18 de noviembre de 2024

La COP29 de Bakú, casi muerta desde el inicio

 A varios días del ecuador de la COP29, aumenta el escepticismo sobre la posibilidad de acuerdos sobre financiación en la cumbre del clima, en la que este viernes se reveló que hay acreditados más de 1.700 representantes de la industria del gas y del petróleo.

Según un análisis de la coalición "Kick Big Polluters Out" (en español, "echad a los grandes contaminantes"), habría en total 1.773 representantes de la industria de los combustibles fósiles "principales culpables del calentamiento global". En Bakú hay registrados más representantes de las energías sucias que de delegaciones enteras de países vulnerables al cambio climático; y la mayor parte de esos lobistas provienen de países ricos.

El mismo día de la publicación de este informe, un grupo de especialistas en política climática envió una carta abierta al secretario ejecutivo del Convenio de Cambio Climático, Simon Stiell, en la que denunciaron que las cumbres del clima "ya no cumplen su función".

La misiva reconoce que "no hay duda de que el cambio climático es un desafío global" que debe resolverse mediante negociaciones multilaterales, pero critica que la estructura en estos procesos "no puede generar el cambio a una velocidad y escala exponenciales, lo cual es esencial para garantizar un aterrizaje climático seguro para la humanidad".

Es una cumbre de grandes ausencias, ensombrecida desde antes de su inicio por la victoria en las elecciones estadounidenses del republicano Donald Trump, quien manifestó su voluntad de retirar a su país del Acuerdo de París, y con la salida de Argentina y la crisis diplomática entre Azerbaiyán y Francia.

Los datos conocidos este viernes sobre los lobistas, sumados al cuestionamiento por parte de expertos como la exsecretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático Christiana Figueres de la estructura de la cumbre climática, sólo arrojan más dudas sobre la posibilidad de que las negociaciones puedan lograr un resultado exitoso.

En ese escenario, la activista sueca Greta Thunberg, que se ha mostrado muy crítica con la celebración del encuentro multilateral en Azerbaiyán "un país que obtiene más del 50% de su PIB de los combustibles fósiles", protagonizó este viernes un nuevo acto de protesta, que tuvo lugar en Armenia.

"Tenemos que dejar de fingir que los países donde no se respetan los derechos básicos, pueden marcar la agenda climática", dijo la ecologista.

Durante el acto, transmitido en directo por YouTube, Thunberg estuvo acompañada por varios activistas climáticos armenios y algunos refugiados de Nagorno Karabaj, que se vieron obligados a huir de su tierra natal tras una operación militar de Azerbaiyán en septiembre de 2023.

Clima de miedo y tensión 

El relator especial de la ONU para los defensores ambientales, Michel Forst, denunció en una entrevista a Efe el "clima de miedo" que se percibe en la COP29 de Bakú, a causa de la vigilancia y la represión sobre las voces críticas que ejerce Azerbaiyán, donde en los meses previos a la cumbre "ha habido más de 300 activistas y periodistas detenidos".

Comentó que la "presión" se percibe, incluso, dentro de las instalaciones de la cumbre, dada la excesiva seguridad desplegada en la COP29, algo que subrayaron también a Efe delegados de países, entre ellos España, periodistas y los propios activistas.

"Hay mucha seguridad, tal vez no los reconozcas, pero yo mismo sé que cuando participo en la mesa redonda, cuando menciono la situación en Azerbaiyán, cuando nombro los casos de periodistas o activistas climáticos en este país, me están grabando, y a veces llaman inmediatamente a alguien, no sé a quién, aseguró, pero "yo estoy protegido".

Por su parte, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia, Susana Muhamad, habló de la tensión en las negociaciones, fruto del contexto geopolítico y de una cumbre "árida", de clima "cargado" y "difícil", y con "poca afluencia de la sociedad civil".

Criticó asimismo la lentitud con que avanzan las negociaciones en materia de financiación, que entre otras cosas decidirán la cuantía y estructura de la nueva meta de financiación climática: cuánto deberán pagar los países ricos al mundo en desarrollo para costear allí la acción climática.

