6 de julio de 2015

Agua y Contaminación


El Romanticismo, suavizó el paradigma de dominaciónpara poner de relieve la hermosura de esa naturaleza que nos apasiona y enamora”, evolucionando hacia una nueva mitificación, de nuevo en clave de género femenino, pero esta vez desde el perfil de la “amante”, co-mo objeto de deseo del hombre. Llegados a este punto, el carácter «irra- cional, inestable, voluble e impredeci- ble de esa naturaleza....» –rasgos atribuidos al género femenino– acaban motivando la necesaria acción racional
de la ciencia y de la técnica, esta vez sí, bajo claros perfiles de género masculino, con el fin de dominarla y ponerla al servicio del hombre.

1.1. La quiebra del medio natural
Bajo esta lógica, y desde una confianza ciega en el desarrollo científico-técnico, se han conseguido importantes conquis- tas, que nadie cuestiona. Sin embargo, también se han provocado quiebras en el orden natural que han derivado en costosas facturas, especialmente para los más pobres y para las generaciones futuras.

El hecho de que más de 1.200 millones de personas no tengan acceso ga- rantizado al agua potable conlleva más de 10.000 muertes diarias, en su mayo- ría niños. La falta de saneamiento y el vertido directo de retornos urbanos e in- dustriales al medio natural están detrás de esta tragedia. En muchos casos, la contaminación por metales pesados y otros tóxicos (por ejemplo, los produci- dos por la minería a cielo abierto) desencadenan procesos progresivos de intoxicación, enfermedad e incluso muerte que no se registran en las esti- maciones estadísticas antes citadas so- bre los impactos sobre la salud y los fallecimientos por ingesta de aguas contaminadas.
La crisis global del agua en el mun- do no radica tanto en problemas propia- mente de escasez, sino de calidad de las aguas disponibles. De hecho, todas las comunidades se han asentado en las proximidades de un río, de una fuente natural o de un lago, o bien en lugares donde las aguas subterráneas son accesibles a través de pozos. El problema es que, desde nuestra insaciable e irres- ponsable ambición desarrollista, hemos degradado esos ecosistemas y acuíferos, produciendo graves problemas de salud en la población.
Desgraciadamente, la falta de demo- cracia y la irresponsabilidad de muchos gobiernos, junto con la lógica de desre- gulación, impuesta por la Organización Mundial de Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), bajo el argumento de promover la libre competencia”, vienen posibilitando e incluso favore- ciendo procesos de contaminación y sobreexplotación de ríos y acuíferos, sin control alguno, en los países empobrecidos o en desarrollo. Se viene induciendo así lo que se conoce como “dum- ping2 ambiental” (más allá del “dumping social”), como una práctica habitual, amparada en nombre del libre mercado”, aunque implique para- dójicamente una práctica de competen- cia desleal, además de injusta e inmoral.
Las causas de esta quiebra ecológica son múltiples:

  • – Detracción masiva de caudales.
  • – Drástica alteración de los regíme- nes naturales y ruptura de la conti- nuidad de los hábitats fluviales por grandes presas.
  • – Colapso de sedimentos en esas presas y alteración de los flujos só- lidos que alimentan deltas y playas en los litorales.
  • – Drenaje y desecación de humeda- les, con la quiebra de sus funciones depuradoras y de regulación de cau- dales.
  • – Deforestación masiva, con los co- rrespondientes procesos erosivos y sus impactos sobre el ciclo hidroló- gico, mayor escorrentía, menor in- filtración a los acuíferos y colmata- ción.
  • – Obras de encauzamiento, drenaje y ocupación de amplios espacios de inundación en los dominios fluvia- les, con sus consecuencias sobre la biodiversidad, los flujos de nutrien- tes y el incremento de riesgos deri- vados de las crecidas

