28 de junio de 2023

Refugios climáticos sí, pero ¿cómo deberían ser?

 Cuando volvía andando a casa del trabajo el pasado lunes, una de las autoras de este artículo fue testigo de una escena impactante: una mujer mayor se encontraba sentada en el suelo rodeada de policías y personal de emergencias. La abanicaban. Tenía la mano en la cara y se cogía el pecho. Había sufrido un golpe de calor. 

La tarde en Bilbao era muy calurosa y húmeda. A pesar de que la previsión indicaba unos 29 grados a esa hora del día, la temperatura real en esta ciudad densamente urbanizada fácilmente podría superar los 33 grados. 

¿Se podría haber evitado este desafortunado incidente si la mujer hubiera accedido a un refugio climático cuando lo necesitaba?

¿Qué es un refugio climático?

En pocas palabras, los refugios climáticos son espacios en edificios públicos o en el exterior que ofrecen confort térmico durante los periodos de altas temperaturas, bien porque están climatizados o porque posibilitan lo que antaño llamábamos “estar al fresco”. 

Aunque varían de ciudad a ciudad, incluyen generalmente parques arbolados, bibliotecas, centros cívicos, museos, escuelas y, por qué no, iglesias. 

En España, la mayoría de los refugios climáticos están dirigidos a proporcionar cobijo durante olas de calor pero algunas ciudades, como la pionera Barcelona, han empezado también a ofrecer protección para el frío extremo.

Los refugios climáticos están abiertos a cualquier persona que lo necesite, pero están particularmente pensados para niñas y niños, personas mayores o con patologías preexistentes así como personas sin hogar o que residen en edificios en malas condiciones. 

Se crean con el objetivo de reducir la exposición de estas personas a las temperaturas extremas y así disminuyen el riesgo de que estas condiciones climáticas adversas afecten gravemente a su salud.

Sin embargo no son infraestructuras nuevas, sino espacios preexistentes que han sido repensados como refugios además de seguir con sus funciones originales. Por ejemplo, una biblioteca que continúa siendo una biblioteca pero también dispone de un espacio y de un protocolo para servir como refugio a las personas que lo necesiten durante olas de calor o de frío.

Patio de edificio antiguo con naranjos.



















El patio del Museu Frederic Marès forma parte de la red de 155 refugios climáticos de Barcelona.Ayuntamiento de Barcelona

Los mínimos de un refugio climático

¿Puede cualquier espacio convertirse en refugio? ¿Cuáles son las condiciones que estos espacios deben cumplir para reducir de manera efectiva el riesgo para la salud?

Como mínimo, los refugios climáticos deberían ser espacios para que cualquiera que lo necesite y que viera comprometida su salud pudiera descansar adecuadamente para reducir los síntomas de estrés térmico (por ejemplo, sequedad, dolor de cabeza, respiración y frecuencia cardiaca acelerada, ¡incluso fiebre!). 

Por lo tanto, los refugios deben disfrutar de condiciones climáticas adecuadas: interiores climatizados y exteriores sombreados. Deberían tener acceso a puntos de agua y servicios públicos, espacios para sentarse (imagínense otra vez a nuestra mujer de Bilbao, tirada en la acera), y también estar claramente señalizados y distribuidos a lo largo de la ciudad. 

Una red efectiva de refugios climáticos debe cubrir especialmente aquellas zonas donde se concentran las comunidades más vulnerables o donde las condiciones de la urbanización y de la actividad (alta densidad de coches, conglomerados densos, falta de espacios verdes y sombreado) las convierten en auténticos “hornos”.


















Bilbao cuenta con una red de 130 refugios climáticos, 64 de ellos interiores y 66 exteriores, distribuidos por toda la ciudad y debidamente identificados. Web del Ayuntamiento de Bilbao

Accesibles para todos y durante todo el año

Sin embargo, la reciente experiencia en este campo nos dice que la mera existencia de un refugio climático no es suficiente para garantizar su uso cuando se necesita, especialmente cuando se trata de grupos marginados y vulnerables. Es crucial que cualquier persona, independientemente de su género, raza, cultura, religión, edad, orientación sexual, habilidades y situación económica, se sienta bienvenida. 

Además, aunque parezca obvio, los refugios climáticos tienen que permanecer abiertos durante los meses más calurosos del año. Muchos edificios públicos reducen su horario de apertura al público durante el verano y esto no es en absoluto compatible con su función de refugio. 

Esto puede resultar un reto ya que las propias olas de calor pueden ocasionar cortes en los suministros de energía y condiciones insalubres dentro de los edificios, aunque estén climatizados. 

Protocolos de actuación

Es extremadamente importante también establecer protocolos durante las olas de calor y formar al personal trabajador para que pueda gestionar situaciones de emergencia. No olvidemos que tienen otras responsabilidades y que esto puede sobrepasar sus capacidades. 

Imaginemos a nuestra señora de Bilbao, ¿cómo habría que atenderla? ¿Cuándo sería oportuno llamar a emergencias? Es necesario establecer una respuesta coordinada.

Está claro que, aunque los refugios climáticos parecen intervenciones fáciles y sencillas para adaptarnos al cambio climático, en realidad requieren una cuidadosa planificación y cierta inversión de recursos.

Cómo asegurarnos de que cumplan su función

Es importante que los refugios climáticos no se conviertan en un nuevo caso de climate washing (lavado de cara clamando acción climática).

Para ello, es crucial que estos espacios estén distribuidos en la ciudadsean de fácil acceso y sean culturalmente apropiados de manera que cualquier persona se sienta bienvenida mientras busca reducir su estrés térmico. Pero sobre todo, no olvidemos que los refugios son una medida ante una emergencia. 

