Podemos deducir que nuestra vida viene establecida por el ambiente que nos rodea (el ecosistema), formando parte de unos sistemas naturales donde el desarrollo de cada componente depende de todos los demás. Equilibrio ecológico que el ser humano con su capacidad de intervención sobre los ecosistemas puede llegar a desequilibrar, como así está sucediendo en la actualidad.
EL hombre, como todos los demás seres vivos, está evolucionando. Pero a diferencia de las demás especies, de una forma mucho más rápida que su propia evolución y adaptación, a través de una transformación de la naturaleza para su propio egoísmo, olvidándose de que en ello nos va la vida y quién sabe si la vida del planeta. En el fondo los seres humanos consumen más por la vista que por la calidad del producto o por su verdadera necesidad, pues parece que el hombre no ha sabido entender la ley de la limitación de los recursos naturales o no ha querido hacerlo que nos ha llevado en la actualidad a aproximarnos a una situación muy peligrosa para nuestra propia supervivencia como especie.
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