9 de enero de 2018

Por qué el antílope saiga está en peligro de extinción

¿Habías visto antes a este extraño animal? El Saiga tatarica es un animal que tiene un aspecto muy peculiar, pues es un antílope con una nariz muy curiosa. No obstante, tener un aspecto que pueda parecernos diferente y curioso es un hecho que no lo salva de su actual situación: el riesgo inminente a extinguirse. A lo largo de las últimas décadas esta especie ha sufrido distintos peligros que han mermado su población de forma considerable, hasta el punto de ser considerado por la Lista Roja de Especies Amenazadas como un animal críticamente amenazado.
En este artículo de EcologíaVerde queremos explicarte por qué el antílope saiga está en peligro de extinción para que conozcas bien su situación, así como sus características, y ayudes a concienciar a los demás para ayudar a las especies animales y vegetales en peligro de nuestro planeta.

Características del antílope saiga

Antes de empezar a explicar los motivos de su estado de riesgo, convine conocer un poco mejor a esta especie. Por ello, a continuación detallamos una lista de las principales características del saiga:
  • Es un antílope que habita en la estepa que hay desde el este de Europa y hasta Asia central, es decir en la estepa euroasiátcia.
  • Vive en zonas con temperaturas y condiciones extremas, pudiendo llegar a más de 40ºC en época calurosa y a muy pocos grades, e incluso bajo cero, en invierno, y a tener pocas lluvias a lo largo del año.
  • Se alimentan de pastos de pequeñas hierbas y arbustos.
  • El Saiga tatarica vive actualmente en 5 países: Mongolia, Rusia, Turkmenistán, Kazajstán y Uzbekistán.
  • Se ha extinguido en 4 países: Moldavia, Ucrania, Polonia y China.
  • Miden entre 60 y 80 cm a la cruz y pesan entre 25 y 50 kg.
  • Su esperanza de vida está entre los 6 y los 10 años.
  • Solo los machos tienen cuernos, que pueden medir entre 25 y 30 cm de largo.
  • Su nariz es larga y ancha, es una especie de probóscide que recuerda a la trompa de un elefante pero corta. Se cree que de este modo los saigas consiguen filtrar el polvo y el aire, para regular su temperatura.
  • Existe una subespecie de antílope saiga que se, científicamente, se llama Saiga tatarica mongolica. Esta subespecie vive solo en el occidente de Mongolia y también está en un alto peligro de extinción, ya que se ha llegado a estimar una población de solo 750 Saiga tatarica mongolica. No obstante, esta subespecie, en los últimos años parece estar recuperándose.

El saiga, un antílope en peligro de extinción

El antílope saiga según la Red Lista de la IUCN está críticamente amenazado, que es un paso más allá del peligro de extinción, el siguiente paso es estar extinto en estado de libertad, es decir en la naturaleza, y finalmente, extinguirse del todo. Por tanto, esta especie de antílope está a poco de extinguirse completamente.
Además, la tendencia de la evolución de la población de este tipo de antílope es negativa. Es decir, cada año hay menos saigas y la población disminuye constantemente. Concretamente, estos últimos años se han registrado tan solo 18.000 saigas adultos en todo el mundo.
Además, como hemos comentado antes, ya hay algunos países en los que se ha extinguido. Por ejemplo, ya en el siglo XVIII se extinguió de los Cárpatos y en el siglo XIX del resto de Polonia y Ucrania.

Causas del peligro de extinción del saiga

Seguramente, te preguntarás cuáles son las razones por las que el saiga está en peligro, y lo cierto es que son varias las causas que están provocando esta triste situación:

Caza intensiva

Todavía hoy en día existe la caza furtiva del saiga, ya que tanto su piel como sus cuernos son bastante buscados. Uno de los motivos de este tráfico ilegal, sobre todo el de sus cuernos, se debe a su uso en la medicina tradicional china.

Pérdida de rutas de migración y hábitat

Las rutas migratorias de estos antílopes se ven afectadas por lo cambios que los humanos realizamos en el territorio, ya sea construyendo pueblos, ciudades, carreteras o edificando otros tipos de infraestructuras. Por tanto, les reducimos el territorio y les dificultamos llegar a otras áreas que siempre han habitado en ciertas épocas del año. Teniendo que quedarse en la zona que deberían abandonar en cierta época, se encuentran sin suficiente alimento y agua y con temperaturas más extremas. Así, también se encuentran que necesitan competir con otras especies por el territorio y el alimento.

Cambios en el clima

Por todos es sabido que el clima está cambiando desde hace años y cada vez lo hace más rápido. Por ello, hay épocas en las que los saigas se enfrentan a inviernos muy duros y veranos demasiado calurosos y con poca agua.

Desequilibrio entre macho y hembras

Debido a que los machos son buscados por los cazadores por sus cuernos, hay cada vez menos machos. Por ello, se ha producido un desequilibrio entre la cantidad de machos y hembras, dificultando más su reproducción.
Además, también sufren la segmentación del territorio. Es decir, debido a que cada vez hay menos y a que su hábitat cambia, hay pequeños grupos de estos antílopes que se quedan aislados de otros grupos más grandes, haciendo que sea más complicada su reproducción efectiva. Estos pequeños grupos son los que tienden a desaparecer primero.

Enfermedades

Por último, otra de las causas del grave estado de la especie Saiga tatarica es que lleva varios años sufriendo enfermedades y epidemias mortales. Concretamente, en el año 2010 sufrieron pasteurelosis y murieron unos 12.000 antílopes saiga, en el año 2011 hubo otro brote de la misma enfermedad y murieron alrededor de 500 individuos, en el año 2012 se repitió la epidemia y fallecieron otros 500 ejemplares y, por último y la epidemia más grave, en el año 2015 murieron más de 130.000 saigas, de nuevo debido a la bacteria Pasteurella, pero esta última vez se sospecha que también a otras.

Qué hacer para evitar la extinción del saiga


Muchas son las personas que se preguntan cómo evitar la extinción de especies, pero lo cierto es que aunque podemos poner todo de nuestra parte para remediar los factores relacionados con nosotros, hay otros factores que no podemos controlar. No obstante, conocer qué podemos hacer para evitar la extinción del saiga es importante para poder aportar nuestra pequeña parte de forma personal:
  • Evitar contaminar el medio ambiente: usar menos energías contaminantes, por ejemplo no usando coche propio y usando más el transporte público o transportes ecológicos, reciclar todo lo que podamos, etcétera.
  • Ayudar a combatir la caza furtiva: de forma personal podemos, por un lado, evitar comprar productos relacionados con esta, denunciar cualquier caso que conozcamos ante la ley y aportar donaciones económicas y, en algunos casos, de material a las organizaciones que se encargan de la lucha contra este problema global.
  • Ayudar a la investigación científica: si aportamos nuestra parte, ya sea estudiando y ejerciendo o bien aportando dinero para investigaciones y asociaciones de conservación. Así, podemos conseguir que mejore el estado de salud de esta especie y que mejoren sus posibilidades de reproducción con éxito.

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