Los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs a partir de ahora) son compuestos químicos, tóxicos y negativos para la salud, con un periodo largo de permanencia en el medio y fuerte tendencia a acumularse en en el tejido graso de los seres humanos y animales, principalmente en los depredadores terminales. Su medio de transporte es el aire por lo que pueden ser generados en un lugar y viajar hasta otras zonas con gran facilidad. En particular se concentran en las zonas frías del planeta, como los polos y las altas montañas. Estos compuestos fueron muy utilizados en agricultura e industria tras la segunda guerra mundial y en la actualidad, la mayoría de ellos están prohibidos o controlados por acuerdos internacionales.
Según un estudio publicado en diciembre de 2016 en la revista Environmental Toxicology and Chemistry por investigadores de la Universidad de Milano Bicocca (Italia) y del Instituto IMDEA Agua (España), los COPs presentes en el Ártico representan un riesgo para las especies al nivel mas alto de la cadena trófica, como los osos polares. Las crías de esta especie se alimentan de leche materna, con un contenido de grasa del 35%, contaminada por estos compuestos. Se ha calculado que el riesgo en las crías de oso es mil veces mas alto que el nivel de seguridad establecido.
Los investigadores recopilaron datos de las cuatro últimas décadas de un amplio sector de las regiones árticas y sub-árticas, considerando la cadena trófica, dieta de los animales y la concentración de COPs en el medio. Los científicos calcularon concentraciones de hasta 19 sustancias químicas halladas en especies como las focas anilladas o los osos polares.
"Este trabajo es el primer intento de cuantificar el riesgo general de COPs para el ecosistema ártico y definir una clasificación con el fin de destacar los productos químicos más peligrosos en la mezcla existente", dijo Sara Villa co-autora del estudio de Environmental Toxicology and Chemistry.
Es fundamental implementar continuamente el control de los contaminantes emergentes
En el estudio se refleja que desde la década de los 80 se ha producido una disminución de COPs y del riesgo en cachorros de oso, gracias, principalmente, a la toma de medidas de control a nivel internacional. Sin embargo, la composición de estos compuestos cambia constantemente y la reciente adición de nuevos COPs al medio, particularmente de los llamados sulfonato de perfluorooctano, usados como protectores de telas, aumentó desde la década de 1970 hasta que fue prohibido en 2009.
En este sentido, el trabajo también aporta información que podría utilizarse para evaluar la eficacia en las medidas de control (Convenio de Estocolmo) de la reducción mundial de riesgo de los COPs, estimando el tiempo necesario para la reducción sustancial de los COP existentes, y destacando futuras prioridades de investigación para potenciales COPs emergentes que aparezcan.
"Los resultados demuestran que las medidas de control internacionales son eficaces para reducir el riesgo para los ecosistemas. Sin embargo, es fundamental implementar continuamente el control de los contaminantes nuevos y emergentes ", añadió Marco Vighi, co-autor del estudio e investigador principal del grupo de ecotoxicología en IMDEA Agua.
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