Conforme avanzamos hacia el hogar del consumidor, menor es el desperdicio de alimentos una vez preparado el producto. Pero aún así, tenemos mucho trabajo para erradicar este gran problema que nos afecta.
Por ejemplo, en España 3 de cada 10 hogares tiran parte de las recetas que preparan a la basura, siendo mayor la cantidad que se desperdicia directamente desde el frigorífico que la que se desperdicia por no consumirse en la mesa.
La publicidad y patrones culturales que nos llevan a pensar que las neveras y despensas deben de estar llenas, producen desajustes entre lo que compramos y lo que necesitamos.
En nuestra anterior entrega vimos como podemos almacenar y conservar adecuadamente los alimentos para minimizar su desperdicio.
Continuamos con el paso siguiente cuando vamos a preparar los alimentos para su consumo:
Cocinar para evitar el desperdicio de alimentos
Nuestros hábitos a la hora de cocinar pueden influir en gran medida en la cantidad de comida que acabamos tirando.
Calcular adecuadamente la cantidad de comida que necesitamos, es una buena forma de evitar el derroche de alimentos.
1. Preparar las raciones adecuadas
Calcular las raciones adecuadas puede ser una herramienta muy útil para no cocinar más comida de la cuenta y evitar así que acabe echándose a perder.
Puedes ayudarte de alguna guía o ir elaborando tu propia guía en base a la experiencia, porque las cantidades o raciones son muy variables de unas personas y familias a otras.
2. Recurrir a preparaciones culinarias con alimentos crudos
Además de resultar beneficiosas para la salud, suelen ser sencillas de preparar y al no precisar cocción, ahorramos energía y es menor su huella de carbono.
Ensaladas, fruta fresca, frutos secos, o frutos desecados son alimentos tradicionales que no pueden faltar en una cocina comprometida con el clima.
Alimentos cocinados, ¡reutilízalos!
A pesar del esfuerzo por calcular y ajustar la cantidad de alimentos que preparamos a veces es inevitable que sobren ciertas porciones de alimentos cocinados.
Reutilizar y aprovechar esas sobras hará que sea menor el desperdicio de alimentos.
3. Ser creativo cuando reutilices alimentos ya preparados
Existen recetarios específicos que nos pueden ayudar o dar ideas para aprovechar estos restos de alimentos, pero nada como la propia creatividad y la experienciapara hacer un nuevo plato con ingredientes reciclados.
Con la fruta demasiado madura puedes preparar macedonias, compotas, batidos o tartas. Con las verduras un poco mustias, cremas o sopas, y los restos de carnes y pescados sirven para la base de croquetas, empanadillas …
4. Aprende a cocinar y adquiriere conocimientos sobre alimentación saludable
La preparación de los alimentos es clave para ofrecer una comida sana y de calidad.
Es divertido y gratificante comprobar que con tus propias manos puedes crear platos que sorprenderán a tus comensales.
5. Apuesta por elaborar alimentos en casa
Pan, yogures, conservas vegetales, mermeladas y compotas, encurtidos …
También anímate con la repostería y los postres caseros.
6. Llevar a casa la comida que no hayamos terminado en un restaurante
Cuando salimos a comer a un restaurante y hay comida que no se acaba, pedir al camarero que prepare la comida sobrante en un envase para llevar.
No debería dar apuro, sino todo lo contrario, ya que es una práctica de consumo responsable. Luego deposítala en la nevera para que no se estropee.
En nuestra próxima entrega trataremos sobre la formación, la concienciación y el activismo.
Si te interesa este tema puedes acceder la Guía de Buenas Prácticas frente al Desperdicio Alimentario de Ecodes, disponible, como siempre, en nuestro fondo documental ecointeligente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario