28 de abril de 2021

¿Cómo nos afecta el ruido?

 Constantemente nos hacemos preguntas sobre cómo nos afecta y hasta qué punto nos puede alterar el ruido. Lo primero que tenemos que tener claro es qué es el ruido, y lo definiremos como aquellos sonidos que interfieren en la actividad humana diaria: el estudio, el trabajo, la comunicación, el descanso, etc.

Para hablar de cómo nos afecta el ruido en un ambiente normal de convivencia (lo que hacemos cotidianamente) hablaremos por separado del día y de la noche.

Durante el día nos encontramos con una serie de sonidos que entendemos como ruido cuando no podemos comunicarnos con otras personas, bien porque no nos oyen o bien porque no los oímos nosotros. Nos ocurre hablando, en el ambiente laboral, cuando estudiamos o cuando no podemos prestar atención a cualquier actividad que estemos realizando. 

Los sonidos más molestos: altos e intermitentes

Los sonidos que normalmente nos molestan más son lo que tienen un nivel alto, superior a 80 dBA, y son intermitentes. ¿Son estos perjudiciales para la salud auditiva? La respuesta es que si tenemos una exposición temporal moderada, no, es decir, no lo son si los oímos un rato durante el día y a lo largo de la semana, de vez en cuando. 

Únase y apueste por información basada en la evidencia.

La medida de cuánto es perjudicial se observa en la legislación laboral, en la que se establece que un trabajador expuesto a un sonido con un nivel inferior o igual a 80 dBA durante una jornada laboral de ocho horas no tiene riesgo de pérdida de audición. 

En las ciudades, en términos generales, los niveles de exposición son inferiores. Respecto a otros efectos nocivos, la Organización Mundial de la Salud ha detectado que las principales molestias debidas al ruido se producen sobre todo en las aglomeraciones, ejes viarios y aeropuertos. 

En nuestras casas tenemos varios tipos de sonidos, los externos –que pueden venir de la calle o de nuestros vecinos– y los propios –que son los que menos nos molestan–.

Cuando percibimos los primeros en niveles que casi coinciden con el exterior significa que tenemos un mal aislamiento acústico de nuestros cerramientos (y, por lo tanto, también térmico). El ruido se suele colar por juntas, sobre todo por las ventanas que tienen un mal cierre, y por las cajas de persianas. La solución está en mejorar la estanqueidad de las ventanas, o bien añadir una doble ventana. En cuanto a las cajas de persianas, existen tratamientos realizados por empresas del sector que permiten insonorizarlas.

¿Qué ocurre durante la noche?

Por la noche lo percibimos más porque se ha eliminado parte del ruido de fondo que existe durante el día y es entonces cuando empezamos a oír los sonidos que antes no se escuchaban y que se hacen evidentes. El nivel sonoro recomendado por la OMS es de 30 dBA en los dormitorios, que es el equivalente a la ausencia de ruido –cuando no hay, el nivel se sitúa entre los 25 y 30 dBA–. Entonces los sonidos tienen un componente psicológico de molestia porque se hacen más evidentes. 

Si el sonido se produce dentro de nuestra vivienda, se localiza la fuente que lo produce y normalmente se resuelve. Sin embargo, si el ruido proviene del exterior, bien de un vecino o bien de la calle, la forma de proceder es diferente. 

Las ciudades o las comunidades autónomas disponen de ordenanzas que regulan el nivel sonoro nocturno producido, tanto en la calle, como el que llega al interior de nuestra vivienda. 

Dentro de nuestra casa

El nivel permitido en el interior de las casas producido por un sonido exterior no puede superar los 25 a 30 dBA en los dormitorios, y así lo recogen la mayor parte de las ordenanzas de las ciudades de España. Si hubiera un nivel superior causado, por ejemplo, por un vecino, lo más recomendable es hacérselo saber, ya que muchas veces el oído humano no es consciente de lo que un ruido puede molestar a otra persona. En cualquier caso, la Policía Municipal siempre puede ayudar teniendo en cuenta la legislación de cada municipio.

