29 de mayo de 2024

Los beneficios de devolver la biodiversidad al campo

 La agricultura es el principal uso del suelo y causa de impactos antrópicos en el planeta, incluyendo la pérdida de biodiversidad y el cambio climático. Su huella ecológica sigue aumentando mientras algunos grupos de interés abogan por la relajación de las medidas ambientales relacionadas con la agricultura en la Unión Europea.

Sin embargo, podemos reducir esa huella sin perder producción, integrando la biodiversidad silvestre y los procesos ecológicos en los paisajes perturbados por los humanos. Es lo que se conoce como renaturalización agrícola.

Cómo aunar agricultura y biodiversidad

La renaturalización agrícola contrasta con el modelo dicotómico de la agricultura intensiva frente a los ecosistemas naturales, denominado “el ahorro de tierra”. Según este modelo, la elevada producción de los campos intensivos permitiría liberar tierra cultivada para la conservación y recuperación de la biodiversidad.

La renaturalización del campo es posible mediante la combinación de varias estrategias y técnicas. Para ello, en primer lugar, al menos el 20 % de la superficie del paisaje debe conservar los ecosistemas naturales y, en el caso de haberlos perdido, esta proporción de tierra debe ser separada de la producción agrícola y restaurarse

Los bosques y los humedales, ambos con una elevada capacidad de capturar y almacenar carbono, son los principales tipos de ecosistemas que pueden ser restaurados en la tierra separada de la agricultura.


En segundo lugar, es necesario mantener o adoptar prácticas agroecológicas. Estas prácticas incluyen las de los sistemas agrícolas extensivos, la agricultura ecológica, la agricultura de conservación, la agroforestería y la “manicura” de los campos agrícolas.

La agricultura de conservación aplica tres fundamentos

  • La mínima perturbación (roturación) del suelo. 

  • La presencia de cubiertas orgánicas permanentes mediante cubiertas verdes y retención de residuos.

  • La diversificación de los cultivos mediante su rotación y cultivos intercalados.

La agroforestería es la combinación deliberada de árboles y arbustos con los cultivos o el ganado. 

La “manicura” de los campos agrícolas se refiere a restaurar o crear pequeños elementos del paisaje para beneficiar a la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que presta sin competir por el uso de la tierra. Por ejemplo, plantando setos o cercas vivas, que multiplican el número de especies y retienen la escorrentía, los nutrientes y los sedimentos, evitando la erosión del suelo y la contaminación.
















Paisaje de dehesa, un agroecosistema agrosilvopastoral, en Campo de Montiel (Ciudad Real). Foto del autorCC BY-SA

Intensificación ecológica y agricultura de precisión

En tercer lugar, podemos utilizar técnicas de intensificación ecológica y de agricultura de precisión. 

La intensificación ecológica se define como el uso de procesos naturales para reemplazar insumos producidos por los humanos tales como pesticidas y fertilizantes, manteniéndose o incrementándose la producción agrícola. Un ejemplo es la siembra de franjas paralelas de cereal y de leguminosas para que estas últimas, fijadoras de nitrógeno, fertilicen el suelo.

La agricultura de precisión maneja los campos agrícolas “palmo a palmo” y necesita de una elevada tecnología; por ejemplo, de sensores de humedad del suelo que activan los riegos. Actualmente se halla en una fase sobre todo experimental, pero el auge de la inteligencia artificial puede hacerla más general en pocos años.



La necesaria transición agroecológica

Con frecuencia se argumenta que la producción agrícola debe aumentar sustancialmente y que es inevitable que se pierda biodiversidad. Esta idea es criticable por tres motivos principales:

  • Está enfocada principalmente en la producción, cuando ésta es sólo un medio para alcanzar el fin último de la seguridad alimentaria, amenazada sobre todo por el acceso a los alimentos.

  • La creciente demanda de alimentos se considera inalterable, pero una dieta más saludable reduciría la demanda. Muchos humanos actualmente consumen carne y productos lácteos en exceso que, a su vez, necesitan de la producción del forraje de los animales. La mayor parte de la producción agrícola se invierte en alimentar al ganado. Una dieta con menos carne, lácteos y azúcares y más granos, frutas, verduras y proteínas vegetales sería más saludable y reduciría la huella ecológica de la producción de alimentos.

  • El compromiso entre producción y biodiversidad sólo es cierto a la escala de un campo agrícola (y no siempre) y falso a la escala del paisaje.

