La caza furtiva de animales
La caza furtiva o ilegal de animales es una práctica bastante más común en regiones como Sudamérica, África y el Sudeste Asiático, debido a que son continentes muy ricos en biodiversidad, con especies animales que no es posible encontrar en otras regiones del planeta. Es precisamente en estas regiones de caza ilegal donde no hay un control estricto de estas actividades o no se disponen de los medios adecuados para luchar contra ellas.
Es precisamente en los países subdesarrollados donde algunos de sus habitantes realizan esta actividad como medio de vida, ya sea para alimento o para el tráfico ilegal de especies (uno de los negocios que más dinero genera en el mundo), pero también hay la caza deportiva. Empresarios millonarios, políticos o gente influyente de todo tipo son los más aficionados a estas actividades ilegales, bien sea por aburrimiento, deporte o para cerrar relaciones comerciales, entre otros temas.
Algunas personalidades conocidas ya han sido "cazadas" practicando esta actividad, como políticos e incluso reyes que han sido vistos cazando elefantes en un safari africano, o un dentista estadounidense, quien cazó a uno de los leones más emblemáticos de Zimbabwe llamado Cecil (13 años).
Otro caso conocido fue el de los cazadores furtivos que se colaron en el Parque Nacional Tsavo (Kenya), abatiendo a cinco elefantes en peligro de extinción, dejando sus cuerpos abandonados y que fueron hallados sin sus colmillos. La cacería de elefantes es una de las más habituales en esas regiones, para abastecer la demanda de marfil, el cuál es usado con fines medicinales (aunque sin base científica), además de ser usado en elementos decorativos y caros. Estos son algunos de los casos que han saltado a los medios, pero los ejemplos son innumerables.
Además, debido al grave estado de muchas especies actualmente por culpa de esta práctica, también se habla de la caza furtiva de animales en peligro de extinción, puesto que aunque lleguen a categorizarse dentro de este rango de riesgo se les sigue cazando de forma ilegal.
La ONU va a luchar contra la caza furtiva
Con motivo de luchar contra la caza ilegal de animales, la ONU aprobó una resolución que obliga a los países a adquirir el compromiso de luchar y reducir la caza furtiva y el tráfico ilegal de animales. Este documento fue promovido por Gabón y Alemania y firmado por 84 países integrantes de la ONU.
El objetivo de esta resolución es el de promover leyes y endurecer los procesos judiciales, involucrando a organismos locales en su promoción, a considerar la caza furtiva como un delito grave. Se trata de un documento que llega en un momento clave, ya que en este momento se cuentan con casos muy mediáticos de caza ilegal.
Inteligencia artificial para luchar contra la caza furtiva
En colaboración con la National Science Fundation, la universidad del Sur de California ha desarrollado una aplicación llamada PAWS (Protection Assistance for Wildlife Security), una aplicación que utiliza algoritmos matemáticos para la resolución de problemas, cruzando datos históricos de las patrullas de vigilancia con la presencia de cazadores, averiguando así, los patrones de comportamiento de los furtivos y sugiriendo a los vigilantes los caminos hacía ellos.
Dado que PAWS utiliza datos para dar con los cazadores furtivos, cuánto más datos le sean aportados, mejor será su funcionamiento. Estos datos son aportados por las propias patrullas de vigilancia, como el número de cazadores y la localización exacta donde fueron encontrados.
Algunas medidas contra la caza furtiva que se pueden tomar
Aparte de lo anteriormente explicado, ¿qué otras medidas pueden tomar quienes se preguntan cómo evitar la caza furtiva de animales? Estas son algunas ideas para ello:
- Aumentar el número de patrullas y aportarles el equipo necesario para luchar contra los cazadores furtivos.
- Prohibir la comercialización de marfil.
- Luchar contra el comercio ilegal de animales. Si los cazadores no tienen mercado, disminuirá esta actividad.
- Dejar de comprar productos hechos con especies que están en peligro de extinción, como sus pieles.
- Adquirir productos correctamente certificados por los gobiernos de cada país.
- Aprender sobre las especies amenazadas y el problema de la caza y tráfico ilegales. Cuanto más información se tenga, más conscientes seremos del problema.
Javier Sanchez
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