David Vargues.- Madrid.- Reencontrarse con la Naturaleza, “con el medioambiente y los espacios silvestres” es la clave para reducir efectivamente el impacto humano en un planeta “que ni es ilimitado ni nos pertenece en exclusiva”, ha asegurado a EFE la bióloga, instructora de buceo y fotógrafa madrileña María Rodríguez-Salinas.
Precisamente la ‘Reconexión Natural’ fue el título elegido para su exposición fotográfica de este mes de julio en la Sala Pavilion de Madrid en la que ha intentado “acercar el mundo animal a quienes habitan en las ciudades y tienen escasas oportunidades de compartir y apreciar los sentimientos del resto de seres vivos”.
La ternura que despierta un león marino con su cría o la sincronización de varias mantarrayas de Munk son protagonistas de una serie de imágenes que ha podido captar en costas y mares de diversas partes del mundo con el fin de utilizarlas “como vehículo para la divulgación científica y la conservación del medioambiente”.
Rodríguez-Salinas, que actualmente reside en Baja California (México), donde centra la mayor parte de su trabajo, afirma que la diferencia más notable de esta región natural o de otras como Australia respecto a España es “la facilidad para adentrarse en la Naturaleza salvaje” y comprender directamente que la mala reputación de criaturas como el tiburón “es infundada y estriba en el desconocimiento de un animal del que en este caso contabilizamos cientos de especies diferentes”.
La emotividad del entorno natural
La madrileña, también guía de Naturaleza, apunta que los encuentros de los turistas con otros animales como las ballenas “producen lágrimas de emoción” no sólo por la presencia de los cetáceos sino por “los majestuosos y únicos momentos que brinda el paisaje” en el que se producen.
Por ello en sus próximas inmersiones aspira a fotografiar el nado de otros animales como el manatí o el cachalote, además de explorar selvas y otros hábitats terrestres para “sumar experiencias personales y poder sensibilizar a la sociedad” sobre la importancia del cuidado de la biodiversidad.
Las experiencias positivas con animales mantienen su esperanza de que “todavía es posible convertir en realidad una actuación responsable con el planeta” tomando acaso como modelo algunas “tradiciones indígenas americanas o africanas y también actividades como el cultivo de algas y ostras que ejercen de sumidero de dióxido de carbono”.
Pequeñas soluciones a la contaminación
Su principal preocupación es la contaminación y la acumulación de residuos plásticos que ingieren tanto peces como aves marinas, “una situación que cada individuo puede contribuir a revertir de forma muy sencilla: no sólo suprimiendo el plástico en el día a día sino con desplazamientos en bicicleta o reclamando la readaptación de los espacios para que sean más verdes”.
Para Rodríguez-Salinas, que se refiere a las nuevas tecnologías y las energías renovables como “un complemento de las posibilidades que ya ofrece la Naturaleza”, no se trata sólo de emprender hábitos más sostenibles sino de “difundir el mensaje y conseguir un efecto dominó ” en la población que permita “disminuir la huella ecológica de la especie humana” y devolver a la categoría de no amenazados “a algunos de los más de 40.000 animales que figuran en la Lista Roja de la UICN”, ha precisado.
Por eso una de las ideas que reitera en sus conferencias divulgativas como las impartidas en varios institutos o en el Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC de Madrid es que “lo más recomendable es transformar la tristeza y la desesperación, que a veces resultan paralizantes, en una fuente de motivación para unir y movilizar a los demás en un mismo sentimiento de concienciación”. EFE verde
No hay comentarios:
Publicar un comentario