Según la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), la industria textil y de la modaproduce casi el 20% de las aguas residuales del mundo y emite cerca del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del Planeta.
Entrando al detalle y según un estudio de la Fundación Ellen MacArthur, la industria textil en su conjunto podría ser responsable de una cuarta parte de las emisiones de GEI perjudiciales para el clima en 2050.
Actualmente, la industria textil produce 1.200 millones de toneladas de CO2 al año
Se estima que la industria textil y de la confección utilizó unos 80.000 millones de metros cúbicos de agua en 2015, mientras que el consumo de agua en la economía de la UE fue de unos 266.000 millones de metros cúbicos en 2017.
Existen materias primas especialmente demandadas, como es el caso del algodón que representa alrededor de una cuarta parte de la producción textil mundial, lo que ha motivado que se pongan en marcha iniciativas como el U.S. Cotton Trust Protocol (USCTP), que comenzó a funcionar a mediados de 2020.
Actualmente las 16.000 explotaciones algodoneras de Estados Unidos han hecho grandes progresos adoptando prácticas agrícolas más sostenibles gracias al USCTP, utilizando un 80% menos de agua, un 50% menos de energía y reduciendo las emisiones de GEI en un 40%.
También es de destacar que en estas explotaciones, la eficiencia del uso de la tierra ha aumentado en un 50% y la erosión del suelo se ha reducido en un tercio.
Tomando como buenas prácticas hacia una producción de materias primas más sostenibles en la industria textil vamos a repasar lo que nos propone Trust Protocol en relación al algodón y las 6 métricas en las que se fija:
1. Uso del terreno
En 2015, se necesitaron unos 4,5 metros cuadrados de tierra para producir medio kilo de algodón.
Los miembros del USCTP solo necesitaron 3,5 m2 para la misma cantidad entre 2020 y 2021.
2. Consumo de agua
Se calcula que se necesitan 2.700 litros de agua para producir una sola camiseta de algodón, correspondiendo esta cantidad equivale a las necesidades de agua potable de una persona media durante dos años y medio.
Los miembros del Trust Protocol consiguieron reducir la cantidad de agua de riego en un 14%.
3. Consumo de energía
El algodón es un producto que consume mucha energía. A lo largo de su proceso de producción requiere gasóleo para el equipo agrícola, electricidad para el bombeo del agua de riego y electricidad y gas natural para el desmotado. La producción y el transporte de fertilizantes también consumen energía, al igual que el transporte y la producción de productos para la protección de los cultivos.
Este consumo de energía se redujo en un 27% en comparación con 2015 gracias a un uso más eficiente de la energía.
4. Emisiones de gases de efecto invernadero
La industria textil produce más CO2 que el transporte aéreo y marítimo mundial juntos. La producción y la manipulación de la ropa y los textiles para el hogar consumidos en la UE causaron emisiones de 654 kilogramos de CO2 por persona en 2017.
Los miembros del USCTP han sido capaces de reducir sus emisiones en un 25% en comparación con 2015.
5. Protección del suelo
Los suelos son indispensables para las personas, especialmente como tierra de cultivo. La erosión, la salinización, la desertificación y la contaminación provocan que las tierras cultivadas están cada vez más deterioradas. Como la población mundial sigue creciendo, la cantidad de tierra disponible por persona se reducirá en una cuarta parte.
Los miembros del Trust Protocol han reducido la erosión del suelo en casi un 80% en comparación con 2015, gracias a técnicas más modernas.
6. Carbono en el suelo
El secuestro de carbono en el suelo (proceso mediante el cual el CO2 se retira de la atmósfera y se almacena en la reserva de carbono del suelo, mediado principalmente por las plantas a través de la fotosíntesis), que es importante para el almacenamiento de agua y nutrientes, entre otras cosas, ha aumentado sustancialmente.
El 66% de los miembros tenían un secuestro de carbono positivo en sus suelos en 2021, según el Soil Conditioning Index (SCI), contribuyendo así activamente a la protección del clima.
Además de todo esto, es importante que el movimiento hacia una industria textil sostenible se encuentre alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), de tal manera que agricultores, productores e industria de la moda en general puedan mejorar sus resultados a través del abastecimiento sostenible y verificado.
Este alineamiento se concreta de la siguiente manera:
- ODS nº 6: Eficiencia en cuanto al consumo de agua.
- ODS nº 12: Responsabilidad del consumo de energía, agua y materiales consumidos.
- ODS nº 13: Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
- ODS nº 15: Aumento en la productividad de la tierra, reducción en pérdida de suelo y aumento del carbono del suelo.
- Además, también se puede alinear con otros ODS como los número: 7 (Energía asequible y no contaminante), 14 (Vida submarina) y 17 (Alianzas para lograr los objetivos).
Para terminar, queremos resaltar que el objetivo de lo aquí desarrollado es que cada vez más integrantes de la cadena textil tomen conciencia del problema y se unan a iniciativas sostenibles, como pueden ser las relacionadas con la obtención de materias primas responsables, siendo fundamental para tener éxito a largo plazo el apoyo de organismos públicos y de los consumidores para la consecución de estos ambiciosos objetivos ligados a la sostenibilidad.
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