por ahora que no resulte en una quimera, solo el tiempo lo dirá.

Aunque el tiempo no es lo que sobre. La contaminación causada por microplásticos es ya una realidad. Estos residuos han aparecido en los lugares más recónditos de la Tierra, muestra del gran alcance de estos contaminantes. Es, además, muy poco lo que sabemos sobre los potenciales impactos sobre la salud y sobre el medio ambiente de estos residuos.



27 de enero de 2025

Cómo reciclar los envases de plástico

 El plástico es uno de los materiales más presentes en nuestra vida cotidiana. Productos envasados al vacío, ropa, teléfonos móviles, muebles, coches y otros muchos elementos contienen plástico. Su uso tan extendido se debe a su gran versatilidad: los hay transparentes, otros son resistentes a la corrosión e incluso muchos actúan como aislantes térmicos o eléctricos. Dependiendo de su origen, los plásticos pueden ser naturales (obtenidos de materias primas vegetales) o sintéticos (derivados del petróleo, gas natural o carbón).

Entre los tipos más comunes de plástico se encuentran:

  • Polietileno (PE): utilizado en bolsas de plástico, láminas, películas y contenedores.
  • Poliéster (PET): común en botellas, envases y ropa.
  • Polipropileno (PP): encontrado en electrodomésticos y piezas de vehículos.
  • Cloruro de polivinilo (PVC): presente en tuberías, válvulas y ventanas.
Dónde acaba la ropa que tiramos a contenedores de reciclaje (Greenpeace)

Qué debo depositar en el contendor amarillo

El contenedor amarillo es el destinado al almacenamiento de los envases y productos de plástico para su posterior reciclaje. En él se deben tirar los envases de plástico como lasbotellas o garrafas de agua, refrescos, aceite, los aros que sujetan los packs de las latas, envases de yogur, mantequilla, o bandejas de corcho. Además, también se reciclan los botes de productos de limpieza, detergentes líquidos, envases de cosméticos, gel, champú, cremas y tapas o tapones de plástico.

También se pueden tirar bolsas de plástico o papel film o de aluminio. Asimismo, losbriks de leche, zumo o vino se deben depositar en este contenedor, igual que los envases metálicos tales como las latas de bebidas, botes de conserva o chapas.

Por otro lado, lo que nunca se debería tirar son los envases de vidrio (cristales), cartón o periódicos, ya que tienen su propio contenedor de reciclado. Otros productos que se deben evitar echar en el contenedor amarillo son: juguetes, biberones, guantes de goma, utensilios de cocina, pequeños electrodomésticos o cualquier objeto de plástico que no sea un envase o embalaje.

Proceso de reciclaje

Al igual que ocurre con el vidrio, el papel o el cartón, para reciclar el plástico se siguen varias fases. Primero se depositan en el contenedor correspondiente (amarillo). Aquí hay que tener en cuenta los productos que se pueden depositar dentro del contenedor.

Después se recoge y traslada a la planta de selección donde se clasifican los materiales y se separan por colores, para una vez eliminadas las impurezas, se trituran, mezclan y homogeneizan mediante un proceso mecánico para lograr una textura y color uniforme.

Tras una nueva depuración, el plástico ya estará listo para darle forma según la demanda, pasando posteriormente por los controles de calidad pertinentes.

Planta de almacenamiento de plástico
Planta de almacenamiento de plástico reciclado. (Agustín Marcarian/Reuters)

Impacto del plástico

Desde 1950, se han producido más de 8.000 millones de toneladas de plástico en todo el mundo, según ha comentado el portal de Ecoembes. Cada año, millones de toneladas de plástico terminan en los océanos, afectando gravemente a la vida marina. Para abordar el problema, en numerosos países se han aprobado leyes para restringir el uso del plástico, especialmente los de un solo uso.

El Consejo de la Unión Europea aprobó en marzo de 2019 la desaparición para 2021 de los plásticos de un solo uso, como los cubiertos o platos de plástico, las pajitas o los bastoncillos de algodón. Además, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medioambiente llegó un acuerdo con la Unión Europea para eliminar estos plásticos por completo en el año 2030.