Como se desprende de lo comentado en el párrafo anterior, los niveles de ruido son más bien bajos, inferiores a 50 dBA en la mayoría de los casos, por lo que no tienen el nivel acústico necesario producir patologías auditivas. Sin embargo el efecto que produce sobre la perturbación del sueño es lo que realmente perjudica a la salud y donde se ven sus efectos adversos.

El nivel sonoro de las ciudades durante el día y la exposición temporal a la que habitualmente nos encontramos sometidos no afectan a la pérdida de oído más allá de lo que es la presbiacusia(pérdida auditiva debido a la edad).

Y durante la noche, el problema que se puede dar por el ruido no afecta tampoco a la capacidad auditiva, pero sí trae consigo trastornos del sueño. Sin embargo, siempre estaremos más expuestos si vivimos en una ciudad con grandes aglomeraciones, ejes viarios, ferroviarios o aeropuertos.

27 de abril de 2021

Los Megahueros dolares de la Ira

  

El paisaje de pastos, trigales, tractores y vacas puede tornarse en auténticos mares de espejos y placas. Es otro temor de la llamada España vaciada, ante la carrera por la instalación descontrolada de grandes parques fotovoltaicos. Los supervivientes del sector agrario han decidido plantarles cara ante la pérdida de tierra para cultivos, pastoreo y actividades como el enoturismo.

El proceso, esbozado hace tres años denominándolo eufemísticamente “huertos solares”, se ha acelerado con ambiciosos objetivos y copiosas primas a la producción fijados en la Hoja de Ruta Española de la Energía: un 75% debe ser de origen renovable en 2030 y el 100% en 2050.

Ecopolémica inédita

La ecopolémica está servida, con papeles inéditos. Los cultivadores de tierras ajenas, en la cuerda floja, se verán obligados a dejarlas. Los propietarios y ayuntamientos se mueven por sustanciosos contratos y la expectativa de un “pelotazo”. También hay tentadores beneficios vía impuestos para las administraciones autonómicas, encargadas de las evaluaciones de impacto ambiental.

Las asociaciones ecologistas defienden a capa y espada estas plantas por su condición de ‘verde’.  Advierten de que las placas son letales para las aves, especialmente esteparias y piden que se fiscalicen con más rigor los proyectos y se empleen materiales renovables en las obras. 

Rentas sin rival

“Es imposible igualar los entre 150 y 240 euros por hectárea que nosotros pagamos de renta a los dueños con los 1.500-2.500 durante 40 años que ofrecen algunos promotores”, aseguran en la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Guadalajara, provincia con una docena de megaparques proyectados.

El presidente saliente de la asociación, Cipriano Ramiro,  pide a los ayuntamientos que legislen y limiten a un máximo del 15% del suelo municipal  las dedicadas a este tipo de instalaciones, para “seguir conviviendo todos”.

 “No todo es dinero, que tiene que venir de los famosos 140.000 millones europeos que predica Sánchez. La tierra es un bien que hay que preservar manteniendo las faenas y actividades tradicionales”, aseguran los agricultores. 

Peligro de extinción 

Los agricultores se están convirtiendo en otra especie en peligro de extinción. Según datos oficiales, casi 8.000  dejan la tierra cada año en España. Las cifras de afiliación a la Seguridad Social registran una caída de casi 80.000 autónomos agrarios en una década. 

En el sector agrario dudan del empleo que puedan generar “durante los tres meses de montaje estos proyectos faraónicos”. Un equipo de expertos de Extremadura, la región que albergará las plantas más grandes de Europa, denuncia que el despliegue energético sólo ha creado 1.690 empleos estables.

Campo poligonero

Las fincas de Toledo y Albacete son también muy codiciadas “para sembrar placas” por su abundante sol,  su cercanía a Madrid y líneas de evacuación bien comunicadas. “A este paso van a convertir el campo en un polígono de energías renovables”, asegura Antonio Moreno, de Ecologistas en Acción.

