17 de febrero de 2025

Expertos advierten sobre las crecientes probabilidades de que la basura espacial choque con los aviones

 El creciente número de satélites y cohetes en la órbita terrestre está generando un nuevo problema de seguridad, el riesgo de que fragmentos de basura espacial impacten en aviones comerciales. Aunque hasta ahora no se ha registrado ningún incidente de este tipo, un estudio publicado en la revista Scientific Reports advierte que las probabilidades están aumentando.

Sobre todo, en rutas de tráfico aéreo denso como el noreste de Estados Unidos y el norte de Europa. Cada año, toneladas de desechos espaciales vuelven a la atmósferaterrestre de manera incontrolada. La mayoría se desintegra antes de tocar el suelo, pero no todos los fragmentos se queman por completo. 

Los restos más grandes pueden caer en áreas pobladas o incluso en trayectorias aéreas, lo que representa un peligro potencial para aviones en vuelo.

El peligro oculto en el cielo: la amenaza de la basura espacial para la aviación

Investigadores de la Universidad de Columbia Británica han analizado datos sobre los reingresos no controlados de restos espaciales y los han comparado con el tráfico aéreo mundial. 

Sus hallazgos revelan que la probabilidad de que un fragmento de chatarra espacial entre en conflicto con un avión en pleno vuelo ha aumentado en los últimos años, con un riesgo particular en los aeropuertos más transitados del planeta.

Basura espacial
Basura espacial

ESA

El problema no es solo el número creciente de objetos en órbita, sino también la falta de medidas efectivas para gestionar su reentrada. Muchos satélites y partes de cohetes quedan abandonados en el espacio tras completar su misión, a la espera de que la gravedad los arrastre de regreso a la Tierra en un proceso que puede durar años o incluso décadas.

Las constelaciones de satélites, como Starlink, han acelerado este fenómeno. Con miles de nuevos satélites lanzados en los últimos años, la cantidad de desechos orbitando la Tierra ha crecido exponencialmente, lo que incrementa la frecuencia de reingresos incontrolados. 

En un entorno donde el tráfico aéreo sigue aumentando, esta combinación podría convertirse en un problema grave en el futuro cercano.

¿Cuánto peligro representa realmente?

Si bien las probabilidades de que un avión sea golpeado por un fragmento de basura espacial siguen siendo bajas, los efectos podrían ser devastadores. Un pequeño trozo de metal viajando a gran velocidad puede dañar seriamente un fuselaje, una ventana o incluso un motor

Actualmente, cuando se predice la reentrada de un objeto espacial, los controladores de tráfico aéreo suelen cerrar por precaución grandes áreas del cielo, afectando a cientos de vuelos y provocando retrasos en cascada. Sin embargo, la precisión de estas predicciones sigue siendo limitada, lo que hace difícil saber exactamente dónde caerán los resto

Para reducir esta amenaza, los expertos proponen que se adopten regulaciones más estrictas en la gestión de los satélites y cohetes en desuso. Algunas de las estrategias son garantizar que los satélites y etapas de cohetes regresen a la atmósfera de forma controlada, preferiblemente desintegrándose sobre zonas oceánicas remotas.

Desarrollar sistemas para capturar y desorbitar restos espaciales de manera segura e implementar diseños que permitan que los satélites se quemen completamente al volver a la Tierra, evitando que fragmentos peligrosos lleguen a la superficie.

El crecimiento continuo del sector aeroespacial requiere un esfuerzo coordinado a nivel global para evitar que la basura espacial se convierta en un problema aún mayor. 

La seguridad de los vuelos comerciales y el mantenimiento del orden en las órbitas terrestres dependen de medidas que aún están por implementarse. Con más satélites en camino y un espacio cada vez más congestionado, la necesidad de actuar es más urgente que nunca.

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