Esfuerzos insuficientes 

El Gobierno suizo anunció este viernes sus planes climáticos actualizados, como ya hizo Brasil y también Emiratos Árabes Unidos y deberán hacer todos los países firmantes del Acuerdo de París para febrero de 2025.

El nuevo objetivo de Suiza es reducir las emisiones en un 50% para 2030 respecto a los niveles de 1990, algo que las organizaciones ecologistas calificaron como "decepcionante".

"Los países, en particular los ricos e históricamente emisores importantes como Suiza, no sólo deben presentar sus objetivos climáticos para 2035, sino también tomar medidas audaces en esta década crítica", señalaron desde la oenegé ecologista 350.org en un comunicado.

"Sin embargo, el objetivo actualizado de Suiza para 2030 no incluye reducciones de emisiones más ambiciosas, sino que ofrece una respuesta burocrática a varias decisiones de la ONU en relación con las NDC", prosiguieron.

"Sin una mayor ambición y unos objetivos claros y específicos para cada sector, el progreso se tambalea. Además, en esta «COP de Finanzas», Suiza debe poner sobre la mesa una mayor financiación climática para pagar la parte que le corresponde y apoyar los esfuerzos mundiales para combatir la crisis climática".

Así es el “Amazonas bajo el mar”

 Una región en el fondo del océano llena de vida marina… con una gran biodiversidad que hace que este lugar sea llamado “la Amazonia del mar”. ¿Y qué lugar es este? Hablamos del “Triángulo de Coral”, una región que abarca Malasia, Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y las Islas Salomón. Vea más información a continuación.

Cómo es el “Amazonas del mar”

A veces también llamado "el Amazonas de los mares", el Triángulo de Coral en el sudeste de Asia es una región oceánica tan rica en especies y repleta de vida como la magnífica selva tropical Sudamericana.

Ubicación geográfica del Triángulo de Coral
Ubicación geográfica del Triángulo de Coral. Crédito: WWF.

Alrededor del 75% de todas las especies de coral conocidas en el mundo viven en esta región. Hay más de 700 especies diferentes, así como 3.000 tipos de peces de arrecife y seis de las siete especies de tortugas marinas que existen en el mundo. Algunas especies tienen hasta 30 millones de años.

La “Amazonas del mar” es una región conocida como el “Triángulo de Coral”, que abarca Malasia, Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y las Islas Salomón.

El Triángulo de Coral del Sudeste Asiático es el lugar más diverso de la Tierra en términos de hábitats marinos naturales”, comenta Kenneth Johnson, paleontólogo e investigador del Departamento de Ciencias de la Tierra del Museo de Historia Natural de Londres.

Triángulo de coral
El triángulo de coral tiene especies de hasta 30 millones de años. Crédito: Divulgación.

Los corales, también conocidos como pólipos, son animales pequeños y sin espinas que miden apenas unos pocos milímetros. Pertenecen a la misma familia que las medusas y las anémonas de mar. Construyen exoesqueletos resistentes y, junto con miles de otros corales, forman las estructuras gigantescas que conocemos como arrecifes de coral. El exoesqueleto del animal permanece después de su muerte.

¿A qué se debe la gran diversidad en este lugar?

Ésta es la pregunta que se hacen muchos investigadores en el campo. Según ellos, hay especies que han estado viviendo allí durante millones de años, y es esta resiliencia la que puede ayudar a explicar por qué hay tantas especies en el Triángulo de Coral hoy.

"La razón por la que este es el lugar más diverso de la Tierra es que una vez que [un coral] llega aquí, no se extingue", dice Johnson.

Triángulo de coral, dragón de Komodo
Dragón de Komodo, una magnífica especie procedente de las islas del Triángulo de Coral. Crédito: Divulgación.

Los científicos explican que en algunas partes del mundo donde existen arrecifes de coral, como en el Caribe, por ejemplo, se han producido extinciones en el pasado, provocadas por cambios drásticos en los ecosistemas y el clima.

Sin embargo, en el Triángulo de Coral, los registros fósiles sugieren que no hubo ningún evento de extinción allí. Y los corales, aparentemente, también tenían allí otra ventaja: vivían en aguas turbias, entre sedimentos turbulentos y agua de lluvia.