16 de diciembre de 2024

Si la intención era usar menos bolsas de plástico, hemos fallado

 Acabar con los plásticos de un solo uso ha desencadenado una serie de iniciativas que, con los años, están demostrándose menos efectivas de lo que pretendían. Al menos, en determinados casos.

Uno de ellos, quizá de los más flagrantes para el consumidor, ha sido el de acabar con la gratuidad de las bolsas de plástico en los supermercados. La medida, con el ánimo de conciencia a los clientes y de reducir el gasto, iba también apuntada como medida disuasoria a través del precio.

Sin embargo, un reciente estudio desarrollado en las ciudades texanas de Austin y Dallas, en Estados Unidos, ha corroborado que haber prohibido las bolsas de plástico gratuitas no solo no ha hecho que su consumo baje, sino que aumente.

Es lo que avala el trabajo de la Universidad de California, que ha prestado atención a cómo se incrementaron las ventas de bolsas de plástico toda vez que las ciudades prohibieron a las tiendas tener bolsas de plástico. Tomando como referencia las ventas, medidas a través de los códigos de barras, el informe es claro: se vendieron más de las que se utilizaban cuando eran gratuitas.

En algunos casos, apuntan a un uso relativamente clásico de la bolsa de plástico del supermercado: convertirse en bolsa de basura doméstica. Lo todavía más irónico del estudio está en que en ambas ciudades fue derogada en 2018 la prohibición de dar bolsas de plástico gratis en los supermercados.

A pesar de eso, los ciudadanos siguieron comprando más bolsas de plástico –aún con la normativa abolida–, tanto en Austin, donde la prohibición estuvo vigente durante cinco años, y en Dallas –donde solo permaneció vigente cinco meses–. Una rareza que probó, al menos en este par de casos, que la medida disuasoria de cobrar por las bolsas de plástico tuvo poco éxito.

16 de septiembre de 2024

El descubrimiento que podría acabar con los plásticos en los océanos y el grave problema que suponen para el medio ambiente

 Todo llega al mar, también la basura. La contaminación de los océanos es un tema que ha pasado de la observación, al seguimiento, para terminar por alarmar a biólogos, naturalistas y políticos de más de una ideología. Y es que el impacto que tiene un océano sucio se ve reflejado en más aspectos de los que pensamos. Hay que coger aire primero. Afecta al turismo, la pesca, la alimentación, salud humana, salud animal, la salud vegetal,  el clima, degradación de los hábitats -coger aire otra vez- islas de plástico, acidificación de los mares, impacto económico que puede llegar a 695 millones de dólares, etcétera. 

Pero el descubrimiento de un hongo capaz de disolver los plásticos en forma de CO₂ ha supuesto un paso adelante en llegar a una solución de este problema. Sin embargo, verter toneladas de este microorganismo en el mar y dejar que solucione el problema por nosotros. La ciencia aún tiene que sortear un gran obstáculo para lograr este objetivo.

El hongo que prometía salvar el mundo

El descubrimiento del Parengyodontium album, nombre científico de este hongo “come-plástico”, no estuvo relacionado por la extraordinaria capacidad de eliminar los compuestos con polietileno. Se detectó al analizar la descomposición de algunas piezas de arte en museos, por lo que, en un principio, se identificó como potencialmente peligroso.

Se identificó como peligroso, por su papel en el deterioro de piezas de arte
Se identificó como peligroso, por su papel en el deterioro de piezas de arte Istock / Camilo Concha

Sin embargo, el descubrimiento de este organismo cerca de la isla subtropical Vortex, en el Pacífico Norte, con una gran cantidad de plásticos en sus costas.

Todo se confirmó en un laboratorio: el hongo era capaz de desintegrar muestras de poliestireno, un polímero que se encuentra en la mayoría de objetos de plástico utilizados en el día a día. Sin embargo, durante el estudio de este nuevo ser, se observaron dos factores que suponían un problema a su aplicación como “barracuda” de los océanos. En el proceso de desintegración, transforma el polímero en CO₂, un gas que no es precisamente beneficioso para la atmósfera.

