Bajo un sol ardiente, un piscicultor de Taiwan está empapado en sudor mientras inspecciona sus estanques de camarones. A pesar de llevar un sombrero de bambú, siente los rayos intensos del sol del Pacífico reflejándose sobre su cabeza mientras trabaja.
No muy lejos, en los cómodos confines de un laboratorio con aire acondicionado, un científico trabaja entre el constante zumbido de máquinas de secuencia. Atentamente analiza los efectos de la salinidad, oxígeno disuelto, amonia, y sulfuro de hidrógeno, metales pesados y otros parámetros ambientales pertinentes al desarrollo de larvas de camarones y camarones adultos.
El diligente científico y el laborioso piscicultor representan dos extremos de la industria de la acuicultura de Taiwan. La acuicultura local entró en un período de declive en 1987, después de que una epidemia afectó a los camarones Penaeus. Sin embargo, la industria ahora está mostrando señales de recuperación gracias a los avances en las investigaciones.
En los laboratorios de alta tecnología en institutos pesqueros públicos y privados, “los pescadores modernos” están desarrollando nuevas técnicas para incrementar al máximo la producción de organismos acuáticos a un costo mínimo y con sólidos márgenes de ganancias. No hay ninguna necesidad de cambiar el agua de estos acuarios. La lisa y otros animales acuáticos cultivables reciben medicinas, ya sea en los alimentos o en inyecciones, para asegurar su salud.
Esto puede ser considerado una “revolución silenciosa” en Taiwan.
Estos investigadores tienen como meta incrementar al doble, o hasta diez veces, la producción de la industria. Los logros obtenidos en los laboratorios podrían contribuir a que Taiwan –una isla con extensas costas en las confluencias de abundantes corrientes oceánicas– recobre su título de rey de los mariscos.
Pero, ¿qué es lo que ha impulsado el surgimiento de la acuicultura moderna en Taiwan? Los cambios medioambientales son el factor principal que empuja la industria local hacia un cultivo más eficiente de productos marinos.
La pesca costera y de altura representaba la mayor parte de la producción de la industria local. Sin embargo, la pesca excesiva, la contaminación y la destrucción del hábitat han hecho que los recursos marinos disminuyan drásticamente. La cantidad natural de peces que nadan en los océanos puede suministrar solamente una cantidad limitada de alimento sostenible. Como resultado, el cultivo de productos marinos se convirtió en una respuesta al problema de cómo alimentar a una población hambrienta.
En realidad, el cultivo de especies marinas es una práctica antigua en Taiwan. Se remonta a finales de la dinastía Ming (1368-1644), cuando los chinos de la antigüedad criaban lisas.
La década de los ochenta marcó el auge de la acuicultura en Taiwan. Durante los años de prosperidad, se desarrollaron técnicas para criar exitosamente especies de agua dulce y salada. Los estanques para la acuicultura fueron hechos más profundos para incrementar el volumen del agua, resultando en una producción más elevada. En ese entonces, la producción de la acuicultura representó casi una cuarta parte del total de la producción de la industria pesquera de Taiwan.
La anguila es el producto más importante de la acuicultura en Taiwan. Hoy, la producción anual de anguilas se mantiene elevada, a entre 40 mil y 50 mil toneladas métricas.
El cultivo de camarones alcanzó su apogeo en la década de los ochenta, cuando la producción alcanzó 85 mil toneladas métricas. Pero la industria camaronera sufrió un duro golpe cuando fue afectada por una enfermedad en 1987.
Amenazada por la propagación de la enfermedad, la acuicultura de Taiwan enfrentó un gran reto. El terreno montañoso de la isla no facilitó las cosas. Dado que la mayoría de los ríos y arroyos poseen declinaciones en picada, se tornan torrenciales durante fuertes tormentas y llevan mucho fango y limo. Además, en su mayoría, los lechos de los ríos de Taiwan son anchos y poco profundos. Todo ésto hace difícil el desarrollo de sitios para la acuicultura.
Además, las operaciones de la acuicultura en agua dulce causan que una cantidad excesiva de agua subterránea sea extraída hasta el punto que provoca cambios en el terreno y hundimientos.