"Creemos que estos ambientes oscuros ayudaron a los corales a sobrevivir", dijo Nadia Santodomingo, bióloga marina, geocientífica y curadora del Museo de Historia Natural de Londres.

Además, los estudios sugieren que el agua turbia puede hacer que los corales sean más resistentes al blanqueamiento, fenómeno que los vuelve blancos y puede causar su muerte debido al calentamiento de las aguas.

Triángulo de coral
Una gran diversidad de peces habita el triángulo coralino. Crédito: IYBSSD.

Así, se ha aceptado la hipótesis de que los arrecifes turbios albergan comunidades de coral más resistentes al cambio climático, y la posible explicación es que el blanqueamiento puede ser causado no sólo por el calentamiento de las aguas, sino también por la intensa luz solar, según Johnson. “Cuando el agua está turbia, hay menos luz”, afirma, “y eso podría proteger a los corales”.

Fuentes y referencias de la noticia:

- BBC News. “Como é a 'Amazônia do fundo do mar', o habitat submarino mais diverso do planeta”. 2024.

11 de noviembre de 2024

El poder de los ecoinfluenciadores: contenido sostenible que conecta y vende

 En la última década, los influencers digitales se han consolidado como actores fundamentales en el ámbito del marketing y la comunicación, especialmente entre el público joven. Estos creadores de contenido han logrado construir comunidades sólidas en las que sus recomendaciones y estilos de vida impactan de manera significativa en las decisiones de compra de sus seguidores.

El estudio titulado Lifestyle Eco-Influencers Advertising: Is Engagement Driven by Content or Fandom? (Publicad de estilo de vida de los eco-influencers: ¿el compromiso se basa en el contenido o en el fandom?) se enfoca en un sector emergente: los eco-influencers. En esta investigación analizamos las publicaciones de cinco influenciadores de estilo de vida sostenible de países como Reino Unido, Estados Unidos, Bélgica, España y Perú. 

El cuidado del medioambiente ha dejado de ser una simple tendencia para convertirse en un pilar central para numerosas marcas, sobre todo porque las generaciones más jóvenes, como los centeniales, están más comprometidas y sensibilizadas con las problemáticas ecológicas. La investigación, publicada en la revista Comunicação e Sociedade, revela los mecanismos esenciales que estos creadores de contenido digital utilizan para generar confianza y credibilidad entre sus audiencias.

Cercanía y autenticidad, claves de la conexión con el público

Una de las conclusiones más relevantes del estudio es la habilidad que tienen los influencers para establecer una relación cercana y horizontal con sus seguidores. El éxito de muchos se debe a su capacidad para comunicarse de forma genuina, como si estuvieran conversando directamente con un amigo. Esta horizontalidad en la comunicación fomenta un sentido de proximidad y confianza que resulta difícil de alcanzar con los medios tradicionales o con campañas publicitarias convencionales.

La autenticidad de estas microcelebridades, según la investigación, desempeña un papel fundamental en su capacidad para influir en las decisiones de consumo de sus seguidores. Este enfoque informal y accesible permite a los influencers proyectar una imagen de personas comunes, lo que refuerza su credibilidad. Este aspecto es respaldado por otros estudios que también subrayan la importancia de la autenticidad en el marketing digital.

Otro hallazgo significativo del estudio es la integración sutil de mensajes publicitarios en el contenido diario de estos creadores de contenido, que logran entrelazar sus recomendaciones de productos con charlas sobre temas cotidianos de manera casi imperceptible, lo que evita que las audiencias se percaten de que están ante un contenido publicitario. Esta táctica, conocida como branded content, permite a los influencers promocionar productos sin interrumpir el flujo natural de su contenido, transmitiendo el mensaje de forma pasiva, pero efectiva.

Uno de los retos que enfrentan los eco-influencers, según la investigación, es mantener una coherencia entre su faceta pública y su vida privada. Para ellos, la congruencia entre su discurso sobre sostenibilidad y su estilo de vida es esencial para preservar la confianza de sus seguidores, especialmente aquellos que están verdaderamente comprometidos con la protección del medioambiente. Esta coherencia es crucial, ya que cualquier discrepancia entre lo que promueven y lo que practican puede socavar su credibilidad y poner en riesgo su reputación.