Solo un 15% de los plásticos permanecen en la superficie de los oceanos
Solo un 15% de los plásticos permanecen en la superficie de los oceanos Istock / panaramka

Pero el verdadero gran impedimento es la necesidad del Sol, concretamente de los rayos uva, para “comerse” el plástico. Este tipo de radiación es absorbida en un 40% en el agua, pero solo llega a penetrar a un metro de la superficie. Mientras tanto, el 70% de los plásticos se encuentran en el lecho marino.

La búsqueda continua

El hecho de que el hongo no pueda servir como una solución permanente es solo un bache en el camino, según afirman los investigadores. El estudio de los hongos marinos es un área poco desarrollada y los organismos conocidos capaces de desintegrar plástico se pueden contar con los dedos de una mano. Además, frenar estas investigaciones no es una opción.

Los efectos de la contaminación irán creciendo con el paso de los años
Los efectos de la contaminación irán creciendo con el paso de los años Istock / tunart

Los datos divulgados por el Parlamento Europeo no dejan espacio para la duda. Actualmente, hay 150 millones de toneladas de plástico en los océanos y cada año ese número aumenta en millones más. Para 2050, a este ritmo, en los océanos habrá más plásticos que peces en los mares, según unas estimaciones de la Fundación Ellen Macarthur. 

De no hacer nada al respecto, los plásticos pueden llevar a la extinción masiva de especies y a la exposición química en humanos a través de la cadena alimenticia. Frente a esta premisa, el descubrimiento del Parengyodontium album es visto como una buena noticia, que debe servir como motivación para seguir trabajando en una solución definitiva.

26 de julio de 2023

El impuesto a los plásticos no reutilizables repercute negativamente en el 80 % de empresas del sector, según un informe

 Madrid.- El impuesto especial sobre los envases plásticos no reutilizables, en vigor desde el pasado 1 de enero, ha repercutido en una pérdida de ventas para más del 80 % de las empresas implicadas, según un comunicado de la plataforma EsPlásticos, que aúna a los diferentes agentes del sector.

El porcentaje se obtiene de una encuesta elaborada por la Asociación Española de Industriales Plásticos (ANAIP) según la cual al menos ocho de cada diez empresas afirman que tanto su volumen de negocio como los pedidos han disminuido tras la implantación de la nueva exigencia impositiva.

Las compañías pertenecen a los sectores de envases y embalajes, construcción, agricultura, manufacturas, automoción, piscinas, farmacéuticas, químicas y ‘masterbatch’.

Falta plástico reciclado

Entre el 25 y el 30 % de ellas certifica menores ventas en el caso concreto de los envases plásticos de un solo uso y se queja de los “problemas para disponer de plástico reciclado”, lo que “supone una dificultad añadida”.

El sondeo también indica que casi el 20 % de las compañías tiene “problemas en detectar y analizar qué tipos de envases se ven afectados” exactamente y “un gran número” no sabe si su envase puede ser reutilizable y cómo justificar esa reutilización.

La adaptación a la nueva tasa ha supuesto un gasto mínimo de 10.000 euros por empresa que, para más del 37 %, ha sido de entre 10.000 y 50.000 y, para el 30 %, de más de más de 50.000 euros, lo que ha conllevado “dificultades relacionadas con la financiación”.

Otros problemas generados por el impuesto son la actualización de los sistemas informáticos y la complejidad de los documentos contables, así como la “gran dificultad” para transmitir la información relacionada con el mismo “tanto dentro de la empresa como hacia el exterior” y la competencia desleal.

Más de un 71 % de los encuestados estima que tuvo que abonar a Hacienda más de 30.000 euros por trimestre desde la implantación de la tasa y además aumentar la cantidad de horas empleadas por persona para dedicarlas sólo a este cometido, con una media de 13 horas de media al mes por persona, mientras detectaban “falta de formación de los empleados de Hacienda”.

El sector pide retirar o modificar el impuesto

EsPlásticos indica que, a pesar de estas dificultades, un 80 % de la industria ha conseguido implantar ya correctamente el impuesto, lo que supone un esfuerzo “en un plazo récord”.

