¿Qué es el turismo responsable o ecoturismo? Es el que practican aquellos turistas que tiene respeto por el lugar que visitan, que sigue las reglas de convivencia y respeto y no deja rastro evidente de su pase por el lugar. La regla de oro que aplica el turismo responsable es: deja el lugar más impoluto de cómo lo encontraste.
De esta manera, los turistas responsables y respetuosos con el medio ambiente evitarán contaminar y estropear el destino turístico que los acoge. Lo que no es tarea fácil si sólo se piensa que, en las zonas turísticas en los meses verano, la población aumenta hasta 8 veces en comparación con los residentes habituales. Por supuesto, lo último que quieren las administraciones locales es tener que lidiar con los estragos de turistas poco cuidadosos.
Es crucial, por lo tanto, que todo el mundo aporte su granito de arena durante sus vacaciones para mantener limpio y cuidado el entorno. Y esto, si lo pensamos detenidamente, no es tan complicado: lo único que hace falta es un poco de civismo y respeto.
Respecto tanto por el medio ambiente como por los demás como por uno mismo, ya que el año siguiente pueda que te guste volver de vacaciones en el mismo lugar y probablemente te gustará volver a encontrártelo en las mismas condiciones en las que lo encontraste.
El turismo responsable es además una muy buena opción si viajamos en familia: enseñar los beneficios del ecoturismo a los niños es un buen plan para que crezcan con una mayor empatía para el medio ambiente, más civismo y más respeto para la naturaleza.
Aquí, pues, hay algunas reglas simples sobre el reciclaje para conseguir un estilo de viaje más respetuoso y sostenible y practicar turismo responsable.
10 reglas para ser turista responsable
- Infórmate sobre el sistema de recogida de residuos en la localidad donde pasar las vacaciones
- Tratar el entorno como si fuera nuestra casa y mantenerlo limpio. En un día en el campo o en la playa, llevar siempre una bolsa de más en la que almacenar todos los residuos
- Elegir destinos y alojamiento de bajo impacto ambiental: playas de bandera azul, reservas naturales, ciclo-rutas o rutas a pie. Y para alojarse elegir estructuras con certificaciones ecológicas e integrados en el contexto natural.
- Deja el coche (¡por lo menos en vacaciones!) y opta por caminar o ir en bicicleta
- Aplanar las cajas y contenedores para reducir el volumen de los embalajes.
- Prestar atención a los contenedores excesivamente sucios y con resto de alimentos (es un ejemplo la caja de pizza) o productos químicos, tales como pinturas o disolventes, y papel impermeable a la grasa, que hay que tirar en el contenedor común.
- A la hora de tirar las botellas de vidrio en el contenedor retirar los tapones
- No tires en el contenedor del papel también bolsas de plástico que se utilizan para el transporte de los residuos
- Comprar productos de km 0, mejor aún si de agricultura biológica y orgánica. Esto contribuirá al desarrollo económico local, a mantener las tradiciones locales y a no contaminar. En el restaurante, cuando no terminas la comida en tu plato, pide una doggy-bag para llevar a tu casa las sobras: te sorprenderás de cuantos restaurantes lo hacen ya.
- No desperdicies recursos: cierra el grifo mientras te cepillas los dientes, durante el afeitado o mientras te pones champú en la ducha. Estar de vacaciones no es una buena razón para dejar siempre puestas las luces o el aire acondicionado: apaga los aparatos cuando ya no sean necesarios.
Este es un contenido original de Ecocosas
Raul Mannise
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