1.2. La contaminación, problema clave
Aunque, sin duda, una de las claves esenciales de esta quiebra ecológica es- tá en la sistemática y masiva contami- nación de los ríos, lagos y acuíferos. Se trata de una contaminación orgánica y biológica, procedente, fundamental- mente, de vertidos urbanos y agrogana- deros; y de carácter tóxico, procedente de actividades industriales, agrarias y mineras.
El vertido directo al medio natural de aguas residuales domésticas, así co- mo la filtración a los acuíferos de efluentes procedentes de fosas sépticas y pozos negros, son frecuentemente la causa de graves problemas de insalubri- dad en las aguas. La diarrea provocada por beber agua contaminada por este tipo de vertidos es hoy la segunda causa de mortalidad infantil. Se estima en unos 5.000 los niños y niñas menores de cinco años que mueren diariamente por esta razón, en su mayoría en países y co- munidades pobres: cinco veces más que los que mueren por el SIDA.
Por otro lado, la contaminación di- fusa de la agricultura es cada vez más grave. El uso masivo de abonos quími- cos y pesticidas está llevando a que, en muchos lugares, la agricultura pase a ser la primera fuente de contaminación. Una contaminación muy difícil de controlar, dado su carácter difuso que, jun- to a los vertidos urbanos, producen pro- cesos de eutrofización que acaban colapsando, por exceso de nutrientes, la vida en el medio hídrico.
La creciente desregulación y libera- lización de los mercados agrarios está quebrando la viabilidad económica de formas de producción tradicional que, desde el punto de vista ambiental y social, merecerían ser consideradas como buenas prácticas a proteger. Con ello, se está provocando la destrucción del tejido rural y acelerando la migración masiva hacia los cinturones de miseria de las grandes ciudades.
En el ámbito industrial y minero, la ausencia de medidas reguladoras inter- nacionales, junto a la falta de leyes, o la laxitud en su cumplimiento, cuando existen, e incluso los problemas de corrupción, llevan a que en la mayoría de los países empobrecidos y en desa- rrollo se permitan vertidos y técnicas productivas obsoletas, contaminantes y peligrosas para la salud pública. Técnicas que, sin embargo, son “rentables” para las empresas que, en muchos casos, intentan dar una imagen de res- ponsabilidad social corporativa y de respeto al medio ambiente, ante la opinión pública en los países desarrollados de los que proceden.
Es particularmente grave la prolife- ración de actividades mineras a cielo abierto, que contaminan cabeceras flu- viales con lixiviados y vertidos porta- dores de metales pesados, cianuros y otros tóxicos.

  • En la región de Cajamarca (Perú), por ejemplo, la protesta de las comu- nidades indígenas, que sufren graves enfermedades derivadas de la mine- ría de oro a cielo abierto, se mantie- ne firme, aún después de producirse el asesinato de varios de sus líderes.
  • En el río Pilcomayo (Bolivia), la pesca ha desaparecido y la horticul- tura languidece bajo la sospecha fundada de contaminación de las aguas de riego por las explotaciones mineras de Potosí
  • La agresividad expansionista de este tipo de empresas ha llevado a casos como el del glaciar Pascua Lama (Chile), donde una de las grandes multinacionales del sector, la canadiense Barrick, tramita con éxito las pertinentes concesiones an- te los gobiernos chileno y argentino para explotar un yacimiento de oro, bajo un glaciar. En este caso, ni la alarma social generada por el cam- bio climático ni la trascendencia de esos glaciares como reguladores de los ríos que nacen de ellos parecen ser argumentos suficientes para de- tener este tipo de proyectos.
  • En México, la minera San Javier (filial de la canadiense New Gold), ha ignorado sentencias judiciales fir- mes, con la connivencia de las auto-ridades, para seguir arrasando el municipio de San Pedro, junto a San Luis Potosí.
  • En las provincias argentinas de San Juan y Mendoza, la movilización ciudadana está forzando la aprobación de leyes contra la mine- ría a cielo abierto, a fin de proteger, no sólo la salud pública, sino también la economía de la región, basa- da en el prestigio internacional de sus vinos
En resumen, ríos, lagos y humedales están sufriendo la crisis de biodiversidad más profunda de la biosfera. Tal y como subraya la Declaración Europea por una Nueva Cultura del Agua, firmada por cien científicos de los diversos países de la Unión Europea a principios de 2005, ambas realidades son caras de una misma crisis: la crisis de insostenibilidad de los ecosistemas acuáticos y del ciclo hídrico continental

"Crisis Global del Agua"
Pedro Arrojo Agudo
Cuadernos de Cristianismo y Justicia nº 168

