Uno de los inquilinos del espacio dedicado a los orangutanes. /
El espacio del Zoo de Barcelona donde viven los orangutanes es finalista de uno de los premios FAD de Arquitectura, uno de los galardones más prestigiosos que se otorgan en esta disciplina, en concreto en la categoría de 'Ciudad y Paisaje' . El jurado de los premios, que se entregan el próximo 7 de junio en el Disseny Hub Barcelona, destaca del proyecto la fusión arquitectónica y paisajística de la instalación, a la vez que se garantiza el máximo bienestar de los animales. Obra de Joan Forgas Coll y Dolors Ylla-Catalán, la superficie total de la instalación es de 1.100 m² y consta de cuatro zonas principales, dos exteriores y dos interiores. Esto permite observar el grupo de orangutanes durante todo el año, con independencia de la climatología, desde los cinco puntos de visión semicubiertos habilitados. La instalación fue inaugurada en julio del 2015.
Las zonas exteriores están totalmente naturalizadas, con una barrera vegetal que delimita el área y que recrea una ribera natural, hecha con piedra artificial y rocas naturales. Una cascada principal de cuatro metros de altura y otra más suave refrescan el ambiente. Se han instalado también elementos de enriquecimiento como troncos, cuerdas y plataformas de madera que permiten a los orangutanes recrear su comportamiento natural. Además, por primera vez, se han usado unas varillas gruesas de hierro que permiten un balanceo similar al de las ramas de los árboles, y que facilitan el desplazamiento de los animales a las partes superiores del espacio.
Peligro de extinción
Los orangutanes de Borneo (pongo pygmaeus) que se pueden ver en el zoo son originarios de esta isla del sureste asiático. Están catalogados en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) como una especie en peligro de extinción en su medio natural. Actualmente, quedan algunas poblaciones muy reducidas y dispersas en la isla de Borneo, amenazadas por la intensa tala de árboles, la quema de la selva, la caza furtiva y la comercialización de las crías en el mercado negro.
El espacio destinado a los orangutanes en la Ciutadella no es el único proyecto en la capital catalana que opta a un Premio FAD. También son candidatos la remodelación de la calle Marià Lavernia, vial que comunica con la cima del Turó de la Rovira, donde puede visitarse el espacio museístico de los refugios antiaéreos, con unas espectaculares vistas de la ciudad. Una zona con un gran desnivel y donde aún perviven pequeñas fincas. El proyecto lo firman Ramon Bosch i Labrador y Elisabet Capdeferro es una intervención dota el espacio público de unas plazoletas que pertenecen tanto a la calle como en las casas. Los otros dos proyectos finalistas en la categoría de 'Ciudad y Paisaje' son la actuación urbanística en la Praça Fonte Nova de Lisboa, diseñada por José Adrião, y las piscinas en la laguna de Monte do Gozo, en Santiago de Compostela, obra de Óscar López Plaza.
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