21 de abril de 2025

Un riñón para el desierto: el humedal artificial que reutiliza las aguas negras de Mexicali para revivir un ecosistema perdido

 En el árido Mexicali, donde el pálido desierto domina el paisaje, el humedal artificial Las Arenitas se siente como un espejismo, pero es real y es un oasis para aves endémicas y migratorias que cruzan por el delta del río Colorado. Aquí, el agua usada en la ciudad tiene una segunda vida. La mitad va al río Hardy, en un intento por revivir ecosistemas que se creían irrecuperables.

La ciudad de Mexicali depende del río Colorado y de sus reservas subterráneas, pero a un ritmo insostenible. La recarga anual del acuífero del valle de Mexicali es de 520.5 hectómetros cúbicos (hm3) y las concesiones son de 783.12 hm3. Se extrae más agua de la que entra. Mientras tanto, el río, exprimido hasta el agotamiento, se acerca a un colapso que el cambio climáticoacelera.

La Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM) tiene una concesión anual para la ciudad de 100.83 hm3, el 8.3% (8.39 hm3/año) viene del río y el 91.7% (92.44 hm3/año) de los acuíferos del valle de Mexicali, de San Luis Río Colorado y San Felipe. Si la historia del agua terminara en las tuberías, no habría más que decir.

Pero la realidad es otra, la falta de saneamiento de aguas es un problema global pendiente. Aunque los datos son limitados, debido a que no todos los países informan sobre sus flujos de aguas residuales, alrededor del 32% de estos flujos recibieron algún tipo de tratamiento, y un porcentaje aún menor es reutilizado.

Mexicali es una de las ciudades más calientes del mundo. En verano alcanza los 50°C.

Mexicali es una de las ciudades más calientes del mundo. En verano, alcanza los 50°C.

 
PABLO ROMERO

Una planta para cuidar del río Nuevo

Río Nuevo es un antiguo ecosistema ripario que quedó dentro de Mexicali, cruza de México a Estados Unidos, desembocando en Salton Sea, California. Históricamente, recibió las aguas residuales de Mexicali. Cuando ambos países tomaron conciencia del problema en la década de los noventa, comenzaron a colaborar en infraestructuras para detener el daño. En 2007, al sur de la ciudad mexicana, inició operaciones la planta de tratamiento Las Arenitas.

Mexicali genera más de 80.47 millones de metros cúbicos de aguas negras al año. De ese total, el 90% se recolecta y el 46% de eso llega a Las Arenitas. El 85% de estas aguas negras proviene de los hogares. Desde el año 2013, la planta ha superado su capacidad instalada, de 840 litros por segundo, alcanzando en algunos meses los 1,044 litros por segundo. La ampliación de la planta, aunque urgente, lleva más de cinco años sobre la mesa.


ajolotes
Con métodos innovadores como el análisis de ADN ambiental y técnicas tradicionales de pesca, los investigadores buscan respuestas sobre la población actual de ajolotes en su hábitat. Las cifras son alarmantes: en 1998 había 6,000 por km², en 2004 solo 1,000, en 2008 la cantidad se desplomó a 100 y, en el último censo de 2014, apenas se registraron 36. Ahora, en 2025, más de una década después, un nuevo censo intenta revelar su situación. Todo apunta a que la cuenta regresiva hacia la extinción continúa.

En la planta, primero se remueven sólidos y sedimentos. Luego, se utilizan lagunas con aireación superficial, donde se inyecta aire al agua para estimular el crecimiento de bacterias aerobias. Estas descomponen la materia orgánica en presencia de oxígeno. Después, el agua pasa a las lagunas facultativas, donde bacterias aerobias como anaerobias se complementan; las segundas degradan la materia orgánica que las primeras no pudieron. Al final, el agua llega a las lagunas de maduración, donde los sólidos restantes se sedimentan.

“En un inicio, la planta no tuvo un desempeño ideal”, cuenta Edith Santiago, la subdirectora del programa del Delta del Río Colorado en Mexicali, del Sonoran Institute, mientras el viento cortante le arrebata lentes y gorra. Entonces, algunas organizaciones propusieron a la dependencia encargada de la administración de agua usar el terreno aledaño, que décadas atrás albergó un lago, para crear un humedal artificial que diera una limpieza adicional al agua.

Delta del Río Colorado Mexicali  Sonoran Institute.

Edith Santiago, subdirectora del programa del Delta del Río Colorado en Mexicali en Sonoran Institute

PABLO ROMERO

La construcción del humedal comenzó en 2009, en colaboración con los gobiernos federal y estatal, las dependencias de agua e inversiones obtenidas por Pronatura Noroeste y el Sonoran Institute. Además, cambiaron equipo obsoleto e hicieron reparaciones en la planta.