No obstante, el sector continúa descontento, como indica el portavoz de EsPlásticos y director general de ANAIP, Luis Cediel, ya que “seguimos considerando que este impuesto debe eliminarse” o al menos “modificarse con carácter de urgencia” por “la complejidad de su aplicación y el daño que causa a la industria y la cadena de valor”, un sector que en España afecta a más de 3.000 empresas -un 98 % de ellas, pymes y micropymes- que dan trabajo a más de 90.000 personas.

Cediel recuerda que el Gobierno impuso la nueva tasa con el objetivo de fomentar la economía circular, la reutilización y el uso de material reciclado pero le insta a “que analicen y midan si la medida implantada está ayudando a cumplirlo” de verdad. EFEverde.

5 de julio de 2023

Eliminar las bolsas de plástico pero sin “demonizar” el material, desafío del reciclaje

 Madrid.- Eliminar las muy contaminantes bolsas de plástico de un solo uso pero sin “demonizar” un material con muchas virtudes es uno de los principales desafíos del reciclaje, según explicaron a EFE varios especialistas en el Día internacional libre de bolsas de plástico que se conmemora este lunes.

Algunos estudios indican que cada persona gasta una media de 230 bolsas plásticas al año, lo que equivale a más de 500 billones a nivel mundial y ya proporciona cierta perspectiva de la situación, pero el problema más grave lo representan los fragmentos minúsculos o microplásticos en los que terminan por descomponerse y que llegan a los océanos para incorporarse a la cadena trófica, primero en las especies marinas y, más tarde, en la humana.

Hoy día existen en torno a 51 billones de este tipo de partículas en mares y océanos y en los dos primeros decenios del siglo XXI “se ha fabricado la mitad de todo el plástico elaborado en la historia de la humanidad”, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

El viejo prototipo de usar y tirar 

Las bolsas de plástico surgieron como alternativa barata y, paradójicamente, ecológica, en los años cincuenta del siglo XX y, tal y como las conocemos ahora, fueron diseñadas por el ingeniero sueco Sten Gustaf Thulin quien creó una bolsa de polietilieno de pieza única para una compañía de embalaje de Suecia, Celloplast, que patentó el invento en 1965.

La intención de Thulin era que cada bolsa fuera reutilizada durante mucho tiempo pero la lógica ultracapitalista anglosajona impuso la filosofía de usar y tirar, lo que terminó por generar el actual problema de residuos.

“En aquella época, en el mundo apenas se fabricaban dos millones de toneladas de este material, que, pensado para durar cientos de años, podría haber seguido siendo una solución sostenible ya que es maravilloso: moldeable, resistente, duradero, ligero y económico” dijo la periodista y activista Ana de Santos Gilsanz.

Por ello, “no debemos demonizar el plástico en sí, sino replantearnos el uso que hacemos de él” ya que, recalcó De Santos, “estamos utilizando un material prácticamente indestructible para fabricar objetos con una vida útil de pocos minutos”.

De hecho, apenas 12 minutos, precisó Julio Barea, responsable de campañas de Consumo y Biodiversidad de la organización ambientalista Greenpeace, quien indicó que “entre que la compras, la llevas a casa y dejas de necesitarla, su vida útil se reduce a esos pocos minutos” a los que siguen decenios de degradación.

Esa degradación “no quiere decir que se desintegre, desaparezca o se biocomposte, sino que se rompe en trocitos cada vez más pequeños que, al final, contaminan la cadena trófica, las aguas, las tierras…”, advirtió, y “no hablamos de una o dos bolsas, sino de miles de millones que se fabrican y se tiran cada año en el mundo, lo cual es una barbaridad”.

Por eso Barea es partidario de eliminarlas directamente, lo que considera que “no sería un gran trauma, puesto que nuestras abuelas nunca utilizaron las bolsas de plástico para hacer la compra” y, ante las opciones reutilizables disponibles a día de hoy, “en dos semanas a nadie se le ocurriría ir al supermercado sin su bolsa”.

Para Tomás Gómez Franco, profesor de Fundamentos económicos y economía mundial en la Universidad Internacional de Valencia (este), “España está retrasada respecto al resto de países en Europa” porque de media se sigue generando “más de 120 toneladas de plástico diario”.

