Los cosméticos naturales pueden ser ecológicos por muy distintas razones, tanto si se trata de productos orgánicos, con su respectiva certificación, como si reúnen una serie de características que los convierten en una opción más sostenible que aquellos otros convencionales.
Sea como fuere, lo cierto es que el universo de la cosmética verde es tremendamente amplia, y muchos de sus productos son poco conocidos. Si no estamos muy puestos en el tema, lo más habitual es que muchos los desconozcamos o incluso hayamos oído algo sobre ellos pero ignoremos detalles sobre sus distintos usos.
Descubriendo eco cosméticos…
De hecho, por lo general los cosméticos verdes son versátiles, con lo que fácilmente podríamos estar utilizándolos para un solo uso cuando sería fácil sacarles mucho más partido. O, por ejemplo, podría ocurrir que por ese mismo desconocimiento no nos hayamos lanzado a usarlos.
A continuación, veremos una selección de cinco cosméticos que probablemente no conocías. Son relativamente asequibles, fáciles de conseguir y, en mayor o menor medida, pueden ayudarnos en nuestra higiene y cuidado personales, poniendo guapo también al planeta:
1. Arcillas de colores: Las distintas variedades de arcilla son todo un filón para la belleza verde. Ya las compremos en polvo o listas para usar, lo importante es que no lleven añadidos artificiales y protegerlas de la luz y en un lugar seco para que conserven sus propiedades durante largo tiempo. En principio, es decir, si se conservan bien, no tienen fecha de caducidad.
Su origen, la descomposición de rocas sedimentarias, con lo que muy ricas en minerales. No intentemos buscarlas en la naturaleza, pues podrían estar contaminadas. Las que se comercializan tienen propiedades desinfectantes, nutritivas y suavizantes.
Se suelen utilizar como mascarillas faciales, capilares y también para aplicar en el cuerpo dando masajes, como si de un baño de barro se tratase. También ayudan a equilibrar el cuero cabelludo, si bien los mejores resultados se logran aplicando la clase de arcilla más idónea para cada tipo de piel.
Entre otras, la amarilla y verde se usa para pieles mixtas, mientras la rojiza es adecuada para las pieles sensibles y la blanca vendrá bien para la piel seca. Hacer combinaciones también puede resultar, siempre aplicando una fina capa tras mezclarla con agua tibia.
2. La esponja konjac: La esponja Konjac también se nos presenta en distintos colores, y su uso recomendado dependerá de nuestras necesidades. En su versión original, sin añadidos, es un limpiador compuesto por ingredientes vegetales.
Se trata de un limpiador tolerado por todo tipo de pieles, que realiza un peeling muy suave. Originario del sudeste asiático, se le da forma de esponja para que resulta fácil usarla, pero se trata de una fibra elaborada con la raíz de un tubérculo del mismo nombre, de consumo milenario en tierras niponas.
La konjac pura es de color blanca, y si las encontramos con diferentes colores no es para elegir la que más te guste. En realidad, son los pigmentos de extractos de vegetales y arcillas naturales los que le dan el color.
En función del color tendrá distintas propiedades añadidas. La verde incluye arcilla verde, con lo que sumaremos los beneficios de ésta, es decir, será perfecta para pieles secas, maduras o cansadas. Por su parte, la de color oscuro se han mezclado con carbón de bambú y ayudan a equilibrar las pieles grasas, al tiempo que el konjac rosa incorpora arcilla de ese color, por lo que convendrá como hidratante y desensibilizador dérmico.
En todos los casos, por último, son biodegradables, se pueden usar para la limpieza del cutis o del resto de cuerpo, y viene genial para ustilizarla bajo la ducha. Por último, puesto que es muy durable, conviene desinfectarla de vez en cuando, sumergiéndola unos minutos en agua hirviendo.
3. La piedra de alumbre: Se susa como desodorante o para después del afeitado, es ecológico y natural. La piedra de alumbre es un mineral que podemos encontrar sin tratar o tratado, que tiene propiedades desodorizadoras y cicatrizantes pero, sobre todo, interesa por lo que no tiene…
Frente a la legión de desodorantes que nos esperan en la tienda o en el armarito del cuarto de baño, el mineral de alumbre puede definirse como un “sin”. Sin conservantes, sin aromatizantes y, en definitiva, sin químicos de ningún tipo.
Otro punto fuerte es su eficacia. Para utilizarla basta con mojar un poco la piedra y aplicarla donde deseemos. Sin más historias, no mancha, no lleva envases y dura lo que no está escrito. Eso sí, por supuesto, será más agradable aplicar la piedra ya tratada, por lo que comprarla pulida puede ser una buena decisión.
4. El ghassoul: El ghassoul, rasoul o rhassoul también es un tipo de arcilla, pero merece un mayor protagonismo por su gran versatilidad. Además de ser biodegradable, tiene un sinfín de usos, y los marroquíes lo saben bien, pues se trata de un producto tradicional, que se utiliza desde hace siglos.
Su aplicación es mano de santo para cuidar, hidratar y purificar la piel, tanto para hacer mascarillas como aplicaciones en el resto del cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo y el cabello. ¿El resultado? Piel limpia en profundidad gracias a su doble efecto purificador y equilibrador, al tiempo que logramos hidratarla.
Como ocurre con las arcillas, añadir aceites vegetales puede suponer un plus de nutrición que vendrá bien a las pieles más secas o, en su caso al cabello reseco. Antes de aplicarla se mezcla con agua hasta obtener una pasta cremosa que aplicaremos con una espátula o con las manos bien limpias.
Gracias a su poder limpiador se utiliza cada vez más como sustituto de los champús convencionales, tan cargados de químicos, sobre todo dentro de la moda “no poo”, tanto para higienizar como para mantener el pelo bonito.
5. La dieta verde:
La cosmética también puede ser ingerida. No se trata de tomar brevajes de belleza, sino simplemente de apostar por una dieta verde, rica en frutas y verduras. Si además son vegetales bio, entonces mejor que mejor.
La cosmética también puede ser ingerida. No se trata de tomar brevajes de belleza, sino simplemente de apostar por una dieta verde, rica en frutas y verduras. Si además son vegetales bio, entonces mejor que mejor.
Nuestro organismo estará más sano y eso se notará por fuera. No en vano, mantenernos hidratados, comer equilibrado, dando un especial protagoniosmo a frutas y verduras, es una manera efectiva de ahorrar en cosméticos. Porque lucir una belleza verde empieza por una dieta ecológica, lucir una piel radiante, una figura armoniosa y un bonito cabello pasa por una alimentación bio.
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