No pueden ser pensados como soluciones únicas, porque no resuelven el problema. Sin duda, deben ir acompañados de otras medidas de adaptación como las siguientes:

Los refugios climáticos desempeñan un papel esencial en nuestras ciudades altamente densas y urbanizadas, dominadas por el asfalto y el coche, donde los espacios verdes y las fuentes escasean y nuestros edificios envejecen

Mientras se trabaja pacientemente, pero sin descanso, para mejorar estos ámbitos, las redes de refugios son críticas para muchas comunidades vulnerables altamente expuestas a las islas de calor urbanas

No olvidemos que los refugios no van a reducir ni el calor ni los factores que hacen a estas personas más vulnerables. Ayudan a reducir su exposición y mejorar su capacidad de respuesta en momentos de estrés (que no es poco), pero nunca serán suficientes si buscamos ciudades y ciudadanía capaces de enfrentarse exitosamente a los impactos del cambio climático sin dejar a nadie atrás.

Defensores ambientales, cuando defender el medio ambiente se paga con la vida

 

21 de junio de 2023

El deshielo de glaciares del Himalaya pone en riesgo a un cuarto de la población del mundo

 Katmandú.- El deshielo de los glaciares del Himalaya, que podría alcanzar el 80 % de su superficie en 2100 en un escenario de altas emisiones, pondría en peligro la vida de un cuarto de la población del planeta por el aumento de los desastres naturales, así como por la desaparición de los ríos de los que dependen.

Esta es una de las conclusiones de un informe publicado este martes por el Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de la Montaña (Icimod), que advirtió de los peligros del cambio climático en la región del Hindu Kush y el Himalaya (HKH) si las temperaturas siguen aumentando al ritmo actual.

Esta zona comprende un sistema de montañas con una superficie de 4,2 millones de kilómetros cuadrados que abarca parte de Afganistán, Bangladés, Bután, China, la India, Birmania (Myanmar), Nepal y Pakistán.

En ella nacen los principales ríos encargados de suministrar con agua dulce a unas 2000 millones de personas, entre aquellas que habitan en las regiones montañosas y quienes lo hacen río abajo.

La disponibilidad de agua alcanzará su punto máximo a mediados de siglo, impulsada por el derretimiento acelerado de los glaciares, tras lo que disminuirá progresivamente, según el estudio.

“Todavía hay tiempo para salvar esta región crítica, pero solo si los recortes de emisiones rápidos y profundos comienzan ahora. Cada incremento de un grado de calentamiento es importante para los glaciares aquí y para los cientos de millones de personas que dependen de ellos”, advirtió en el informe la subdirectora general del Icimod, Izabella Koziell.

El aumento de las temperaturas propició que los glaciares de esta región montañosa desaparecieran un 65 % más rápido entre 2011 y 2020 en comparación con la década anterior.

Aumento de desastres naturales

Además de la falta de agua, el deshielo de los glaciares aumentaría la incidencia de desastres como avalanchas, deslizamientos de tierra o inundaciones, reveló el estudio.

Estas montañas albergan 200 lagos glaciares que se consideran peligrosos por el riesgo de inundaciones repentinas, que irá en aumento si no cesa el derretimiento del suelo congelado o permafrost.

El cambio en el clima ya ha empezado a ser notable en las cumbres más altas del Himalaya, donde los propios escaladores experimentaron un clima irregular y un aumento de las avalanchas en el Everest, y donde doce personas murieron y cinco desaparecieron esta primavera, el registro más alto en años.

“Nunca antes habíamos visto que el clima se comportara de esa manera”, declaró a EFE el guía de alta montaña Mingma G. Sherpa.

El Gobierno de Nepal informó de que más de cien escaladores sufrieron esta primavera graves congelaciones en el Everest debido a estas complicaciones del clima, que además provocaron que muchos montañistas tuvieran que ser rescatados en helicóptero.

Según el estudio, el turismo de montaña se verá severamente afectado por estas consecuencias de la crisis climática, lo que supondrá un duro golpe para la economía de las poblaciones de la región que dependen en gran parte de estas actividades.

Unas comunidades que ya están experimentando impactos adversos importantes, aparte de la pérdida de vidas, con el destrozo de propiedades e infraestructura, que provocan el desplazamiento de sus habitantes, sentenció el informe. EFEverde

19 de junio de 2023

Energia neta i gestionada de forma comunitària:

 La Comunitat Energètica La Bordeta és una de les 10 Bones idees per canviar el món 2022 presentades a l’acte de celebració del Dia Mundial del Medi Ambient. Es tracta d’una iniciativa impulsada per les veïnes i els veïns per donar resposta a les seves necessitats d’autoabastiment energètic sostenible.

La Comunitat Energètica La Bordeta ( CELB) és una cooperativa de consumidores i usuàries sense ànim de lucre que vol proveir de serveis energètics a La Bordeta i els barris propers. Està impulsada per veïnes individuals i entitats de l’Economia Social i Solidària del barri.

La comunitat duu a terme:

  • Producció i distribució entre les seves sòcies d’energia renovable, especialment la d’origen solar
  • Estudis col·lectius d’eficiència energètica en edificis que permetin aplicar mesures d’estalvi
  • Activitats de promoció, sensibilització i participació amb una mirada feminista i interseccional

Els seus principals objectius són abandonar els combustibles fòssils, reduir el consum d’energia, invertir en la producció distribuïda, local i responsable d’energia neta; combatre la pobresa energètica, reduir la dependència de l’oligopoli energètic i fomentar la formació i informació en transició energètica.

Qualsevol entitat o persona del barri de la Bordeta o barris propers es pot sumar a la comunitat energètica.