El conservacionista teme que se esté gestando otra gigantesca burbuja especulativa en la España rural, esta vez de plantas fotovoltaicas además de parques eólicos.  Recuerda la carta de alerta en defensa de la naturaleza  que firmaron 23 científicos del CSIC publicada el pasado diciembre en la revista Science.

Atropello legal

Organizaciones agrarias de las dos Castillas, Aragón, Valencia, Murcia, Euskadi, Extremadura, Navarra y Andalucía se han movilizado para detener los intentos de “expulsar” a agricultores y ganaderos de tierras y pastos que han estado aprovechando durante decenios. En algunas comarcas lo consideran un atropello legal y han constituido plataformas de lucha.

En Paredes de Nava (Palencia) han llevado a la vía judicial para que se respeten sus derechos y frenar un megaproyecto fotovoltaico de 500 hectáreas en terrenos comunales, que amenaza con expulsar a unos 70 cultivadores. 

En Navas del Marqués (Ávila) han recurrido otro similar a 700 campos de fútbol. “Sería un mazazo para la importante actividad ganadera de vacuno de carne en extensivo”, señala Joaquín Pino, de la junta agropecuaria local.

Ataque al enoturismo

Viticultores y bodegueros riojanos han ido a los tribunales para frenar 19 nuevos parques solares que se unirán a otros seis eólicos y 14 existentes. Culpan a su Gobierno regional de autorizar megaparques que, con fuerte impacto paisajístico, arruinan su propia estrategia de situar a la región como epicentro nacional del enoturismo.

La Asociación de Paisajes y Viñedos, creada para detener esta expansión sin control, pide que se busque “el mejor equilibrio posible entre la implantación de energías renovables y la conservación de nuestro potencial paisajístico”.

En Navarra, también ha saltado la alarma. En Cataluña la Unión de Pagesos calcula que la mitad de las tierras agrícolas están alquiladas. Reclama que estas instalaciones ocupen las zonas con menor potencial productivo.

 

22 de abril de 2021

¿FELIZ DÍA INTERNACIONAL DE LA MADRE TIERRA?

 

En este día, toma especial relevancia releer o leer (si aún no lo han hecho), la encíclica Laudato Si’, pues sigue siendo nuestra mejor brújula para reorientar nuestros esfuerzos globales, nacionales, locales y personales, hacia una conversión ecológica integral que contemple el grito de la Naturaleza y de los pueblos y comunidades menos desarrollados, que ya sufren los efectos del Cambio Climático. Avancemos juntos hacia el cumplimiento de los Objetivos Laudato Si’ que el Dicasterio de Desarrollo Humano e Integral nos propone para los próximos 7 años.

Naciones Unidas nos invita a celebrar, hoy día 22 de abril, el Día Internacional de la Madre Tierra en un renovado intento por concienciarnos sobre los retos y problemas que actualmente padece nuestra Casa Común. Para ello se ha elegido el lema: “Restaurar la Tierra”.

RESTAURAR, regenerar, recuperar, rehabilitar… son sinónimos que nos invitan a la acción. 

Durante el último año, los gobiernos y la mayoría de la ciudadanía hemos vivido centrados en combatir los efectos mortales de la Pandemia del Coronavirus Covid-19. Somos muchos los que directa o indirectamente, hemos perdido a varios seres queridos durante la pandemia.  

El Covid-19 ha frenado gran parte de las acciones globales, nacionales y locales respecto a los compromisos adquiridos en la Cumbre de Paris 2015, ralentizando nuestra capacidad para avanzar en el cumplimiento de los ODS y la Agenda 2030.

Desgraciadamente, cada vez nos queda menos tiempo para ACTUAR…

Durante la Pandemia se han hecho múltiples reflexiones a como volver a una nueva normalidad, y sin duda alguna, todo debería pasar por cambiar nuestros estilos de vida, para salvar no solo a la humanidad, sino también la biodiversidad y los ecosistemas marinos y terrestres que nos sustentan e inspiran.

