A lo largo del siglo XX, la mayoría de los países del mundo han adoptaron un patrón de crecimiento económico basado en la sobreexplotación de recursos naturales. El resultado ha sido un nivel de emisiones y una degradación medioambiental que ha precipitado la crisis climática. En este contexto, el Gobierno de Sánchez ha lanzado el ambicioso reto convertir España “en una sociedad neutra en carbono, sostenible y resiliente al cambio climático”. Este es un resumen del documento.
1. Transición hídrica
Se pide adaptar la planificación hidrológica al nuevo contexto: lograr una reducción de la demanda de agua de un 5% para el 2030 y del 15% para el 2050. “El objetivo debe ser incrementar el nivel de recuperación de las inversiones públicas” en materia hidráulica.
2. Renovables
En línea con el Plan Nacional de Energía y Clima, la totalidad de la energía eléctrica será generada por fuentes renovables en el 2050 (el 74% en el 2030).
3. Agricultura ecológica
Meta: aumentar la superficie de agricultura agrícola ecológica hasta un 25% para 2030 y un 60% para 2050 , como marca la iniciativa Europa Farm to Fork de la UE
4. Bosques
España adoptará una tasa de reforestación media de 20.000 ha al año entre 2021 y 2050. Aumentar las superficies forestales arboladas, proteger la biodiversidad, mejorar los ecosistemas e incrementar la capacidad de los sumideros de carbono son esenciales para lograr la neutralidad climática en el año 2050.
5. Desmaterialización
El documento asume que cualquier senda para descarbonizar la economía comporta un menor uso de energía, materiales y productos. Se propone obligar a las empresas a alcanzar un porcentaje mínimo de materiales reciclados. Se trataría de obligar a los productores a dar garantías de una “duración mínima” de los artículos de consumo, “simplificar su diseño” y abrir paso a los “canales de recuperación para su reutilización o reciclaje”.
6. Apoyar la fiscalidad ambiental
Los productos y artículos de consumo deben incorporar los daños climáticos (el coste del carbono) a mitad de siglo. “Serán especialmente importantes los impues-tos sobre la energía y transporte”, dado el poco peso que tienen en España.
7. Renta climática
Lo deseable es que todos los sectores (transporte, agropecuario, doméstico o servicios) asuman el esquema impositivo de la descarbonización; pero será necesario atenuar el impacto sobre las economías domésticas o los efectos regresivos. Por eso, se propone explorar la opción de la renta climática, un mecanismo diseñado para devolver a la población parte de la recaudación procedente de los impuestos verdes. Otra opción es un Fondo de Resiliencia para la Justicia Climática con el objetivo de proteger y ayudar a las personas, comunidades y sectores que podrían verse más afectadas por la transición ecológica y el cambio climático.
8. Transporte/mercancías
Recetas conocidas: transporte público; fomento de la bici, sustitución de los vehículos de combustión interna (gasolina y diésel) por vehículos sin emisiones directas de CO2; apoyo al automóvil eléctrico; mejora de la red ferroviaria, uso de trenes híbridos con hidrógeno renovable para los tramos no electrificados, conexión vía férrea en aquellos puertos y aeropuertos que carecen de ella.
9. Transporte aéreo
“Se recomienda prohibir los vuelos en aquellos trayectos que puedan realizarse en tren en menos de 2,5 horas”, dice el documento, que propone disminuir el impacto medioambiental del transporte aéreo: introducción de la tasa de viajero frecuente o el establecimiento de impuestos sobre los billetes de avión según la cercanía del destino.
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