El estado de conservación de los tiburones y las rayas en el Mediterráneo es crítico. A pesar de que este mar se considera un "punto caliente" de diversidad de especies, los tiburones y las rayas son extremadamente sensibles a los impactos de la actividad humana debido a su condición de depredadores superiores. En los últimos años, sus poblaciones han experimentado grandes descensos.
Además, las distribuciones de algunas de estas especies –en particular, las que habitan hábitats pelágicos, en aguas medias o cerca de la superficie– suelen compartir hábitat con especies de alto valor comercial, como el pez espada y los atunes, lo que incrementa la probabilidad de que se vean afectadas de manera accidental por algunas artes de pesca.
En este contexto, surge COTI, un proyecto liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que, desde julio de 2024, busca compatibilizar la actividad pesquera con la conservación de los tiburones en el Mediterráneo. Su objetivo es identificar áreas ecológicamente importantes para los tiburones en la parte noroccidental de la cuenca y elaborar algo así como un "mapa para pescadores".
EL PUNTO DE PARTIDA: EL CONFLICTO ENTRE LOS TIBURONES Y LA PESCA
La actividad pesquera afecta a los tiburones de diversas maneras. Por ejemplo, la sobreexplotación de las aguas puede reducir la cantidad de presas disponibles para ellos. Además, la "pesca accidental" de estas especies ocurre con métodos como el palangre (que consiste en un arte de pesca compuesto por una línea compuesta de miles de anzuelos).
Joan Navarro, investigador del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), explica en una entrevista con National Geographic España que se ha constatado una mortalidad asociada con la actividad pesquera y que a pesar de que se han probado varias alternativas, estas han resultado insuficientes para mejorar la situación de los tiburones.
"En la pesca con palangre, para reducir la pesca de tiburones –que no son el objetivo– se utilizan modificaciones del anzuelo o incluso repelentes, pero aún así, hay un efecto que continúa apareciendo", especifica el investigador.
"La alternativa que sugiere este proyecto es identificar las áreas que son importantes desde el punto de vista ecológico para tiburones pelágicos (que migran) y, en colaboración con el sector pesquero, tratar de reducir la actividad a nivel temporal o permanente. La idea es que pueda continuar pescando sin que estas especies se vean afectadas", concreta Navarro.
El marrajo (Isurus oxyrinchus) será una de las especies estudiadas.
EL PROYECTO: UN MAPA DE ZONAS VALIOSAS PARA LOS TIBURONES
El proyecto COTI se centrará en identificar zonas protegidas para tiburones mediante el uso de tecnología de seguimiento electrónico y modelos que predicen la distribución de estas especies, y analizará la diversidad y el flujo genético de tiburones como la tintorera (Prionace glauca), el marrajo (Isurus oxyrinchus) y el tiburón zorro (Alopias vulpinus). Además, colaborará con pescadores comerciales y recreativos, así como con organismos de gestión, para reducir las muertes accidentales de estos animales.
Según explican desde el proyecto, esto permitirá identificar áreas clave para su conservación, minimizando el impacto socioeconómico, y logrando un equilibrio entre la pesca y la protección de estas especies marinas.
LA MAYOR PARTE DEL SECTOR PESQUERO ABOGA POR REDUCIR EL IMPACTO
La información obtenida con esta investigación se divulgará y transferirá a profesionales del sector pesquero, organismos gestores y sociedad en general, pero si estas áreas se protegen legalmente es una decisión que dependerá de la Administración y no de los investigadores. Pero el proyecto es "positivo" en cuanto a la reacción que esperan de los pescadores.
"Llevamos muchos años trabajando mano a mano con el sector pesquero, y nuestra impresión es que la mayor parte de este sector quiere reducir el posible impacto que produce en el ecosistema", defiende Navarro.
¿Y DÓNDE ESTÁN LOS TIBURONES?
En cuanto a si los investigadores tienen alguna pista sobre por dónde empezar Navarro ríe y afirma: "los tiburones normalmente están en las zonas donde pueden alimentarse".
En el caso del Mediterráneo occidental, en la costa de España, los tiburones se sitúan sobre todo en puntos de mucha biodiversidad. Navarro cita el ejemplo de los cañones marinos, "pero también en zonas asociadas a desembocaduras, que pueden ser tan notables como la del Ebro o de ríos más pequeños".
El principal desafío es que algunas especies de tiburones, como las pelágicas, se mueven mucho. "Pero sí: sabemos donde podemos ir a intentar buscar", cierra Navarro.
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