No podemos confiar solamente en la tecnología y los avances científicos, como medida de adaptación a los retos que se nos vienen encima: Meteorología cada vez más extrema, los efectos del calentamiento global sobre el Cambio Climático, la perdida de acceso al agua potable, la continua y dolorosa pérdida de biodiversidad, la destrucción de ecosistemas irremplazables… por citar solo algunos.

El panorama no pinta muy bien para la Tierra y para los seres vivos que la habitamos, por eso la urgente llamada de Naciones Unidas invitándonos a “Restaurar la Tierra”, sus ecosistemas, la biodiversidad… impulsando proyectos que nos permitan frenar el calentamiento global del planeta y avanzar hacia la resiliencia de las comunidades humana, junto al resto de los seres vivos… pues como proféticamente indicaba el Papa Francisco, todo está interconectado.

Hoy, como cristianos y ciudadanos responsables, nos sentimos llamados a ser “ciudadanos del mundo”, desde una nueva fraternidad universal que trabaja unida por mejorar el presente y asegurando un futuro sostenible a las nuevas generaciones, acogiendo también, a los hermanos y hermanas que se ven forzados a desplazarse por los efectos del clima en sus regiones de origen (recomendable leer las Orientaciones Pastorales sobre desplazados climáticos).

Recordemos que somos bienaventurados y reconocidos como auténticos hijos e hijas de Dios, en la medida en que trabajemos por la Paz. Todos nuestros esfuerzos por avanzar en la Justicia Social, Medioambiental e Intergeneracional, son pasos que debemos dar como mensajeros de la Paz.

Empecemos por reducir nuestras huellas de carbono, nuestra huella hídrica y nuestra huella ecológica… también replanteándonos nuestra propia huella social (individual, comunitaria y empresarial), no olvidemos la influencia que cada uno de nosotros tenemos también en las redes sociales y en nuestras relaciones con los demás.

Recordemos que gran parte del problema se encuentra en nuestros hábitos diarios, debemos cambiar nuestros estilos de vida, especialmente nuestra forma de consumir, eligiendo mejor los productos que realmente necesitamos (alimentos y ropa), debemos demandar una economía circular real y apoyarla con nuestras decisiones de consumo, recordando que antes que reciclar hay que optar por no consumir innecesariamente. Reducir nuestro consumo es vital para el Planeta.

Como consumidores tenemos un gran poder económico, político y social… solo hace falta creérselo, unirse a otros y trabajar juntos por el cambio, más aún en este momento en que los fondos europeos “Next Generation” pueden suponer una última oportunidad… no solo para Europa. No podemos quedarnos con la idea de que esto es un problema de los políticos y las empresas… ¡Despertemos como ciudadanos responsables, como cristianos comprometidos!… con el cuidado de la vida, de los seres humanos en todas sus etapas y de los seres vivos con los que compartimos el planeta, exijamos un cambio, empezando por nosotros mismos.

Hoy debemos celebrar que empezamos a RESTAURAR… las relaciones con Dios, a través de la reconciliación de los seres humanos con la naturaleza en la que habitamos, sanando y restaurando los ecosistemas que permiten la continuidad de la vida, en nuestra Casa Común.

Carlos Jesús Delgado Reguera
Coordinador de la Comisión Diocesana de Ecología Integral
Vicaría para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación
Arzobispado de Madrid

21 de abril de 2021

Lo que se sabe realmente del deshielo del Ártico y su impacto en el clima de la Tierra

 

Un iceberg frente a la isla de Bylot, en el Ártico canadiense.
Un iceberg frente a la isla de Bylot, en el Ártico canadiense.DAVID GOLDMAN / AP

Uno de los efectos más notable del calentamiento global que estamos experimentando es la pérdida de hielo marino que acontece en el hemisferio norte, concretamente en el Ártico. Las observaciones por satélite indican que la extensión de hielo marino en septiembre (cuando se alcanza el mínimo anual) ha decrecido aproximadamente un 13% por década en los últimos 40 años, si bien es cierto que con una alta variabilidad interanual. Además, es uno de los fenómenos que más interés y debate suscitan debido a los potenciales impactos que puede tener sobre la dinámica atmosférica y por tanto, sobre el clima de la Tierra, así como por su complejidad.

La complicada relación entre el deshielo del Ártico y el comportamiento de la atmósfera ha copado titulares durante los últimos años en los medios de comunicación. Sin embargo, si bien existe una hipótesis que se creía robusta y que ha calado en profundidad en el ámbito divulgativo, en los últimos tiempos la evidencia científica parece estar cambiando.

Concretamente, estamos hablando sobre cómo afecta el deshielo al chorro extratropical, una corriente de fuertes vientos que navegan en la alta troposfera (unos 9.000 metros de altura) alrededor del Polo formando ondas, llamadas Ondas de Rossby. El comportamiento de esta corriente tiene consecuencias directas en el tiempo diario que nos afecta. Un carácter muy ondulado provoca una mayor ocurrencia de fenómenos extremos en latitudes medias (olas de frío/calor, inundaciones, etc.), mientras que un comportamiento más lineal o zonal tiende a provocar una meteorología más acorde al clima normal.

A este respecto, el rápido deshielo del Ártico lleva a un efecto conocido como la Amplificación Ártica (AA), es decir, un calentamiento anómalo de las regiones polares del hemisferio norte. A su vez, esto provoca un suavizado en la diferencia o gradiente de temperaturas superficiales entre las zonas polares y las tropicales, lo cual afecta al comportamiento del chorro extratropical, adquiriendo un carácter más ondulado.

La idea de que la Amplificación Ártica pueda estar afectando a los patrones de la circulación atmosférica cobró importancia en 2012 gracias a la científica Jennifer Francis, después de que algunas zonas de latitudes medias estuvieran experimentando una serie de inviernos extremadamente fríos, a pesar del calentamiento global. Según dicha teoría, ese vínculo debería haberse afianzado en los siguientes años. Sin embargo, desde entonces, el deshielo en el Ártico y la Amplificación Ártica han continuado su curso, pero ello no ha repercutido en la continuación de un comportamiento más ondulado del chorro extratropical, ni en la sucesión de inviernos más fríos, especialmente en Eurasia. Por tanto, la conexión vista entre 1980 y 2010 parece haber perdido robustez en los últimos años. No porque no exista, sino porque hay otros fenómenos distintos al deshielo que pueden estar influyendo.

Hace falta un periodo más largo de datos e investigaciones para tener una idea más clara de lo que pueda estar sucediendo. Por ejemplo, esta conexión puede estar siendo alterada por otros fenómenos como la expansión de los trópicos, que también puede modificar el comportamiento del chorro extratropical.

Por otro lado, aparte de lo que ocurre en la atmósfera, existe también una influencia del calentamiento global y el deshielo del Ártico en el océano, que ha cobrado especial interés en las últimas semanas. Las corrientes oceánicas pueden verse afectadas por estos fenómenos al cambiar los patrones de salinidad y temperatura, influyendo en la circulación termohalina, que tiene relación con la circulación oceánica a gran escala. La rama de esta circulación en el Atlántico Norte, llamada AMOC (del inglés, Atlantic Meridional Overturning Circulation), parece estar ralentizándose de forma abrupta en el pasado siglo, llevándola a su estado más débil en el último milenio.