“Una cosa que no se ha dicho lo suficiente es que para el año 2050 tenemos un mandato que implica cambiar nuestra forma de consumo, nuestra forma de producción, para ir hacia la economía circular”, subrayó Gómez.

Aunque “cualquier medida restrictiva o impositiva a la gente le sienta mal”, sugirió tomar como ejemplo a Irlanda que garantizó “una reducción del 90 % del consumo de residuos” gracias a la sensibilización de su población. EFEverde


7 de enero de 2019

Formas sencillas de reducir el plástico en familia

En asociación con la National Geographic SocietyEsta historia forma parte de ¿Planeta o plástico?, una iniciativa plurianual para crear conciencia sobre la crisis global de desechos plásticos. Aprende cómo puedes reducir el empleo de plásticos de un solo uso y comprométete. #PlanetaOPlástico
Los propósitos de Año Nuevo suelen estar relacionados con la mejora personal: hacer más ejercicio, ahorrar dinero o aprender algo nuevo. Este año, haced un propósito en familia: reducir los residuos de plásticos de un solo uso.
Este propósito se parece a perder kilos: los científicos estiman que cada año llegan al océano más de 8.000 millones de kilogramos de residuos plásticos. Y los niños, apasionados protectores del planeta ansiosos por encontrar una forma de ayudar a salvarlo, no te permitirán ignorar este propósito.
A continuación, proponemos tres maneras de emplear menos plástico en 2019 en familia.

Diviértete más

Remedia la falta de entretenimiento y organiza una fiesta sin plástico, ya sea un cumpleaños, una celebración de algún festivo o una reunión de Año Nuevo.
Deja que tus hijos desaten su creatividad y se encarguen de la decoración: remplaza los globos (que los animales marinos pueden confundir con comida) con decoraciones de papel como banderines, serpentinas y confeti. Si en tu celebración ibas a incluir purpurina (que, por desgracia, es solo fragmentos diminutos de plástico), piensa en comprar una opción natural hecha de eucalipto.

Come más sano

Decidir comprar de forma más inteligente es más sano para ti y el planeta.
Evita los productos envasados con envoltorios plástico individuales y, en su lugar, opta por palomitas de maíz y chips de plátano de la sección a granel del supermercado. Compra frutas y verduras enteras con bolsas reutilizables, opta por legumbres enlatadas y, en tiendas a granel, llena recipientes que traigas de casa con cereales (como cuscús o arroz integral).
En casa, deja que tus hijos te ayuden a preparar una comida sin plástico. Si hay pescado en el menú, usa una guía en Internet como Seafood Watch, que tiene en cuenta las prácticas empleadas para capturar cada tipo de pez, y así reducirás el daño provocado por los aparejos de pesca abandonados.

Ahorra dinero

Todos queremos proponernos gastar menos dinero, y el plástico es un buen comienzo: celebra un intercambio de juguetes con tus hijos y sus amigos en lugar de comprarles artículos nuevos y llévalos a una biblioteca local para buscar en la colección de DVD en lugar de comprarlos envueltos en plástico. Y no te olvides del plástico en el que se envasan la mayoría de artículos comprados por Internet: el propósito de reducir el plástico servirá como barrera para la compra impulsiva.
También puedes dar a fragmentos de plástico antiguos una nueva vida (y evitar comprar un artículo nuevo), como usar los envoltorios para recoger los excrementos de tu mascota.

