Estás decidido a crear tu propio huerto urbano pero tienes miedo de olvidarte de algo ¿cierto? No te preocupes, porque vas a ver que tus primeros pasos en esto de los huertos de ciudad van a salir de maravilla. Por si acaso, te dejamos la lista de las cosas que no puedes olvidar durante el proceso:
- El espacio: ¿dónde vas a plantar tus hortalizas? Estás de suerte, porque no necesitas adaptar el espacio de tu casa a tu huerto, sino que puedes hacerlo al revés. Lo único que te hace falta es que el rincón del balcón o terraza que elijas tenga buena iluminación. Por eso es interesante utilizar una mesa para que el cultivo quede elevado. Aprovecha para reciclar todos los cubos, macetas y otros recipientes que llevan años arrinconados en el trastero. Los huertos verticales son una solución muy buena en el caso de que tengas un balcón o quieras cultivar en interior, así utilizarás el espacio al máximo. También las ventanas, con las tradicionales jardineras, pueden servirte para dar tus primeros pasos.
- La luz: las plantas necesitan luz para vivir. Por eso es importante que tengas en cuenta que tus hortalizas tienen que estar en un lugar con mucho sol directo para crecer sanas y fuertes. Aprende bien qué tipo de cultivo es mejor según las condiciones lumínicas del espacio donde quieres plantar y cuáles es la mejor elección según la temporada. De esta forma, sacarás todo el provecho de tu huerto urbano.
- El sustrato: o la tierra en la que plantarás tu cosecha, es el segundo alimento de tus plantas después de la luz. Un buen sustrato condicionará el desarrollo del cultivo. Hay varios tipos, sustrato universal, turba, fibra de coco, mantillo, compost… Con esta guía gratuita puedes aprender cuál es mejor para tu huerto urbano y cómo combinarlos.
- El agua: igual que haces tú, tus plantas también beben agua. Mantén la humedad constante, pero no te pases con la cantidad. Uno de los errores más frecuentes de los emprendedores de la huerta es ahogar las plantas. Si instalas un sistema de riego por goteo, ahorras agua y evitas el riesgo, pero solo es necesario en huertos de gran tamaño.
- El cultivo: ahora llega la decisión que estabas esperando, ¿qué vas a plantar? Elige cultivos de temporada y ten en cuenta que es distinto plantar semillas o brotes. La primera opción te gustará si quieres experimentar con tus propios ojos la magia del crecimiento de un ser vivo desde su origen, aunque requerirá más dedicación por tu parte sobre todo a la hora del trasplante. Con los brotes (la planta en su inicio de vida, con los primeros tallos) ya tienes la primera parte del trabajo hecho, pero simplifica tu labor.
Y si aún no has creado tu propio rincón verde, te recomendamos que estés al día de las últimas novedades de la categoría Agroecología o que eches un vistazo a la guía gratuita “Cómo hacer un huerto urbano“.
No hay comentarios:
Publicar un comentario