5 de julio de 2015

Las praderas de posidonia acreditan el buen estado de las aguas catalanas


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Prados de posidonia oceánica / Matteo Ciani
Un estudio publicado en la revista Ecological Indicators ha evidenciado el buen estado de las aguas litorales catalanes a partir de la evolución positiva de las praderas de posidonia (Posidonia oceánica), unas plantas que actúan como centinelas al ser muy sensibles ante la alteración de la calidad del agua. Esta mejora se ha producido de forma generalizada en toda la costa, pero ha sido especialmente importante en las zonas más degradadas.
Los autores destacan la importancia de tener un 'termómetro' para mediar la calidad de las aguas litorales 
Durante el periodo 2003-2010, los científicos han constatado un avance en varios parámetros fisiológicos y bioquímicos de las plantas que indican, no sólo una clara disminución de la llegada de nutrientes y materia orgánica en el mar, sino también un aumento de la transparencia del agua.
Los indicadores biológicos, como las praderas de posidonia, entre otros, son muy útiles para la vigilancia ambiental, porque permiten obtener una respuesta integrada a las alteraciones que sufre el ecosistema marino.
Hasta ahora, los bioindicadores habían servido, sobre todo, para identificar situaciones de degradación. La detección de mejoras requiere indicadores muy sensibles y el estudio realizado es pionero en este aspecto.
Mejor tratamiento del agua
Desde 1990 hasta 2010, se han construido más de trescientas plantas de tratamiento de aguas residuales urbanas en Cataluña y se han mejorado muchas de las que ya existían. Unas actuaciones han permitido reducir la llegada de materia orgánica y de nutrientes en las aguas marinas.
Los autores consideran que, teniendo en cuenta las inversiones que se destinan cada año a la mejora de las aguas litorales, resulta básico disponer de un 'termómetro' que permita evaluar su eficacia y que se convierta en una guía esencial para las políticas ambientales.
Referencia bibliográfica
Roca, G. et al. “Detecting water quality improvement along the Catalán coast (Spain) using stress-specific biochemical seagrass indicators.” Ecological Indicators, 2015. http://digital.csic.es/handle/10261/112832

Tejados urbanos verdes

Roof
Foto de Dylan Passmore. Tomada en Toronto, Ontario (Canadá). En: Flickr Commons
El Waldorf Astoria de Manhattan, el Camper de Barcelona o el Hotel Wellington de Madrid. Tres hoteles en centros urbanos que poseen otra característica en común: tienen un huerto. El madrileño, el más reciente, cuenta con una azotea donde 300 metros cuadrados distribuidos en 14 parcelas de cultivo ecológico. Recibe la ayuda del cercano Parque del Retiro, que reduce la contaminación ambiental urbana. Y florecen allí el cardo rojo, las fresas, tomates negros, lechugas de hoja de roble o los apreciados guisantes-lágrima, una cosecha que después se cocina unos pisos más abajo en el restaurante del hotel, el Raíces Wellington.
Y es que, los tejados verdes pueden actuar además como aislante, de forma que durante el invierno reducen el gasto energético necesario para calentar el edificio, y en verano el coste de enfriarloAyudan también a retener el agua de la lluvia y a proporcionar a las aves, y otros tipos de seres vivos, un pequeño oasis donde descansar y vivir en un entorno urbanizado. Oxigenan además un aire que en las ciudades presenta altos índices de contaminación. Por eso, recientemente en Francia, una nueva ley obliga a que los tejados de las nuevas construcciones estén parcialmente cubiertos por plantas o paneles solares. Un paso importante hacia una edificación urbana más sustentable y basada en la eficiencia energética. El Parlamento francés se acerca con esta medida a países como Dinamarca, que vista a vuelo de pájaro, es cada vez más verde. De hecho, Copenhague, la ciudad danesa más poblada, y elegida capital verde europea en 2014, implanta una política medioambiental innovadora que afecta a su vida urbana, y ha sido consensuada por los diferentes partidos políticos. El objetivo: convertirse en 2025 en la primera capital del mundo neutral en cuanto a emisiones de carbono. Desde 1990 ya han reducido las emisiones un 40%, y desde 1980 el PIB de Dinamarca ha subido un 80%. Y sus tejados poco a poco florecen.
Desde el año 2000 la cantidad de tejados verdes, o green roofs, cada vez es mayor en las grandes ciudades del mundo. En ocasiones se trata de azoteas ocupadas por pequeñas huertas vecinales y en otros casos se diseñan auténticos jardines ornamentales. Y los cultivos, generalmente de huerta e hidropónicos, es decir que usan disoluciones minerales en vez de suelo agrícola para que las raíces reciban una solución nutritiva equilibrada y disuelta en agua con todos los elementos químicos esenciales para el desarrollo de la planta. Algunos de los ejemplos más llamativos de estas cubiertas verdes urbanas podrían ser: el Dreamhouse en Róterdam (Holanda), el museo Historial de la Vendée en Les Lucs-sur-Boulogne (Francia), los techos del City Hall de Chicago, o el edificio The Solaire en Nueva York. En España, algunos de los pioneros se consideran la Villa Bio en Llers (Girona), la OS House en Santander. Sin olvidar la propuesta innovadora del artista Marc Grañén: techos verdes en autobuses urbanos en Barcelona y Girona. ¿Caminamos hacia ciudades ecológicamente más sostenibles?

