Gracias a los residuos del café, se produce biomasa y biocombustibles. De 100 toneladas de café molido se pueden conseguir 80 toneladas de pellets para la calefacción de los hogares.
Los pellets de café tienen un 20% más de poder calorífico que los de madera, y un 1% menos de cenizas.
El objetivo del proyecto es simple: transformar los posos de café en pellets para estufas de leña y chimeneas. Se fabrican sólo con posos de café reciclados sin ningún otro tipo de aglomerante o aditivo. Están fabricados con posos que hubieran acabado en un vertedero.
Los pellets de café son compatibles con todos los equipos que admiten pellets de madera y lo que no es menos importante, tienen una mejor relación calidad precio, vamos que te van a salir más rentables.
El balance de CO2 de los pellets de café es neutro, ya que su origen es natural. El CO2 que expulsa al quemarse es el mismo que la planta ha ido obteniendo durante su crecimiento.
En el vídeo puedes ver la potencia de la llama y la emisión de humos con este tipo de pellets.
Cenizas generadas trás quemar un saco de 15 kg.
Para el futuro, la intención es transformar el café también en otro combustible, biodiesel. Con una tonelada de granos de café, de hecho, se obtienen 245 litros de biocombustible.
La iniciativa no es inverosímil. Italia o Inglaterra ya están poniendo en marcha proyectos con la idea de potenciar el café como uno de los nuevos materiales energéticos. Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan es el secado, ya que tienen una humedad de entre el 60 y 70 %, y la eliminación del agua requiere de una gran cantidad de energía, por lo que el sistema de secado debe ser muy eficiente para que no se disparen los costes.
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