Los modelos agronómicos actuales consideran que el aumento de la intensidad de los insumos en los campos aumenta invariablemente el rendimiento. Pero, de hecho, cuando la cantidad de insumos es muy elevada, el rendimiento adicional es cada vez menor. 

Por otro lado, la agroecología reconoce el mutualismo entre la producción agrícola y la biodiversidad, ya que los servicios de esta última son esenciales para la primera.

Esquema sobre los modelos agronómicos actuales y el mutualismo entre la producción agrícola y la biodiversidad
Conceptos de los modelos agronómicos actuales (a) y del mutualismo entre la producción agrícola y la biodiversidad (b). En ambos casos, la gestión agrícola del paisaje (caja gris) impacta positivamente en la producción (flecha gris). Modificada de Seppelt y otros autores (2020)CC BY-SA















Casi un tercio de los alimentos producidos en el mundo se pierde o desperdicia. Es posible utilizar aproximadamente la mitad de la tierra agrícola para obtener las mismas cosechas que en la actualidad y alimentar a 10 000 millones de personasevitando el despilfarro de los alimentos producidos y aumentando la eficiencia de la aplicación de riego y fertilizantes, localizando los cultivos en las áreas apropiadas y con el cambio de dieta anteriormente comentado.

La renaturalización agrícola supondría, además, un extraordinario ahorro de emisiones de gases de efecto invernadero, contaminantes y plásticos. En paralelo, habría más naturaleza en nuestro planeta herido. 

Alcanzar estos objetivos depende de dos procesos principales, de arriba hacia abajo, mediante gobernanza, y de abajo hacia arriba, mediante un consumidor bien informado y exigente que obligue a producir alimentos y, a la vez, biodiversidad.

Sólo el 36% de las botellas de plástico se recogen separadamente en España

 Residuos de una planta de reciclaje.

Sólo el 36% de las botellas de plástico de bebidas de menos de tres litros se recogen separadamente en España, según concluye un estudio de la consultora Eunomia realizado a petición de Zero Waste Europe y la Alianza Residuo Cero, con el apoyo de las más de 100 entidades que conforman la plataforma #LeydeResiduosYA.

La cifra "está muy lejos" del objetivo del 70% que marcaba la Ley de Residuos para 2023 y del 77% para 2025 de la UE, según denuncian las organizaciones, que además inciden en que es "consistente" con las conclusiones del informe que realizó el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) en 2022, que afirmaba que con el sistema actual de contenedores de colores no era posible cumplir los objetivos de recogida separada de botellas fijados por la Directiva Europea de Plásticos de un Solo Uso.

En este sentido, recuerdan que si el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) confirma este incumplimiento, la Ley de Residuos obliga a los productores a implantar el Sistema de Depósito y Retorno para latas, botellas y 'bricks'.

Con este estudio, las organizaciones critican la "falta de transparencia" en los resultados de la gestión de los residuos de envases y la "inexistencia de una metodología sólida" por parte del Ministerio para medir la recogida separada de las botellas de plástico de bebidas de menos de tres litros.

"Que podamos devolver las botellas, latas y briks en los supermercados permitirá que podamos volver a comprar en envase reutilizable en los comercios y conseguirá el reciclado de alta calidad de como mínimo el 90% de los 55 millones de los envases de un solo uso que se comercializan en España, diariamente. Esta práctica está bien valorada por millones de personas en más de 50 países de todo el mundo, 15 de ellos europeos, junto con otros diez que ya están en fase de implantación, entre ellos Portugal", ha declarado el miembro de la plataforma #LeydeResiduosYA y portavoz de Retorna, Miquel Roset.

Por su parte, el fundador y director de Zero Waste Europe, Joan Marc Simon, ha avanzado que la organización va a presentar las evidencias para evitar que España declare un índice incorrecto de recogida separada de botellas de plástico de bebidas para el año 2022. "No se puede seguir consintiendo que los Estados miembros permitan la manipulación de los datos para bloquear la llegada de las políticas residuo cero", ha defendido.

La contaminación ambiental y la acústica influyen en la salud mental de los niños

 La exposición a la contaminación atmosférica y acústica en las primeras etapas de la vida, incluso en el vientre materno, se asocia con tres problemas comunes de salud mental (experiencias psicóticas, depresión y ansiedad)desde la adolescencia hasta la edad adulta joven.

Esa es la conclusión de un estudio que publica JAMA Network Open a cargo de investigadores británicos encabezados por la Universidad de Bristol, y que analizó datos de más de 9.000 participantes en el suroeste de Inglaterra, desde el embarazo, entre 1991 y 1992, hasta los 24 años de los niños, informa Efe.

