Según el informe de la U. S. Global Change Research Program, el cambio climático le costará a la economía estadounidense cientos de miles de millones de dólares para finales de siglo.
Para la Casa Blanca, el informe considera el escenario más extremo de los efectos del cambio climático.
El cambio climático le costará caro a Estados Unidos y afectará duramente a la sociedad estadounidense, afectando gravemente a la salud de sus conciudadanos, dañando sus infraestructuras, limitando la disponibilidad de agua, alterando las líneas costeras y aumentando los costes para la industria, la agricultura, la pesca y la producción de energía.
Según el informe que acaba de publicar el Programa de Investigación sobre el Cambio Global de Estados Unidos (USGCRP), elaborado con la ayuda de más de una docena de agencias y departamentos del gobierno, la nación tendrá que prepararse para hacer frente a cientos de miles de millones de dólares de gastos atribuibles al cambio climático para finales de siglo.
El impacto esperado del informe es bastante dramático: con el crecimiento de las emisiones a tasas históricas, se espera que las pérdidas anuales en algunos sectores económicos superen el producto interior bruto (PIB) actual de muchos estados de Estados Unidos. Pero añadió que las proyecciones podrían cambiar si las emisiones de gases de efecto invernadero se redujeran drásticamente, a pesar de que muchos de los impactos del cambio climático ya están en marcha:
“Los riesgos futuros del cambio climático -dice el informe- dependen principalmente de las decisiones que se tomen hoy”.
El informe contrasta con la carrera por los combustibles fósiles apoyada por la administración Trump, que ha abandonado muchas de las políticas ambientales y climáticas apoyadas por la presidencia de Obama para maximizar la producción nacional de combustibles fósiles.
Según la portavoz de la Casa Blanca, Lindsay Walters, el nuevo informe se basa en el escenario más extremo, que contradice las tendencias establecidas, asumiendo también la existencia de tecnologías e innovaciones limitadas y una rápida expansión de la población. Para la Casa Blanca, por lo tanto, la próxima actualización debería proporcionar una visión general más transparente y contener información más completa para tener en cuenta todos los escenarios posibles.
No es nada nuevo que Trump y muchos de sus colaboradores hayan expresado repetidamente sus dudas sobre la ciencia del cambio climático, incluso convencidos de que no sería una mala idea retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París.
Al otro lado de la barricada están los grupos ecologistas, que se alegran de que el informe del USGCRP haya reforzado sus llamamientos para que Estados Unidos actúe en relación con el cambio climático.
“Mientras el presidente Trump sigue ignorando la amenaza que representa el cambio climático, su propia administración hace sonar todas las alarma”, dijo Abigail Dillen, presidenta del grupo ambiental Earthjustice, “El informe destaca lo que ya estamos viendo en primera persona: el cambio climático es real y está sucediendo aquí y ahora”.
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