17 de enero de 2017

Opciones para reemplazar las bolsas plásticas al hacer las compras

Ya rige la prohibición de entregarlas en los supermercados porteños. Los changuitos, las bolsas reutilizables y los canastos, los nuevos imprescindibles.
Opciones para reemplazar las bolsas plásticas al hacer las compras
El nuevo año trajo un obligado cambio de costumbres. Desde ayer, los hipermercados, supermercados y autoservicios chinos tienen prohibido entregar bolsas plásticas. La medida, que busca evitar la contaminación, forzará a los vecinos a volver a los changuitos, a las bolsas de tela o a buscar alguna de las bolsas ecológicas que está repartiendo el Gobierno porteño en forma gratuita.
Hay opciones para todos los precios. Una posibilidad es comprar las bolsas reutilizables que ofrecen los propios supermercados. Son de tela o rafia (tipo esterilla) y pueden costar desde $ 8 hasta $ 150, según el modelo, tamaño y la calidad de la elaboración. El Ministerio de Ambiente y Espacio Público está repartiendo gratis este tipo de bolsas, en diversos puntos de la ciudad. Ya entregaron 500.000 y quieren llegar al millón.
También está la chance de las bolsas más modernas. Pueden ser por ejemplo las de diseño, que suelen estar confeccionadas con materiales reciclados y tienen dibujos o diferentes intervenciones artísticas. Cuestan de $100 en adelante.
Otra opción son las bolsas plegables, que se pueden doblar hasta quedar del tamaño de un sobre o una pelota de tenis. Son muy prácticas para llevarlas en una cartera o bolsa y sacarla al llegar al súper. Algunas también vienen con formas de animales, frutas o flores. Se las puede conseguir desde $ 50 en adelante.
En los últimos tiempos también se pusieron de moda las bolsas plegables que se colocan dentro del carro del supermercado y luego se levantan ya con todos los productos adentro. Tienen un fondo rígido, pero se las puede doblar y hasta meterlas dentro de una funda. En Internet están desde $ 200.
Los cestos de mimbre o los canastos son otra opción, aunque menos práctica. Los más económicos cuestan $ 100 en adelante, y los que se pueden poner en la bicicleta arrancan en $ 800.
Por último, la decisión de eliminar las bolsas plásticas le devolverá protagonismo a un viejo conocido: el changuito. Los más clásicos cuestan $ 400 en adelante, mientras que los modernos (algunos similares a las bolsas para palos de golf) pueden costar hasta $ 2.000.
De todas formas, seguirá habiendo bolsas en circulación. Es que las verdulerías, carnicerías, pescaderías, los autoservicios de las estaciones de servicio y otros comercios no están alcanzados por la medida.
La medida del Gobierno porteño obligará también a buscar otra opción a la hora de disponer de la basura domiciliaria, ya que las bolsas verdes y negras se usaban para tirar los residuos.
Más allá de su utilidad, las bolsas plásticas se habían convertido en un problema ambiental. Según el Gobierno, en la Ciudad se repartían cada año 500 millones de bolsas tipo “camiseta”, con dos manijas. El problema es que gran parte de esas bolsas terminaba en las calles, y así no sólo contaminaban sino que también bloqueaban los sumideros y alcantarillas, aumentando el riesgo de inundaciones.
En definitiva, la Ciudad se sumó a una decisión que ya se aplica en otras jurisdicciones, como Neuquén, Chubut, Río Negro y ciudades como Rosario, Villa Gesell o Bariloche. “Sabemos que este tipo de bolsas contamina el agua, tapa sumideros y afecta a la flora y fauna. Estamos acompañado a los vecinos en este gran cambio cultural, para que todos podamos disfrutar de una ciudad más limpia y verde“, aseguró Eduardo Macchiavelli, el ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad.
Claro que la decisión no estuvo exenta de polémica. La Cámara Plástica Argentina y empresas del sector presentaron un recurso de amparo para frenar la resolución, pero la Justicia no le dio lugar. Los fabricantes de bolsas se quejan de que la medida fue sorpresiva y afirman que la tendencia internacional es ir hacia un consumo racional de las bolsas plásticaspero sin llegar a la prohibición. Además, aseguran que las bolsas tipo camiseta son reutilizables y biodegradables.
En Buenos Aires hay cerca de 2.600 hipermercados, supermercados y autoservicios. En 2012 se había decidido introducir las bolsas verdes y negras, y autorizar que los comercios las cobraran.
Ecoportal.net
Para Buenos Aires

6 de diciembre de 2016

El reciclaje de envases agrícolas en España se recupera tras años de caída

Efeverde.- La tasa de reciclaje de envases agrícolas en España "podría superar este año el 50 por ciento", lo que supondría un "importante aumento" tras dos años consecutivos de caída, ha informado Rocío Pastor, directora de la empresa gestora de residuos agrícolas Sigfito.
En 2015, Sigfito recogió un total de 3.324 toneladas de envases fitosanitarios a nivel nacional, 3.740 toneladas el año anterior y 3.875 en 2013.
Pastor ha explicado a Efe que “una mayor información a los agricultores y la colaboración con la administración en lugares donde actuaban agentes no autorizados han contribuido a la recuperación de las tasas de reciclaje”.