Los resultados de la investigación sugieren "un papel importante" de la exposición a la contaminación atmosférica, en este caso a partículas finas (PM2,5) en las primeras etapas de la vida (incluida la prenatal) en el desarrollo de problemas de salud mental en los jóvenes, escriben los autores.

Aumentos "relativamente pequeños" de las partículas finas durante el embarazo y la infancia se asociaban con más experiencias psicóticas y síntomas de depresión muchos años después, en la adolescencia y los primeros años de la edad adulta, explicó la universidad.

Cada aumento de 0,72 microgramos por metro cúbico de PM2,5 durante el embarazo y la infancia se relacionaron con un aumento del 11% y del 9% de las probabilidades de sufrir experiencias psicóticas, respectivamente.

La exposición a ese tipo de contaminación solo durante el embarazo se relacionó con un incremento del 10% de las probabilidades de sufrir depresión.

En lo relativo a la contaminación acústica, una mayor exposición en la infancia y la adolescencia se asoció con mayores posibilidades de ansiedad. 

Estas asociaciones persistieron después de considerar muchos factores de riesgo relacionados, como los antecedentes psiquiátricos familiares, el estatus socioeconómico y otros factores a nivel de zona, como la densidad de población, la privación, los espacios verdes y la fragmentación social. En ambos casos, las experiencias psicóticas, la depresión y la ansiedad se midieron a los 13, 18 y 24 años, indica el estudio

Periodos críticos

La infancia, la adolescencia y los primeros años de la edad adulta son periodos críticos para el desarrollo de trastornos psiquiátricos: en todo el mundo, casi dos tercios de los afectados enferman antes de los 25 años, recordó Joanne Newbury, de la Universidad de Bristol y una de las firmantes.

Los resultados de este estudio se suman "a un creciente conjunto de pruebas -de diferentes poblaciones, lugares y con distintos diseños de estudio- que sugieren un impacto perjudicial de la contaminación atmosférica (y potencialmente de la contaminación acústica) en la salud mental", agregó.

La exposición temprana a estos factores podría ser perjudicial para la salud mental dado el amplio desarrollo cerebral y los procesos epigenéticos que tienen lugar en el útero y durante la infancia, señala la investigación. En el caso de la contaminación atmosférica, también podría provocar un crecimiento fetal restringido y un parto prematuro, que son factores de riesgo de psicopatología.

Las pruebas eran "más sólidas" para la exposición a la contaminación acústica en la infancia y la adolescencia, que podría aumentar la ansiedad al incrementar el estrés y alterar el sueño.

El ruido elevado podría además provocar una excitación fisiológica crónica y alterar la endocrinología. La contaminación acústica también podría afectar a la cognición, lo que podría aumentar la ansiedad al afectar a la concentración durante los años escolares.

Para los investigadores fue interesante ver que la contaminación acústica se asociaba con la ansiedad, pero no con las experiencias psicóticas o la depresión.

Sin embargo, advirtieron de que la medida de la contaminación acústica para este estudio solo estimaba los decibelios (intensidad) de las fuentes viales pero no otras características del ruido, como el tono, que podrían ser relevantes para la salud mental.

Los autores destacan la idoneidad de acciones para reducir la exposición a la contaminación atmosférica y acústica, por ejemplo con zonas de aire limpio, lo que podría mejorar la salud mental de la población. Además, estiman que es necesario realizar nuevos estudios para arrojar más luz sobre las causas subyacentes de estas asociaciones.


¿El tejido Lyocell es realmente ecológico?

Duermo sobre mucha ropa de cama. Es normal cuando te ganas la vida probando sábanas y edredones. He dormido sobre todo tipo de materiales, desde bambú y seda hasta algodón liso, pero hay un término que he visto muy a menudo en la ropa de cama y del que no sabía mucho: Lyocell. Así que tenía que saberlo. ¿En qué se diferencia de otros materiales de cama? ¿Es más cómodo para dormir? ¿Son correctas las descripciones de “refrescante” y “respetuoso con el medio ambiente” que he visto a menudo? ¿Qué es el Tencel y en qué se diferencia del Lyocell?

¿Qué es es Lyocell?

El Lyocell es una fibra artificial a base de celulosa, similar a tejidos como el rayón, con supuestas ventajas ecológicas en su fabricación. ¿Es la solución mágica para conseguir sábanas ecológicas? No. Pero es un paso en la dirección correcta, y hay muchas posibilidades de que el Lyocell se convierta en una opción aún más respetuosa con el medio ambiente.

