Las ciudades españolas viven una transformación verde. Cada vez son más las medidas y actuaciones para que los desplazamientos urbanos sean eficientes, respetuosos con el medioambiente y menos numerosos. Una tendencia que se ha vuelto necesidad para que el planeta el que vivimos aguante: en 2050alrededor del 80% de la población mundial vivirá en grandes urbes; precisamente, allí donde se producen cerca del 80% de las emisiones de carbono del planeta. La solución pasa por hacer un mejor uso de los vehículos, potenciar las propulsiones limpias y fomentar transportes como las bicicletas eléctricas o el carsharing. Alternativas, estas últimas, que no dejan de crecer y que ya esbozan cómo será la movilidad del futuro.
Para muestra del cambio, un botón: el Ayuntamiento de Madrid, con su Plan A, trata de limpiar los aires de la capital fomentando, entre otras cosas, modos de transporte limpio. El principal es su servicio público de bicicletas eléctricas, BiciMad, un sistema que llegó para revolucionar el transporte en la capital y que cada día cuenta con más adeptos. "El perfil de usuario típico de bici ha cambiado. Hemos pasado del bipartidismo 'deportista/ecologista' a una variedad mucho más amplia: gente vestida de oficina, estudiantes que la usan para su ocio, señoras mayores haciendo la compra, amigas de paseo...", opina Iván Villarubia, responsable de En Bici Por Madrid.
Los usos de este servicio, que a partir del año que viene operará más allá de la M-30, han pasado de 4.400 diarios en septiembre de 2016 a más de 12.000 el pasado mayo, según datos presentados en el último balance del Ayuntamiento. "El 'voy a sudar' o el 'hay muchas cuestas', el reparo del esfuerzo físico, también ha caído. Esto viene a desmentir lo del 'Madrid no es para bicis'", señala Villarubia, que además cree que muchos usuarios han hecho la transición a una bicicleta normal desde la eléctrica: "'Si he podido hacer este trayecto con la eléctrica'", piensan, 'igual también puedo hacerla con mi propia bici'".
Entre los aliados de la movilidad sostenible también se cuentan los coches eléctricos. Según datos de la Asociación de España de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), este mercado registró en mayo un incremento del 20,17%. Si contamos los cinco primeros meses del año, las ventas ascendieron un 9,1% respecto a 2016. "Uno de nuestros pilares básicos es la movilidad inteligente. Queremos ser líderes en electromovilidad", afirma Pedro Fondevilla, director de marketing de Volkswagen España. La nueva versión de su e-Golf, uno de los modelos más icónicos de la marca, tiene una autonomía de hasta 300 kilómetros y es neutro en emisiones de CO2. Su uso, además, conlleva otras ventajas extensibles a todos los coches 100% eléctricos: están exentos de pago en zonas de aparcamiento regulado (para ello hay que solicitar una tarjeta gratuita en los Ayuntamientos), pueden circular por el carril VAO, no pagan impuesto de matriculación y el plan Movea subvenciona hasta 5.500 euros del precio de aquellos utilitarios con más de 90 kilómetros de autonomía.
Otro fenómeno que en los últimos años ha ido calando en la ciudadanía es el carsharing: coger un coche justo en momento en que lo necesitamos y olvidarnos de él cuando ha cumplido su cometido. "Entraña un cambio de paradigma. Supone tener algo en el momento en que lo necesitas, no tener que comprarlo para siempre", señala Orazio Corva, responsable de Car2GoMadrid (0,21€/minuto), una de las dos compañías que provee de este servicio en la capital. Factores como la contaminación –alrededor del 30% de las emisiones de CO2 provienen de vehículos de combustión– y la infrautilización –los coches para cinco personas son ocupados por una media de 1,4 pasajeros y el 90% del tiempo están parados, según Corva– respaldan el crecimiento de este sistema. Algunos de sus beneficios ya han sido probados: un estudio de la Universidad de Berkeley demostró que la adopción del carsharing en varias ciudades estadounidenses y canadienses redujo el número de vehículos, los kilómetros recorridos y el impacto ambiental. Y redundó en una mayor eficiencia en los trayectos ya que los usuarios eran más conscientes del tiempo que circulaban.
Carlos Blanco, director de marketing y comunicación de Emov (0,24€/minuto), la otra empresa de coches compartidos de la capital, se expresa en la misma línea. "Un coche eléctrico compartido sustituye a un mínimo de 12 vehículos normales", afirma. Aún queda, eso sí, camino por recorrer: "El cambio de mentalidad es progresivo. Además, son necesarias más infraestructuras. Proveer de una red de puntos de carga a la ciudadanía", explica.
A todo esto se suma el desembarco de Muving (0,18€/minuto), la versión moto del carsharing, que se suma en Madrid a eCooltra (0,24€/minuto), compañía que desde hace tiempo operaba en Barcelona junto a Motit (entre 0,17 y 0,24€/minuto). El menú de opciones lo completan skates, patines y patinetes, todos eléctricos y adecuados para callejear por las grandes urbes. Y el transporte público, claro, del que se puede llegar a ser un maestro en combinaciones y transbordos con apps como Citymapper o Moovit . Un abanico de alternativas verdes para que nuestros desplazamientos sean cada vez más rápidos, más limpios y (casi casi) gratuitos.
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