Esta circulación juega un papel muy importante en el sistema climático de la Tierra ya que transporta calor desde el Atlántico tropical hasta latitudes más altas. Está relacionada con la famosa corriente del Golfo, a la que se le ha atribuido (no del todo cierto) la causa de que Europa disfrute de un clima más cálido que Estados Unidos al otro lado del Atlántico. Decimos no del todo cierto porque se ha demostrado que otros factores atmosféricos también influyen en dichas diferencias. En cualquier caso, un debilitamiento o paralización de la AMOC sí que puede llevar a graves cambios extremos en el clima de la Tierra, especialmente en Europa, lo cual es otro fenómeno digno de seguir su evolución con preocupación. De hecho, está considerado como uno de los puntos de inflexión en el sistema climático; su ralentización puede llevarnos a terrenos inexplorados en el funcionamiento del sistema climático.

No podemos terminar sin mencionar la vinculación del temporal Filomena —que azotó buena parte del país el pasado mes de enero— con el comportamiento del vórtice polar estratosférico y el chorro extratropical. Esta relación quedaría fuera del contexto del deshielo ya que existen también otros fenómenos que pueden perturbar el comportamiento del vórtice polar, como son los calentamientos súbitos estratosféricos, y que de momento no se ha encontrado un cambio en la tendencia de éstos con el calentamiento global. Para intentar vincular el temporal Filomena con el calentamiento global, así como con estas perturbaciones en el vórtice polar, hacen falta estudios rigurosos. Posiblemente, exista una relación, pero una mayor inversión en España en estudios de atribución del cambio climático es necesaria para poder resolver estas preguntas adecuadamente, como ya se empieza a hacer en otros países y de forma incluso operativa.

Juan Jesús González es investigador Juan de la Cierva en ciclones, dinámica atmosférica y cambio climático en la Facultad de Físicas de la Universidad Complutense.

Teresa Ribera ve necesario otorgar al agua un espacio idóneo en la transición verde

 En su intervención en la primera Conferencia Europea StepbyWater, la también vicepresidenta cuarta del Ejecutivo español ha coincidido con el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevicius, en la importancia de actuar ya ante los desafíos de la pérdida de biodiversidad, la contaminación, la escasez y el calentamiento global.

Ribera ha asegurado que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia propuesto por el Gobierno para aprovechar los fondos europeos es “el espacio idóneo” para acometer un cambio “en la forma de pensar.

Por ello, se destinarán cerca de 7.000 millones de euros en proyectos relacionados con el agua en los próximos seis años; hasta el momento, la primera partida, del total de 140.000 millones que recibirá España, ha dotado con 100 millones a iniciativas que mejoran el saneamiento y depuración de aguas residuales en entornos poblacionales de hasta 5.000 habitantes.

Pacto Verde Europeo

El representante de la Comisión Europea ha destacado la utilidad del Pacto Verde Europeo para encontrar soluciones que prioricen el respeto al mundo natural y lograr una huella de carbono neutral.

“Si siempre anteponemos la economía al ecosistema, como hemos hecho en el pasado, es probable que acabemos sin ambos”, ha advertido durante su discurso, en el que también ha destacado la “ambición” presupuestaria de la Unión Europea y el compromiso español para lograr el objetivo.

Junto a ellos, en el panel de inauguración de la conferencia virtual “El valor del agua en el pacto verde europeo”, el director ejecutivo de Aqualia y presidente de la alianza integral StepbyWater, Félix Parra, ha manifestado que “el agua es mucho más que oro líquido” y que evitar una crisis será positivo para las economías y no hacerlo supondrá “un estrés” para el desarrollo.

Parra ha lamentado que la presencia del agua en los planes de recuperación del Gobierno haya quedado “diluida” y ha reclamado un esfuerzo para “impulsar políticas transformadoras que ubiquen este recurso en el lugar que se merece”.

Los eurodiputados Clara Aguilera y Juan Ignacio Zoido, el concejal de Vivienda y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Lérida, Sergio Talamonte, y la consejera de Agricultura, Desarrollo Rural y Territorial de Extremadura, Begoña García, han participado en una mesa redonda para debatir sobre el papel de las regiones y del marco normativo en la materia del agua. EFEverde