Niveles de desoxigenación oceánica (anoxia) similares a los actuales causaron una extinción masiva de especies marinas hace unos 200 millones de años. Esta es la conclusión de un estudio publicado en Nature Geosciences. El hallazgo evidencia que los ecosistemas marinos en el presente pueden ser más vulnerables de lo que parecen.
Durante el Triásico-Jurásico, la Tierra experimentó una pérdida masiva de ecosistemas marinos. El evento coincide con una serie de perturbaciones climáticas y ambientales que condujeron a la pérdida de oxígeno en los océanos. Diversos estudios proponen que la anoxia oceánica generalizada es una de las causas probables.
La nueva investigación analizó datos químicos de antiguos depósitos de lutitas obtenidos de núcleos de perforación en Irlanda del Norte y Alemania. Mediante un estudio de cambios ambientales extremos, los científicos descubrieron que, durante el periodo Triásico-Jurásico, los pulsos de desoxigenación en ambientes marinos poco profundos a lo largo de los márgenes del continente europeo concuerdan con mayores niveles de extinción.
El trabajo dirigido por científicos de Royal Holloway también encontró que la extensión global de condiciones de desoxigenación estimada para aquel momento era limitada y similar a la que ahora se registra en las superficies marinas.
Micha Ruhl, profesora adjunta de la Facultad de Ciencias Naturales de Trinity y miembro del equipo de investigación, explicó que “los hallazgos muestran que incluso cuando el alcance global de la desoxigenación es similar al actual, el desarrollo local de condiciones anóxicas y el posterior aumento local de las tasas de extinción pueden provocar un colapso y extinciones generalizadas de los ecosistemas, incluso en áreas donde no se produjo la desoxigenación. Esto demuestra que los ecosistemas marinos globales se vuelven vulnerables, incluso cuando sólo se alteran los ambientes locales”.
Los ecosistemas marinos están en riesgo
Los autores del estudio advierten que entender estos procesos es de suma importancia para evaluar la estabilidad de los ecosistemas marinos y su capacidad para suministrar alimentos en el presente. “Se prevé que la desoxigenación marina aumentará significativamente en respuesta al calentamiento global y al aumento de la escorrentía de nutrientes de los continentes”, afirmó Ruhl.
La crisis climática y el calentamiento global ha comenzado a generar mutaciones en los hábitats del mar. El 54% de los mares y océanos han cambiado de color en las últimas dos décadas. El fenómeno anticipa alteraciones en los ecosistemas marinos. La variación confirma una tendencia esperada por el cambio climático, según los científicos.
Con temperaturas oceánicas cada vez más elevadas, los científicos auguran la muerte de miles de peces y animales marinos, así como un importante deterioro en dicho ecosistema. Investigaciones recientes aseguran que el calentamiento de 2°C en los océanos eliminará esencialmente los arrecifes de coral tropicales. Dichas estructuras subacuáticas concentran la mayor diversidad de cualquier ecosistema a nivel mundial y son fuente de sustento para más de 500 millones de personas en el mundo, la mayoría de las cuales habitan en países pobres.
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