El estudio también revela que, en muchas ocasiones, los seguidores muestran mayor interés en la vida personal de estos líderes de opinión digital que en los mensajes activistas que estos promueven. Un ejemplo es Evanna Lynch, actriz de la saga Harry Potter, que ha utilizado su fama para convertirse en una destacada eco-influencer. Esta tendencia pone de relieve la importancia del vínculo emocional que los seguidores establecen con los creadores de contenido, fundamentado tanto en su propuesta como en su vida privada.

El papel de los formatos visuales y emocionales

El formato y la narrativa que emplean los influencers también son cruciales en la conexión que logran establecer con sus audiencias. Los vídeos, especialmente en formatos de reels y stories de Instagram, son los más utilizados para la promoción de productos. Sin embargo, los carruseles de fotos también generan alta interacción, sobre todo cuando incluyen elementos emocionales. Los carruseles permiten a los influencers compartir momentos íntimos de su vida diaria o mensajes inspiradores, lo que provoca una gran interacción por parte de sus seguidores.

Estos formatos visuales, junto con una narrativa que resuena emocionalmente con el público, resultan ser una combinación eficaz para mantener y aumentar la interacción. Cabe destacar que las publicaciones que apelan a las emociones suelen ser más exitosas en términos de engagement (participación e interacción), ya que los seguidores no solo buscan consumir contenido, sino también sentirse identificados y conectados con los influenciadores.

Aunque el estudio se centra en los eco-influencers, el impacto trasciende la mera promoción de productos. Muchos de ellos utilizan sus plataformas para concienciar sobre temas sociales relevantes y apoyar causas en las que creen. 

Los creadores de contenido tienen el poder de movilizar a sus seguidores en torno a causas sociales, desde la ecología hasta el veganismo o los derechos humanos. Su capacidad para combinar entretenimiento, publicidad y activismo es lo que los convierte en figuras tan relevantes en la sociedad actual y el ecosistema digital.

La investigación añade valiosas evidencias sobre cómo los influencers logran monetizar su capital social y construir comunidades leales en torno a su contenido. La autenticidad, la cercanía y la habilidad para integrar mensajes publicitarios de manera sutil son algunos de los factores clave que explican su éxito en el competitivo panorama digital contemporáneo.

La economía circular, una solución para mitigar los daños de futuras DANAS

 Las depresiones aisladas en niveles altos (danas) son fenómenos climáticos extremos que, en los últimos años, han causado importantes daños en regiones del Mediterráneo. 

La reciente dana que ha azotado a la Comunidad Valenciana ha dejado en claro que el cambio climático sigue intensificando la frecuencia y gravedad de estos eventos. Ante esta realidad, la economía circular es una alternativa práctica para reducir los impactos de estas catástrofes y preparar mejor a nuestras comunidades.


La economía circular: un enfoque resiliente y sostenible

La economía circular se centra en reducir el desperdicio, optimizar el uso de recursos y prolongar el ciclo de vida de los productos mediante la reutilización, el reciclaje y la reparación. 

La implementación de este modelo puede ofrecer soluciones para fortalecer la infraestructura y los ecosistemas, permitiendo a las comunidades resistir y recuperarse con mayor rapidez. 

La resiliencia de las infraestructuras es uno de los puntos críticos. Por esta razón, un enfoque circular permite construir infraestructuras más sostenibles y duraderas, utilizando materiales reciclables y diseñando sistemas que soporten condiciones extremas. 

En Bangkok, el parque Chulalongkorn University Centenary fue diseñado para funcionar como un esponja urbana, absorbiendo grandes cantidades de agua durante la temporada de lluvias. Está constituido con pavimentos permeables y estanques de retención de agua, hechos de materiales reciclables y con una capacidad para retener hasta un millón de litros de agua, que luego se utilizan para riego o se filtran gradualmente hacia el subsuelo. 

Otro caso de infraestructura adaptada a las inundaciones lo encontramos en la ciudad de Hamburgo, donde el distrito HafenCity fue construido para ser resistente a inundaciones mediante el uso de plataformas elevadas y sistemas de calles elevadas. La construcción se basó en materiales reciclados, como acero y concreto de demoliciones previas, y está diseñada para soportar la subida de los niveles del agua.

