67 científicos de 17 países han llevado a cabo un reciente análisis publicado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
En él se revela que los niveles de oxígeno en los océanos del mundo disminuyeron en aproximadamente un 2 por ciento entre 1960 y 2010. La disminución, llamada desoxigenación, se atribuye en gran medida al cambio climático, aunque otras actividades humanas están contribuyendo al problema.
Escorrentía de nutrientes y ciclo planetario
Un ejemplo es la llamada escorrentía de nutrientes: ocurre cuando demasiados nutrientes de los fertilizantes utilizados en granjas y céspedes llegan a las vías fluviales.
Otro estudio publicado en la revista Science también encontró que el agua en algunas partes de los trópicos había experimentado una reducción de oxígeno del 40 al 50 por ciento.
Con todo, aunque nos quedemos con la cifra de solo el 2 por ciento, sigue siendo preocupante, a juicio de Dan Laffoley, asesor principal del programa marino y polar global de la unión de conservación y uno de los editores del informe:
La disminución podría no parecer significativa porque estamos sentados rodeados de abundante oxígeno y no creemos que nos afecten las pequeñas pérdidas de oxígeno. Pero si tuviéramos que subir al Monte Everest sin oxígeno, llegaría un punto en el que una pérdida de oxígeno del 2 por ciento en nuestro entorno sería muy significativa.
Esta pérdida de oxígeno en el océano es lo suficientemente significativa como para afectar el ciclo planetario de elementos como el nitrógeno y el fósforo que son "esenciales para la vida en la Tierra".
Un ejemplo de ello y del desastre que supone la desoxigenación del océano lo tenemos a lo largo de la costa de Florida, donde se han atestiguado muertes masivas de peces.
Con todo, la desoxigenación es solo una de las formas en que los océanos del mundo están en peligro. A medida que absorben dióxido de carbono, los océanos se vuelven menos básicos y más ácidos, disolviendo en algunos lugares las conchas de la vida acuática como almejas, mejillones y camarones en lo que se ha venido a llamar la "osteoporosis del mar".
Y, desde mediados del siglo pasado, los océanos han absorbido el 93 por ciento del calor asociado con las emisiones de gases de efecto invernadero causadas por los humanos, lo que ha provocado el blanqueo masivo de los arrecifes de coral.
El agua más cálida también ocupa más espacio que el agua más fría. La NASA dice que este proceso de expansión térmica ha causado aproximadamente un tercio del aumento existente del nivel del mar.
Las temperaturas de calentamiento también afectan la capacidad del agua del océano para mezclarse, de modo que el oxígeno absorbido en la capa superior no desciende correctamente al océano más profundo. Y el oxígeno disponible se agota más rápidamente porque la vida marina usa más oxígeno cuando las temperaturas son más cálidas.
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