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Foto de SPUR, Sergio Ruiz. En: Flickr Commons

Mar Toharia

Reciclar para Crecer.

Kalundborg (Dinamarca) es desde hace 40 años un pequeño puerto y una referencia en ecología industrial. Aquí la llaman ‘simbiosis industrial’. Dicho de otro modo: los desechos de unasempresas se convierten en los recursos de otras. Para guiarnos está Mette Skovbjerg, la referencia en simbiosis industrial en el país, ¿cuáles son las ventajas de este sistema?
Mette Skovbjerg
“Entre los siete participantes que tenemos en Kalundborg reducimos las emisiones anuales de CO2 en torno a las 275.000 toneladas y ahorramos 80 millones de euros anualmente.
La idea es extender el sistema a otras empresas. Vamos a visitar una de ellas. La de Ken Gaarde, especializada en la limpieza de cisternas, consume una cantidad muy importante de agua. Tras 6 meses Ken trabaja con Mette para encontrar una manera de reutilizar el agua consumida, lo que le permitiría reducir los costes de producción. “Integrándome en la simbiosis podríamos reducir a la mitad la factura de electricidad en el proceso de filtrado de agua. Además queremos ser una empresa verde. Es muy importante para nuestros clientes”, explica Ken.
Él espera encontrar solución para los otros desechos plásticos y metálicos. Está convencido: integrar la simbiosis pemitiría desarrollarse a su pyme: “Con el ahorro que tendríamos podríamos invertir en una segunda línea de limpieza, lo que permitiría crear nuevos empleos para la región de Kalundborg”, asegura.
Acabamos de ver el potencial de la empresa de Ken… ¿cuál es la siguiente etapa para él ahora mismo. Mette los explica: “El siguiente paso es ayudar a Ken a encontrar a sus socios de simbiosis. Primero, para el metal, es muy sencillo, nos costará unas semanas. Segundo, lo más importante para Ken es saber qué hacer con el agua residual. Esto costará probablemente un año”. 
Además del aspecto medioambiental, la simbiosis permite a las empresas aumentar su competitividad, dando valor a sus productos derivados, pero también evitando la importación de recursos naturales. El Centro para la Simbiosis de Dinamarca trata de replicar este sistema. El objetivo es conectar a unas 60 empresas de unas treinta redes de simbiosis en el país.
¿Cuáles son las claves del éxito para una empresa que se quiere unir a este programa?: “Primero debes identificar que desecho quieres reciclar como recurso, tienes que tener valor para asociarte y tienes que mantener la mente abierta a nuevos modelos de negocio”, concluye Mette

Los Germoplasmas

Semillas
No solo animales como el lince o el urogallo están en peligro de extinción. 

Más del 20% de las 380.000 especies botánicas conocidas en el mundo están amenazadas por diversos motivos: por causas climáticas, por la presión humana y la de vegetales invasores o por una combinación de todas ellas.

Para preservar la biodiversidad verde y tratar de salvarlas se han creado los bancos de semillas, cuyo objetivo es guardar para la posteridad el mayor número posible de plantas. Hoy existen unos 1.500 en el mundo, entre los que destacan el Svalbard Global Seed Vault, en una isla del norte de Noruega, y el Millennium Seed Bank, en Wakehurst, al sur de Londres en Inglaterra.

Las simientes de los ejemplares se conservan en unas condiciones de humedad estable, baja temperatura constante –en torno a -20 ºC–, sin apenas luz o en la oscuridad y en frascos con etiquetas que detallan la variedad, el lugar donde fueron recolectadas y sus características.

Algunos de estos bancos tienen registrados más de 1.000 millones de semillas, entre ellas, variedades de trigo silvestre cuyo cultivo ya no es rentable, pero que, si se demuestran resistentes a los parásitos, se podrían resucitar para su plantación en el futuro.