Gestión sostenible del agua y restauración de ecosistemas

La gestión del agua es otro aspecto clave para enfrentar los efectos de las danas, pues ayuda a prevenir inundaciones. En un modelo circular, el agua de lluvia puede ser captada, almacenada y reutilizada, reduciendo así el impacto de las lluvias intensas en áreas urbanas y agrícolas. Esta estrategia ha mostrado su efectividad en muchos países. 

En Singapur, el programa ABC Waters transforma canales y embalses en sistemas de captación que recogen y tratan el agua de lluvia para su uso en riego y consumo no potable, reduciendo así el impacto de las precipitaciones intensas y mejorando la resiliencia ante sequías. 

En Australia, el sistema de reciclaje de aguas residuales de Rouse Hill ha permitido el uso de agua reciclada en riego y descarga de inodoros, aliviando la presión sobre los recursos hídricos. 

La restauración de ecosistemas naturales también es fundamental. Los humedales, como por ejemplo la Albufera de Valencia, pueden actuar como esponjas naturales que absorben grandes cantidades de agua, mitigando el riesgo de inundaciones en áreas cercanas. 

Para ello, es necesario rehabilitar y proteger estos ecosistemas bajo principios de economía circular, a la vez que se contribuye a la biodiversidad y la salud ambiental a largo plazo. La recuperación y reutilización de materiales naturales del propio ecosistema, como la biomasa vegetal acumulada, eliminada en procesos de limpieza y mantenimiento, puede ser usada desde diferentes enfoques de la economía circular. Puede destinarse a la elaboración de carbón activado asequible para el tratamiento de aguas residuales, o para hacer abono orgánico, que puede mejorar la fertilidad del suelo y aumentar la producción de cultivos, garantizando así la seguridad alimentaria. 

La acción local, clave

Con el fin de reducir el impacto de futuros eventos climáticos, se requiere que los tomadores de decisiones entiendan y adopten prácticas circulares en sus regiones. 

Tokio, que es una ciudad que afronta lluvias torrenciales y frecuentes inundaciones, ha promovido sistemas de captación de agua de lluvia en edificios públicos y comerciales. Así, la estación de metro Tokyo Skytree Town tiene un sistema que recolecta agua de lluvia y la almacena para su uso en los baños y en el riego de áreas verdes del complejo, lo cual reduce la presión sobre el sistema de drenaje urbano en periodos de lluvias intensas. 

Después del huracán Katrina (2005), Nueva Orleans implementó iniciativas para capturar y almacenar agua de lluvia en vecindarios como el Distrito Verde de Mirabeau. Este proyecto ha convertido diferentes terrenos en espacios de almacenamiento de agua, jardines de lluvia y estanques de retención, permitiendo que el agua se infiltre lentamente en el suelo en lugar de sobrecargar el sistema de alcantarillado y reducir así el riesgo de inundaciones.

Prepararse para un futuro más seguro

La economía circular es clave para hacer frente a eventos extremos como las danas, promoviendo la reconstrucción de las zonas afectadas mediante infraestructuras sostenibles y resilientes, y la implementación de una gestión eficiente del agua en calles, parques e infraestructuras urbanas. 

Cada año, el impacto de los eventos atmosféricos extremos es mayor y la implementación de políticas de economía circular en el Mediterráneo resulta fundamental para fortalecer la adaptación climática, reducir riesgos de inundaciones, proteger los recursos naturales y fomentar la sostenibilidad y seguridad en comunidades vulnerables.

La contaminación por plásticos está transformando todos los sistemas terrestres

 Un estudio del Centro de Resiliencia de Estocolmo (SRC, por sus siglas en inglés) ha concluido que la contaminación por plásticos está modificando los procesos del sistema terrestre. El fenómeno tiene potencial para agravar el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la acidificación del agua marina.