El creciente costo de la mano de obra y la escasez de recursos humanos representan otros obstáculos a la prosperidad de la industria de la acuicultura local. De hecho, lo mismo es verdad para todas las industrias de mano de obra intensiva en Taiwan. En los estanques para la acuicultura, los crecientes costos de la mano de obra hacen impráctico que las operaciones se lleven a cabo las 24 horas del día, incluso cuando una supervisión constante de la calidad del agua es esencial.
Así que, ¿cuál es la respuesta? En una palabra, la tecnología. Los avances en técnicas y equipos pueden prevenir las epidemias, reducir los costos de la mano de obra e impulsar la producción.
Mientras que la biotecnología no es algo nuevo para la industria de la acuicultura de Taiwan, el uso de mejoras genéticas es un desarrollo revolucionario. El Instituto de Investiga-ciones Pesqueras de Taiwan, bajo la dirección del Consejo de Agricultura (COA, siglas en inglés) de la República de China, ha seleccionado varios estanques dedicados a la acuicultura para ser inspeccionados mensualmente con el fin de identificar patógenos infecciosos.
Además, se están realizando análisis sobre tejidos marinos usando técnicas histopatológicas. El estudio tiene como objetivo establecer los métodos adecuados para la prevención y tratamiento de las enfermedades de peces y camarones.
Yang Hui-lang, de la Academía Sínica, máximo organismo de investigaciones de la República de China, es uno de los principales investigadores sobre vacunas apropiadas para los animales de aguas cálidas cultivados localmente.
Citando el incremento de la producción anual de salmón logrado en Noruega, que llegó a 400 mil toneladas métricas después de mejoras genéticas, el COA dijo que espera que el desarrollo y el uso de vacunas impulse la producción de la acuicultura en Taiwan en los años próximos. En la actualidad, la isla cultiva 280 mil toneladas métricas anuales de productos marinos.
Técnicas innovadoras están inyectando nueva vida a la industria. Una de ellas involucra el sumergimiento, en agua del mar, de jaulas para peces hechas de red fina.
Básicamente, la tendencia está avanzando de una cría de baja densidad, a una de alta densidad. En proyectos en los que la producción es impresionante, sistemas de agua cerrados son estrictamente administrados usando técnicas de filtración biólogica de alta densidad.
Gracias a dichos sistemas de recirculación, el agua dulce puede ser utilizada de nuevo más eficientemente. Esto no solamente elimina la ardua tarea de cambiar el agua de los acuarios, sino que también contribuye a una calidad óptima del agua.
Pero, la cría de peces de tecnología intensiva no es barata. Por ejemplo, el Instituto de Investigaciones Pesqueras de Taiwan ha invertido 1,2 millones de dólares estadounidenses para construir instalaciones. El sistema de recirculación usado por Chung Hwa Bio-Tech Aquaculture Inc. tiene un valor de más de 1,5 millones de dólares. Es tan sofisticado que todas las operaciones pueden ser controladas con computadoras, desde el control de la temperatura del agua y los niveles de pH hasta la evaluación de los efectos de alimentos especialmente formulados.
Inicialmente, el cultivo intensivo era usado especialmente en la producción de anguilas, un alimento de lujo. No obstante, en los años recientes la abundante producción ha causado que el precio al mayoreo de la anguila disminuya a aproximadamente 5 dólares el kilo. Como resultado, algunos criadores de anguilas ahora se dedican a la cría de camarones y a otros tipos de mariscos más comunes.
Pero, ¿y qué del sabor de peces criados en estanques para la acuicultura? “Se necesita mucha salsa de soja”, dice la propietaria de un restaurante de Taipei de apellido Hung.
“Cuando era niña, los peces que pescábamos en la boca de río Tamsui ni siquiera necesitaban sal”, indica ella. “Sabían riquísimos sólo fritos”.
Lo que ésto significa es que los científicos que trabajan diligentemente en los laboratorios de la acuicultura de Taiwan todavía tienen mucho trabajo que hacer antes de que puedan saborear completamente la sensación del éxito.
Traducido por María Francisca González del Taipei Journal
Publicado: noviembre 16, 2000
Fuente: Noticias de la República de China
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