“Nos entristece informar de la muerte de una de las crías, pero tenemos un panda sano y seguimos optimistas sobre su futuro”, explicó hoy el veterinario jefe del popular zoo de la capital estadounidense, Donald Neiffer.
Mei Xiang, una osa panda de 17 años e icono turístico de la ciudad, fue inseminada artificialmente en abril pero no se confirmó su embarazo hasta pocos días antes de que diera a luz a sus dos crías este sábado, con cinco horas de diferencia entre una y otra.
Los responsables del zoo, que como los principales museos de la ciudad pertenece a la red del Instituto Smithsonian, habían aplicado una técnica china para evitar que, como suele ocurrir cuando las osas pandas tienen gemelos, la madre se centrara en solo una de las crías y dejara morir a la otra.
Mei Xiang con su primera cría Tai Shan, nacida en noviembre de 2005. EFE/Jessie Cohen
Esta técnica consiste en cambiar a los cachorros cada cierto tiempo para que ambos puedan desarrollarse.
Mientras uno está con la madre, el otro permanece en una incubadora, lo que permite que ambos se alimenten y puedan establecer un vínculo afectivo con la madre.
Sin embargo, Mei Xiang se mostró reacia a abandonar a la cría más grande, por lo que desde el lunes al mediodía los veterinarios no habían podido hacer el cambio.
El director del zoológico, Dennis Kelly, aseguró el domingo que si antes había un 20 por ciento de probabilidades de que las crías de panda sobrevivieran tras parir en cautiverio, está técnica desarrollada hace unos veinte años por los biólogos y especialistas chinos permite el éxito en el 80 por ciento de los casos.
La panda gigante ya había tenido dos cachorros que sobrevivieron: Tai Shan, nacido en 2005 y que ahora vive en un zoológico en China; y Bao Bao, que el domingo cumplió dos años y que vive con su madre en Washington.
EFEverde
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