2 de abril de 2018

Varios países europeos importan madera ilegal desde la Amazonía

Al menos once países europeos importan madera ilegal de Ipe, la "nueva caoba" desde Brasil, lo que agrava la situación de deforestación de la Amazonía, el mayor bosque tropical del mundo, y la situación de muchas comunidades indígenas, ha denunciado Greenpeace en el Día Internacional de los Bosques.
Esta celebración instaurada por las Naciones Unidas, se centra este año en el lema “Vivamos en ciudades más verdes, saludables y felices”.

“Árboles imaginarios, destrucción real”

En declaraciones a Efeverde, el responsable de Bosques de Greenpeace España Miguel Ángel Soto, ha dicho que desde 2014 la organización lleva documentando en el informe “Árboles imaginarios, destrucción real“, cómo se produce la tala ilegal de madera de Ipe en la Amazonía brasileña.
Es una madera “robada” que se está comercializando de “manera ilegal” en Estados Unidos y en países europeos como Francia, Portugal, Bélgica, Países Bajos y España, entre otros, que están “violando la legislación europea”.
La “densidad de Ipe es muy baja”, ha asegurado Soto, y ha añadido que, sin embargo, tras el análisis de 586 inventarios forestales analizados las autoridades brasileñas recogen informes de densidad normal, alta o muy alta.
Esto significa que se está “robando” madera a las comunidades indígenas y sacando de “forma ilegal” por lo tanto están violando los derechos humanos de esas poblaciones, ha asegurado.

Destrucción de la Amazonía

La Amazonía ha perdido cerca del 17 % de su vegetación en los últimos 50 años, según un informe de dos biólogos de la Fundación de la ONU.
El biólogo brasileño Carlos Nobre y el estadounidense Thomas Lovejoy, de la Fundación de la ONU, en un artículo publicado en la revista Science Advances adelantaron que la explotación de madera en la Amazonía estaría llegando a un “punto de no retorno” si se alcanza el 20 por ciento desde el 17 % actual.
Según sus estudios, la Amazonía tiene una capacidad de producir la mitad de su propia precipitación al mover la humedad procedente del aire que entra desde el Atlántico.
Esta humedad es importante para la producción del ciclo del agua en la Tierra, beneficiosa para el bienestar humano, la agricultura, las estaciones secas y el comportamiento de la lluvia en muchos países de Sudamérica, advirtieron los investigadores de la Fundación de la ONU.
La arquitecta y urbanista brasileña Marussia Whately explicó a Efeverde que la deforestación en grandes zonas de la Amazonía es uno de los “factores que más influye en los ciclos del agua”.
Whately aseguró que aunque “no está científicamente demostrado, cuanta menos flora hay menos capacidad de generar lluvia se produce”.

Actividad extractiva

La situación se agrava aún más, debido a las políticas extractivas tan en boga en Latinoamérica puestas en marcha por los actuales gobiernos de Colombia, Ecuador, Perú o Bolivia (con territorio amazónico) ante el bajo precio del petróleo y el fomento en el uso de minerales.
Pero no todo son noticias negativas en la Amazonía brasileña, el ministro de Medioambiente, José Sarney Filho, aseguró a comienzos de año que la deforestación este año descenderá ante la reducción del 21,47 % registrada entre agosto y diciembre de 2017 con respecto al mismo periodo de 2016.

Fiscalización

La falta de recursos de fiscalización, la crisis política, una gran recesión y la falta de coordinación de los órganos responsables de vigilancia han dado la sensación de dejadez por parte de las autoridades brasileñas, afirmó el ministro.
Sin embargo el Gobierno brasileño está realizando un registro con las áreas más degradadas por la deforestación y las que sufren una mayor presión agropecuaria, entre otras medidas de fiscalización. EFEverde

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