Un riñón extra en una árida frontera

“Los humedales son los riñones del planeta, ayudan a filtrar y limpiar el agua, a remover partículas a través de las diferentes plantas que hay en el sitio”, explica Santiago. Esta fitorremediación ocurre de forma subterránea mediante las raíces de las plantas como el tule y el junco alcalino, pero también en la superficie, donde se establecen microorganismos que degradan los contaminantes.

La vida microscópica al interior del humedal tiene diversas actividades, como transformar el nitrógeno mediante procesos microbianos y asimilar el fósforo en biomasa microbiana, lo que en conjunto reduce la contaminación. Además, ocurren procesos físicos como la sedimentación, en el cual, partículas más pequeñas se precipitan y van al fondo del cuerpo de agua.

La Alianza Revive el Río Colorado cuenta que el 50 del agua que sale del humedal fluye hacia el río Hardy

La Alianza Revive el Río Colorado cuenta que el 50% del agua que sale del humedal fluye hacia el río Hardy

 
PABLO ROMERO

Desde la planicie se puede ver el Cerro Prieto; al otro lado, oculta a la vista, mas no al olfato, opera una geotérmica, conocida por liberar gases como el sulfuro de hidrógeno, de aroma característico a huevo podrido. Mientras que, al interior del humedal, se libra una batalla por la limpieza del agua. La descomposición de materia orgánica en estos sistemas puede generar olores desagradables cuando están bajo estrés o en desequilibrio, aportando al ambiente un aroma terroso y pungente.

La batalla de Las Arenitas por mantener su equilibrio es titánica, por aquello de que la planta que le suministra agua opera por encima de su capacidad desde 2013. La evaluación de la calidad de las descargas es costosa, pero Edith Santiago señala que hay dos puntos claves para mejorar el panorama, “implementar un mejor uso del agua en la ciudad y nueva tecnología como lodos activados en la planta, que usa menos espacio que las lagunas y es más rápida”.

río colorado arenitas humedal

El complejo de Las Arenitas tiene 99 hectáreas transformadas en humedal

 
PABLO ROMERO
humedal las arenitas mexicali

Las plantas dentro y fuera del humedal ayudan al proceso de fitorremediación

 
PABLO ROMERO

Cuando se realizó el convenio para diseñar el humedal, se acordó que 30% del volumen anual del humedal fluyera a lo largo del río Hardy para uso ambiental, es decir, para sostener la vida del afluente, “pero también para beneficio de las comunidades, entre ellas, el grupo indígena cucapá y los campos agrícolas”. Hoy la asignación para el río es mayor al 50% del efluente, la otra mitad se usa para riego agrícola. “Que el agua de Las Arenitas fluya a lo largo del río Hardy genera un potencial ambiental; muchas especies de aves y otro tipo de fauna usan esta zona o viven en ella”.

Recuperar humedales en el delta tiene un beneficio ecológico único. En 2009, el primer censo de aves en la zona arrojó unas ocho especies y menos de 100 aves en total. Seis años después, contabilizaron 160 especies diferentes, con un recuento máximo de 18,000 aves. En el delta han registrado palmoteador de Yuma, pelícano café, halcón peregrino y pato cucharón norteño.

Una evaluación de los servicios ecosistémicos en la zona árida de Mexicali, publicada en 2023, resaltó el alto potencial del humedal para regular los flujos de agua, recarga del acuífero y fomentar la educación ambiental, y un potencial medio-alto para regular el clima local.


Bosque de Agua
El Gran Bosque de Agua, en el centro de México, enfrenta múltiples amenazas, desde los efectos del cambio climático a las actividades del crimen organizado. Si el Estado no aborda esta problemática con seriedad, millones de personas podrían verse afectadas.

El humedal cuenta con un nuevo mirador pensado para el avistamiento de las aves. “Mi sueño para Las Arenitas es que la comunidad venga a disfrutar de él, pero, al mismo tiempo, que exista un mejor uso de agua en nuestras casas para que menos agua llegue a esta zona en malas condiciones”, asegura Santiago.

Antes de la sobreexplotación del río Colorado, su delta cruzaba por Baja California y Sonora hasta encontrarse con las aguas del Golfo de California, creando más de 400,000 hectáreas de humedales. Aunque su cauce se ha convertido en un fantasma, alrededor del 15% de esos humedales sobrevivieron, albergando una biodiversidad invaluable de plantas y animales. Buscando imitar esa fortaleza, el humedal artificial Las Arenitas es una pausa en medio del desierto.

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