Los investigadores revisaron trabajos preexistentes sobre la huella ambiental de los plásticos para comprender las interacciones de sus efectos en el marco de los 9 límites planetarios. Determinaron que este tipo de polución afecta a todos los umbrales establecidos. “Los impactos de los polímeros en los esquemas naturales son complejos y están interconectados. Este trabajo demuestra claramente cómo los plásticos están actuando para desestabilizar el sistema”, señala Sarah Cornell, científica del SRC.


Ilustración de una bolsa de plástico enganchada a un árbol, algas, envoltorios de plástico, cucharas de plástico, una botella de plástico y cuencos reutilizables.
Algas elásticas, máquinas expendedoras inversas, cajas de comida para llevar con código QR. Así es como podemos acabar con la absurda adicción de la sociedad a los plásticos de un solo uso.

Cada año se producen más de 500 millones de toneladas de plástico a nivel mundial. Solo el 9% se recicla. La fabricación del producto a gran escala y la carencia de mecanismos que garanticen su reutilización han generalizado la proliferación de los microplásticos. Estos contaminantes “están en todas partes, desde la cima del monte Everest hasta la parte más profunda de la fosa de las Marianas”, alerta el informe.

Los autores afirman que la contaminación plástica no debe abordarse solo como un problema de residuos. Sostienen que es fundamental atender los flujos de materiales en cada fase de desarrollo de los productos. “Es necesario considerar el ciclo de vida completo, empezando por la extracción de combustibles fósiles y la producción primaria de polímeros plásticos”, destaca Patricia Villarrubia-Gómez, autora principal del artículo.

La lucha contra los plásticos

Alrededor del 98% de los plásticos de un solo uso se fabrican a partir de combustibles fósiles. Las siete empresas líderes en la producción de polímeros también dominan la industria de los hidrocarburos, de acuerdo con el banco de datos Statista. Los especialistas del SRC observaron que existen grandes barreras para obtener información confiable al respecto debido a la inconsistencia en los registros, la falta de estándares unificados y la escasez de detalles metodológicos. Señalan que esto obstaculiza la implementación de políticas efectivas de mitigación.

Villarrubia-Gómez añade que la carencia de reportes fidedignos impide que la humanidad tenga conciencia plena sobre la situación. “A menudo se considera que los plásticos son algo que nos hace la vida más fácil y que se puede ‘limpiar fácilmente’ una vez que se convierten en desechos. Nada más alejado de la realidad. [Estos materiales] están hechos de la combinación de miles de sustancias químicas. Muchas de ellas son perjudiciales para los ecosistemas y la salud humana. Deberíamos entenderlos como una combinación de componentes tóxicos con la que interactuamos a diario”, sentenció.

Los miembros de la Organización de las Naciones Unidas discutirán a finales de este mes el Tratado Internacional sobre Plásticos. La versión preliminar del convenio impone recortes a la producción de polímeros valorados en casi 712,000 millones de dólares. La industria ha expresado una fuerte oposición. En las últimas negociaciones del acuerdo, celebradas en abril de este año, participaron 196 grupos de cabildeo.

“Hay una gran mayoría de países que sí quieren un tratado de reglas globales, que plantee requisitos comunes para que se apliquen directamente sobre el plástico nocivo”, expone Nadia Balducci, especialista en Plásticos y Economía Circular del Fondo Mundial para la Naturaleza en una declaración retomada por el medio Mongabay. “Sin embargo, existe otro grupo de naciones con intereses en los combustibles fósiles que llevan a los debates sus prioridades geopolíticas y económicas, retrasando los posibles avances”, añade.


5 de noviembre de 2024

6 noviembre: Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medioambiente en la Guerra y los Conflictos Armados

 Esta fecha nos recuerda que en tiempos de guerra, la naturaleza sufre tanto como las personas. Los recursos naturales a menudo se convierten en objetivos de combate, causando un daño irreparable que trasciende fronteras y generaciones.




4 de noviembre de 2024

Millones de toneladas de desechos eléctricos hacia 2030: la cara contaminante de la IA

 La optimización frecuente y a gran escala de los sistemas basados en inteligencia artificial (IA) amenaza con agravar la crisis de contaminantes generada por la industria tecnológica. El sector emergente podría producir desechos electrónicos equivalentes a más de 13,000 millones de unidades de iPhone 15 Pro hacia principios de la próxima década. La proyección es una advertencia más de los impactos que soluciones como ChatGPT o Gemini tienen en el medio ambiente.

