El aumento de temperatura y las lluvias han intensificado la cobertura verde en la península, mientras que la disminución del hielo marino amenaza la base de la cadena alimenticia y abre la puerta a la llegada de especies exóticas. ¿Podrán los ecosistemas adaptarse a estos cambios?
El calentamiento global y el avance de la vegetación en Antártida
Un estudio reciente de las universidades de Exeter y Hertfordshire en Inglaterra, apoyado en imágenes satelitales, ha revelado un notable avance de la vegetación en la península antártica. Sin embargo, esta expansión verde, lejos de ser una buena noticia, es una consecuencia preocupante del calentamiento global.
Rodolfo Werner, asesor de ciencias y políticas de la Antarctic and Southern Ocean Coalition, explica que el aumento de la cobertura verde en la Antártida se debe al incremento de la temperatura y a la mayor cantidad de lluvias. «La región ha sido la que más se ha calentado en los últimos años», afirma.
Las repercusiones en la cadena alimenticia antártica
El calentamiento global no solo afecta la vegetación, sino que también tiene un impacto directo en la cadena alimenticia de la región. El krill, un pequeño crustáceo que constituye la base de la red trófica de la Antártida, está viéndose amenazado. Este organismo se alimenta principalmente de algas unicelulares que se ubican debajo del hielo marino. Con el aumento de las temperaturas, el hielo disminuye y, con él, la disponibilidad de alimento para el krill.
Werner advierte: «Todas las especies de la Antártida comen krill o algo que come krill». Por tanto, la disminución de este eslabón clave de la cadena alimenticia podría tener consecuencias devastadoras para todo el ecosistema antártico.
La amenaza de las especies exóticas
El avance de la vegetación podría facilitar la llegada de especies exóticas a la Antártida, lo que supondría una amenaza adicional para el ecosistema local. El traslado humano a través de las bases instaladas o el turismo, es un factor que podría propiciar esta invasión biológica.
La posible introducción de especies foráneas podría desatar una competencia por los recursos con las especies autóctonas, en un contexto de cambio climático que ya está poniendo en aprietos a la fauna local. La preservación de la Antártida es un desafío globalque requiere nuestra atención y acción inmediatas.
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