Soluciones a los residuos de envases agrícolas

Sigfito ha organizado hoy en el marco de la 13 edición del Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama 2016) una jornada dedicada a la búsqueda de soluciones a los residuos de la agricultura y la ganadería con todos los sectores implicados.
“Los agricultores y ganaderos conocen perfectamente su responsabilidad con el pago por la gestión de sus residuos, el problema es cuánto se paga y cómo se paga”, ha señalado la responsable de Sigfito.
Y entre gestores del residuo y productores “no hay un enfrentamiento, sino que cada uno ve las cosas de manera diferente” y lo que los segundos demandan son “soluciones colectivas y eficientes para reducir costes”.
“Les faltan herramientas y hay que ponérselo fácil -ha enfatizado- son gente de campo acostumbrada a otras tareas y no a labores de gestión”.

Reciclaje de envases agrícolas

En su opinión, “hay que seguir el modelo europeo, basado en una normativa sencilla que les anime a reciclar”, y por ello ha reclamado “simplificar los trámites y supervisar y tutelar las obligaciones de agricultores y ganaderos”.
Seis de cada 10 envases de fitosanitarios y de otros productos agrícolas son entregados por el agricultor en los puntos Sigfito, lo que, en opinión de las organizaciones agrarias, pone de manifiesto su “sensibilidad” a la hora de gestionar sus residuos.
Sin embargo, otro tipo de envases, como semilleros, trampas agrarias o tuberías para riego, no corren la misma suerte y su gestión supone una gran dificultad logística “inviable” de llevar a cabo por parte del agricultor, según Sigfito.

Reinvidicaciones del sector

“Pedimos a las administraciones que sistemas similares a Sigfito den respuesta a otros envases”, ha reclamado Juan Sagarna, responsable de Cooperativas Agroalimentarias, pues “el agricultor ha demostrado que cuando se le pone un sistema al que tiene acceso de forma fácil y sencilla colabora igual que cualquier otro ciudadano”.
Para José Manuel Delgado, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), “los agricultores y ganaderos, responsables del 22 % de las emisiones de gases de efecto invernadero, tienen que apostar por el reciclaje, porque las propias ayudas agrarias van a verse condicionadas por ello”.
Por su parte, José Ramón Díaz, representante de Asaja, ha asegurado que el agricultor “quiere tener su entorno limpio, es el primer interesado en ello”, y ha reclamado mayores facilidades en la recogida de residuos.
reciclaje
Reciclaje de envases agrícolas. EFE/Sigfito
Marta Piqueras, responsable de COAG, ha subrayado que “hay una legislación que nos dice lo que tenemos que hacer, pero no disponemos de las herramientas, falta información, la gestión es muy compleja y existen interpretaciones confusas de la legislación”.
Ignacio Crespo, director general de Biotran, ha asegurado que el grado de implicación de las empresas gestoras de residuos es “de disponibilidad total, porque somos los primeros interesados en que el agricultor sepa lo que tiene que hacer”.
Todos los participantes han reclamado la creación de un grupo de trabajo que recoja las reivindicaciones del sector, como se planteó en 2014, aunque “a día de hoy hemos mantenido sólo una reunión y todo quedó en intenciones”, ha lamentado Piqueras.
La directora general de Sigfito ha hecho hincapié en que es necesario “armonizar” las actuaciones, ya que “hay explotaciones que están a caballo” entre dos autonomías, cada una con una legislación diferente.
Desde su creación en 2002, Sigfito ha recogido un total de 33.000 toneladas de envases fitosanitarios en más de 4.000 puntos destinados a ello, y prácticamente la totalidad de ellos se ha valorizado. Efeverde