La cifra es producto de una investigación de la Universidad de Cambridge y del Instituto de Medio Ambiente Urbano de la Academia China de Ciencias. El trabajo publicado en la revista Nature Computational Science explica que el acelerado avance de la IA exige requisitos computacionales cada vez más sofisticados. La vida útil de los servidores se reduce a la misma velocidad.


Google IA medio ambiente
Google generó 14.3 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono. Las emisiones son equivalentes a las liberadas por 38 centrales eléctricas de gas en un año.

Los investigadores han creado un modelo que proporciona estimaciones brutas iniciales sobre el flujo de desechos relacionado con el hardware de IA. “Nuestro trabajo no busca predecir con exactitud la cantidad de basura que los servidores de inteligencia artificial generarán en el futuro. El objetivo es ofrecer cálculos aproximados para evidenciar la magnitud del problema que se avecina y explorar posibles soluciones”, exponen.

El equipo tomó como referencia el servidor de Nvidia DGX H100. La plataforma informática está compuesta por ocho unidades de procesamiento de gráficos (GPU, por sus siglas en inglés). En la actualidad, da soporte a la mayoría de los principales servicios digitales de nueva generación. Los autores plantearon cuatro posibles escenarios sobre el crecimiento y adopción de la IA:

  • Limitado (crecimiento del 41%): toma como referencia las tasas de aumento en el uso de la IA registradas entre 2022 y 2023. Establece una adopción no masiva de la nueva tecnología.
  • Conservador (85%): considera que la IA podría adoptar un ritmo de penetración y desarrollo gradual y sostenido, similar al de los asistentes de voz.
  • Moderado (115%): sugiere que la popularidad de la IA aumentará rápida y ampliamente gracias a su integración en plataformas digitales de uso común como las redes sociales.
  • Agresivo (136%): asume que los grandes modelos de lenguaje se convertirán en “una herramienta ubicua en la vida diaria de las personas”. Por tanto, la IA sería utilizada de forma generalizada, masiva y constante.

La economía circular podría reducir el impacto de la IA

Las conclusiones del experimento indican que la generación de residuos crecería de 2,600 toneladas documentadas durante el año pasado, hasta 2.5 millones de toneladas en 2030. El volumen sería equivalente a desechar entre 2,100 y 13,300 millones de unidades de iPhone 15 Pro. El cálculo vaticina que en los próximos cinco años no se implementarán medidas contundentes para reducir la basura generada por la industria digital.

El análisis agrega que las restricciones a las importaciones y exportaciones de semiconductores podrían agravar la situación. Diversos fabricantes han mejorado la eficiencia de sus chips y servidores con la integración de tecnologías que garantizan el mismo rendimiento con menos recursos. Bloqueos como los impuestos por Estados Unidos limitan la adopción a nivel mundial de estas mejoras. La situación podría provocar un aumento de 14% en la cantidad de servidores de IA obsoletos y sumar alrededor de 5.7 millones de toneladas de desperdicios en 2030.

Los científicos afirman que la industria de la IA necesita adoptar con urgencia mecanismos de economía circular para reducir su huella ambiental. Aseguran que la reutilización de los módulos de comunicación, de memoria y de batería de los GPU podría reducir en más de 40% los desechos electrónicos. “La implementación de estrategias de [esta naturaleza] a lo largo de la cadena de valor de la IA generativa podría disminuir la producción de desechos electrónicos entre un 16 y un 86%”, añaden.

El impacto ambiental de la IA aún es incierto. Decenas de especialistas han reconocido el potencial de la tecnología para hacer más eficiente la lucha contra la crisis climática. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ha dicho que “los macrodatos, la inteligencia artificial y la transformación digital pueden jugar un papel esencial a fin de garantizar la sostenibilidad ambiental y el desarrollo sostenible”. Pese a ello, los defensores ambientales exigen que el desarrollo de estos recursos considere la inherente huella ecológica que provocan. Piden a las empresas modificar sus procesos para reducir sus desechos, emisiones, consumo hídrico y energético.