En 1999, el entonces secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, presentó una iniciativa destinada a marcar las vías de futuro para el mundo empresarial. Bajo diez principios universales sobre derechos humanos, normas laborales, medioambiente y lucha contra la corrupción, el Pacto Mundial de Naciones Unidas se planteó como misión generar un movimiento internacional de empresas sostenibles. Una hoja de ruta, en otras palabras, para un sector privado que cumpla con las necesidades de una sociedad más justa, igualitaria y sostenible en las próximas décadas.
En 2004 se constituyó la Red Española del Pacto Mundial, que se ha convertido en la más numerosa a nivel internacional de toda la iniciativa, con más de 1.600 entidades adheridas. Una de las más activas, que, en su estructura de organización, agrupa a empresas, ONG, sindicatos, instituciones académicas y organismos sociales. SUEZ España, experto en gestión del ciclo integral del agua, forma parte de esta red desde sus comienzos y, desde junio de este año, se ha incorporado como vocal de su Comité Ejecutivo.
La red española proporciona a las diferentes empresas, ya sean grandes empresas o pymes de cualquier sector, herramientas para lograr de manera concreta la integración de esos principios dentro de la estrategia de cada una de ellas. El reto más inmediato para la Red Española ahora se centra en la Agenda 2030, el plan de acción aprobado por la ONU que plantea 17 grandes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas.
Objetivos de desarrollo sostenible
En SUEZ España se ha elaborado un plan de desarrollo sostenible que cubre de 2017 a 2021 trabajado de manera transversal y en colaboración con cada área de la compañía, con los objetivos marcados por la ONU en 2015. Este REwater Global Plan (2017-2021) cuenta con diversos compromisos relacionados con el cuidado y la preservación del planeta, así como la mejora de la calidad de vida de las personas, contribuyendo al ODS nº1 (erradicación de la pobreza extrema), al nº13 (lucha contra el cambio climático), el nº17 (alianzas para lograr los objetivos) y, muy especialmente, al nº6 (agua limpia y saneamiento), un aspecto íntimamente vinculado a su actividad.
El agua como derecho universal centra el compromiso social del grupo, como se plantea en su Fondo de Solidaridad creado en 2012. A través de estas líneas de acción, SUEZ España se compromete a garantizar el suministro de agua para todos, ofreciendo condiciones favorables como fondos, tarifas y bonificaciones sociales a colectivos u hogares en situación de pobreza, desigualdad o exclusión social. En cuanto a las medidas para reducir el impacto climático, una de las principales es reducir la huella de carbono, que se materializa en un compromiso por alcanzar el 90% de reducción de las emisiones de CO2derivadas del consumo eléctrico, para 2021. Y todo ello, a través de un consumo energético responsable a través de la compra de energía verde, la generación de energía y medidas de mejora de la eficiencia energética.
Mejorar los ecosistemas en los que su actividad se desarrolla es otro objetivo que se marca SUEZ. En el contexto actual de pandemia, junto a la necesidad de actuar frente a la emergencia climática, proteger los entornos naturales es de vital importancia para preservar la salud del planeta y, por tanto, la de las personas. Para ello, la compañía trabaja en la naturalización de infraestructuras, potenciando las infraestructuras verdes, de manera que se favorezcan los ciclos que nos ofrece la naturaleza.
Hacia unas ciudades más eficientes
En el contexto actual de crisis sanitaria, la colaboración público-privada es imprescindible como motor de dinamización, y para ello es clave lograr un pacto social que garantice una recuperación económica que sea a la vez sostenible.
Dentro de las acciones conjuntas del programa Next Generation EU de la Unión Europea se apunta a los modelos sostenibles como prioritarios para salir de la crisis a través de tres ejes: salud, transición ecológica y digitalización. En el primero, asegurar la calidad del agua, su depuración y la monitorización de las aguas residuales para cuantificar la posible presencia del virus son respuestas que ayudan a anticipar nuevos brotes.
La innovación de tecnologías como el big data es, por último, el gran reto para conseguir gestionar de manera más eficaz nuestros recursos. Las llamadas smart cities se basan en la gestión y digitalización de la información para una toma de decisiones rápida y adecuada. La finalidad es que el ecosistema de una ciudad, y la gestión del agua, sea cada vez más inteligente. Por ejemplo, saber si en una población se necesita mayor suministro de agua en un momento concreto, porque ha aumentado su ocupación, para realizar el suministro de manera adecuada. Esta información se recibe y analiza en los centros de DINAPSIS del grupo, de manera que se puedan tomar decisiones con una perspectiva global de las necesidades y la optimización de un recurso natural como el agua.
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