El Lyocell tiene una estructura de celulosa similar a la del rayón y el algodón, por lo que no es un tejido sintético. Pero mientras que el algodón se cosecha de una planta, el lyocell y el rayón son fibras artificiales que toman la pulpa de madera y la transforman en fibra y, finalmente, en tejido. “El proceso se llama hilado húmedo”, explica Karen Leonas, profesora de Ciencias Textiles de la Wilson College of Textiles de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. “Se toma la pulpa de madera y se hace una pasta, y luego se convierte en filamento y, después, en fibra”.

El proceso es tan diferente que la Comisión Federal de Comercio clasifica el rayón y el Lyocell como fibras distintas. Una de las mayores diferencias es la producción. Para fabricar rayón se utilizan productos químicos diferentes y más agresivos que no pueden reutilizarse, mientras que el lyocell es conocido por sus procesos de producción en circuito cerrado que reutilizan casi todo el disolvente para fabricar más lyocell.

Leonas afirma que el Lyocell es mejor opción que el rayón debido a las diferentes opciones químicas en su fabricación. En concreto, dice que la producción de rayón utiliza disulfuro de carbono, que es tóxico tanto para el medio ambiente como para las personas que trabajan en el proceso de hilatura húmeda. “Hay razones técnicas sólidas desde el punto de vista químico que lo hacen más respetuoso con el medio ambiente y menos tóxico para los trabajadores”, afirma.

Tela lyocell de Tencel

El Lyocell es una fibra artificial a base de celulosa, similar a tejidos como el rayón, con supuestas ventajas ecológicas en su fabricación

 
GETTY IMAGES.

¿Cuál es la diferencia entre Tencel y Lyocell?

Las palabras Tencel y lyocell se utilizan a menudo juntas, o a veces indistintamente. Donde Lyocell es el tejido, Tencel es la marca. “Es como las hojuelas de maíz versus Kellogg's”, dice Leonas. Podemos encontrar Lyocell en todo tipo de ropa de cama, desde sábanas hasta nuestro colchón favorito.

La ventaja de una marca de Lyocell como Tencel es conocer más detalles sobre el proceso. Tencel se esfuerza por ser más respetuoso con el medio ambiente en su fabricación. Walter Bridgham, director senior de desarrollo de negocio de Lenzing, confirmó que la empresa utiliza un proceso de circuito cerrado en Lenzing y que “más del 99,8% del disolvente se recupera y se devuelve al circuito, con lo que el desperdicio es prácticamente nulo”.

El problema de la materia prima

Pero hay otro coste para el medio ambiente a la hora de fabricar estos (o cualquier) tejido: los materiales necesarios. El rayón estándar contribuye a la deforestación, ya que la madera necesaria a menudo no se cosecha de forma sostenible. Bridgham afirma que Tencel utiliza madera de origen certificado que cumple las normas del Consejo de Administración Forestal de EE.UU. o del Programa Europeo de Reconocimiento de la Certificación Forestal: “La madera extraída de la naturaleza se equilibra intencionadamente con las tasas de crecimiento de los bosques, para garantizar la disponibilidad continua de este valioso recurso”, afirma Bridgham.

Nicole Rycroft, directora ejecutiva de CanopyPlanet, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a las empresas a ajustar sus opciones en la cadena de suministro para proteger mejor los bosques, confirma que Lenzing practica lo que predica: “Se han sometido a auditorías y han tomado medidas para eliminar y reducir el riesgo que supone abastecerse de bosques con una gran biodiversidad”, afirma. Pero eso no significa que todos los Lyocell que se ven por ahí sigan estas prácticas.

Rycroft dice que no es suficiente. Según ella, Lenzing y otros fabricantes textiles deben diversificar su cesta de fibras y utilizar fibras que, de otro modo, irían a parar a los vertederos. Lenzing está trabajando en este sentido. Su línea Refibra utiliza el proceso Lyocell, pero en lugar de celulosa de árboles utiliza algodón reciclado y residuos de algodón de postproducción. “Es muy emocionante, porque entra en la economía circular y desvía materiales del vertedero y sustituye a las materias primas”, dice Leonas.

Por desgracia, su fabricación es cara. Además, Refibra solo promete utilizar hasta un 20% de materiales reciclados, por lo que tampoco es una solución perfecta. “Es caro ser sostenible”, dice Leonas. “Cuesta dinero establecer unas condiciones que no perjudiquen a las personas y respeten el medio ambiente”.

Artículo originalmente publicado en WIRED US.