Existe la extendida creencia de que los bosques los principales productores de oxígeno del Planeta Tierra, lo que conviene puntualizar y aclarar, siempre sin restar importancia al papel que desempeñan selvas y bosques, para que los verdaderos responsables de podamos respirar la tengan. Y estos responsablea no son otros que los océanos.
Aunque los incendios que están asolando los últimos años a la selva amazónica suponen una auténtica desgracia, ya que es un ente imprescindible para la vida en el Planeta, su papel como pulmón de la Tierra no es tal ya que el balance entre generación oxígeno y absorción de CO2 no es el que suponíamos.
Sin embargo, nuestros mares y océanos si proporcionan ese balance positivo necesario para la vida, y que en las últimas décadas está siendo seriamente amenazado por la actividad humana.
Si observamos nuestro Planeta desde el espacio, éste se ve de color azul pues gran parte de su superficie está cubierta por agua, siendo en ésta donde precisamente surgió la vida.
Esto nos lleva a que sea en los mares y océanos donde encontramos el sistema principal de la mayor parte de los servicios ecosistémicos que nuestro Planeta nos proporciona.
Es en este medio donde encontramos la respuesta en los organismos unicelulares del fitoplancton, que flotan por miles en la denominada zona eufótica del océano.
Es en esta capa superficial del agua hasta donde penetra la radiación solar, y que puede alcanzar los 200 primeros metros de profundidad, en la que nos encontramos 2 grupos esenciales de organismos: las algas unicelulares y las cianobacterias fotosintéticas.
Podríamos pensar que son los fértiles bosques y praderas en tierra firme los grandes productores de oxigeno, pero nada más lejos de la realidad
El balance neto de oxígeno que se produce entre los periodos de respiración y fotosíntesis de las plantas terrestres, aunque puede ser positivo, en general es mínimo en comparación con el servicio que ofrece el fitoplancton.
Por lo tanto, aunque sea frecuente oír que el pulmón de Planeta es el Amazonas, la realidad es que los organismos responsables de que todos podamos respirar se encuentran en los océanos.
Sin estos microorganismos autótrofos (que elaboran materia orgánica a partir de sustancias inorgánicas)que hallamos, mares y océanos carecerían de vida, sin embargo gracias a su trabajo fotosintético, estas microscópicas criaturas producen entre el 50 y el 85% del oxígeno que se libera cada año a la atmósfera.
El fitoplancton cumple 2 funciones primordiales: por una parte genera al menos la mitad del oxígeno que respiramos, lo que supone aproximadamente unos 27.000 millones de toneladas al año.
La otra función esencial es la de ejercer de sumidero capturando a su vez unas 10 gigatoneladas de carbono de la atmósfera en las profundidades del océano anualmente. Además, ese carbono se transforma en carbohidratos que, tarde o temprano, los demás organismos vivos podrán incluir en sus estructuras biológicas.
Todos estamos viendo como la actividad humana está poniendo en grave peligro tanto la aportación de oxígeno procedente de los boques como la procedente de los océanos.
Por un lado, la sobreexplotación a través de la tala o la búsqueda de recursos naturales están arrebatando a bosques como el Amazonas su capacidad de regeneración natural.
Por otro lado, la contaminación de los océanos, los vertidos, el incremento vertiginoso de los plásticos y microplásticos en sus aguas, se consagran como las principales amenazas que pueden mermar los grandes beneficios aportados por los océanos.
Y para recordar lo importante que son los océanos debemos tener presente que:
- El 72 % de la superficie terrestre se encuentra en nuestro océano, de aquí su vital repercusión como ecosistema.
- Mares y océanos son los protagonistas en la liberación de oxígeno hacia la atmósfera, más que todos los bosques y selvas juntos.
- Intercambian calores y gases con la atmósfera, hecho que permite equilibrar el clima de la Tierra.
- Proporcionan 140 millones de empleos alrededor de todo el mundo.
- Aportan una gran cantidad de proteínas animales y alimenta a personas de todas partes.
Así que no debemos olvidar la imprescindible contribución de estos microorganismos que se encuentran en los océanos de nuestro Planeta y que cumplen esa doble función crucial y que la actividad humana está amenazando seriamente: ceder oxígeno a la atmósfera y retirar de ella el CO2.
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