
El presente artículo busca ilustrar al lector de manera breve y aspira a partir de este pequeño conocimiento sumarlo a la defensa de estas desprotegidas reservas naturales.
Estas comunidades forestales de los bosques de costas, son representadas fundamentalmente por manglares, bosques de playa, humedales y bosques ribereños, en la mayoría de los casos son los últimos pulmones y riñones que le quedan a muchas de esas ciudades en expansión. Condición de privilegio y a su vez desvalorizada, para quienes liderizan los planes de desarrollo urbano de esas localidades. Entramos al nuevo siglo con las mentes aun encasilladas en que el mundo es el lugar, solo de los humanos y que el resto de las especies son para apreciarlas en zoológicos o jardines botánicos, en el mejor de los casos. Es inaceptable pensar que nuestra llegada al mundo también le está quitando un espacio a otros seres.

También, la biodiversidad en los bosques de playa es extremadamente frágil. En general se encuentran por encima de la marca de marea alta en suelos arenosos y pueden unirse con tierras agrícolas o bosques de tierras altas. La vegetación en las dunas de playa es limitada, debido a las difíciles condiciones, producto de los extremos climáticos (fuertes vientos, salinidad, falta o exceso de humedad). Ellos son muy sensibles a las modificaciones del ecosistema. Un ligero cambio en el nivel de las aguas subterráneas, por ejemplo, podría eliminar la vegetación. Esta vegetación de playa tienen un papel importante en la estabilización de las tierras. Igual que en los manglares las especies animales dominantes son los cangrejos y moluscos. Las playas son también los únicos sitios de reproducción de las tortugas marinas.

Finalmente, los bosques ribereños, que se encuentran adyacentes o cerca de los ríos. Caracterizándose por ser extremadamente densos y productivos, tienen un gran número de plantas trepadoras. Además de sus valores estéticos y recreativos, son importantes para preservar la calidad del agua, control de la erosión y refugios de vida silvestre, especialmente para los anfibios y reptiles. Los monos y otros mamíferos arborícolas y aves suelen ser abundantes en ese tipo de bosques.
Agradezco al lector su tiempo y todo lo que de ahora en adelante pueda hacer en ayudarnos a concientizar para así defender estos minusválidos bosques.
Lenin Cardozo, ambientalista venezolano http://lenincardozo.blogspot.com
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