Actualmente, hay presencia de 6 subespecies de tigre (panthera tigris) en Bután, China, India, Indonesia, Malasia, Nepal, Rusia y Tailandia. Su población se duplicó en Nepal y también se está recuperando en China, India, Rusia y en Bután, donde ahora viven 131 tigres (un 27% más que en 2015). Sin embargo, el tráfico ilegal y las trampas lo están llevando a su extinción en la mayoría de los países del sudeste asiático.
A pesar de ser una especie protegida, entre 2000 y 2018 fueron incautados más de mil tigres en el sudeste asiático. Las trampas, el tráfico ilegal y la destrucción de sus hábitats son sus mayores amenazas, colocando al tigre en la categoría de "en peligro", según la UICN.
WWF trabaja desde hace más de 60 años en la protección y recuperación de las poblaciones de tigre en todo el mundo, así como en la restauración de sus hábitats. Además, durante este tiempo la organización ambiental creó reservas y corredores para reconectar poblaciones aisladas en los 13 países donde sobrevive, logrando que existan más de 100 áreas de conservación de tigres.
Por otro lado, WWF lucha contra el tráfico de especies apoyando a los guardas que se enfrentan a los furtivos, trabajando con los gobiernos de los países donde tiene presencia la especie para endurecer la persecución de este crimen y vigilando la venta ilegal en mercados clandestinos.
WWF tiene en marcha una campaña de concienciación y recogida de firmas bajo el lema "Stop Tráfico: Ponte en su piel" para animar a la ciudadanía a que participe en la conservación de esta emblemática especie.
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