Las ciudades son un elemento clave en la transición energética ya que consumen el 40% de la energía final y están relacionadas con hasta el 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
El desarrollo de la economía y el aumento de la población de las ciudades sólo va a agravar la situación, lo que aumenta la necesidad de acelerar la transición hacia la sostenibilidad energética en las ciudades.
Existen iniciativas como la del Pacto de los Alcaldes donde los municipios adheridos se comprometen a actuar para reducir las emisiones de CO2 al menos un 40% en 2030. Estas ciudades, además, también comparten la visión de que sus municipios deben estar libres de emisiones en 2050.
El desarrollo de la economía y el aumento de la población de las ciudades sólo va a agravar la situación, lo que aumenta la necesidad de acelerar la transición hacia la sostenibilidad energética en las ciudades.
Existen iniciativas como la del Pacto de los Alcaldes donde los municipios adheridos se comprometen a actuar para reducir las emisiones de CO2 al menos un 40% en 2030. Estas ciudades, además, también comparten la visión de que sus municipios deben estar libres de emisiones en 2050.
Así, podemos ver que ya existen urbes con compromisos ambiciosos de mejora de su sostenibilidad energética y calidad ambiental
Pero, quizás, no sea suficiente y sea necesario preparar un esquema de transición que sirva como base al resto de ciudades que todavía no lo tienen tan claro.
Las Administraciones Públicas, como elemento imprescindible en la transición energética en las ciudades, deben desarrollar las políticas apropiadas para que ciudadanos y empresas tomen las decisiones adecuadas que conduzcan a esta transformación.
Esta transición requiere medidas que actúen en 4 dimensiones o ejes del modelo energético de las ciudades:
Las Administraciones Públicas, como elemento imprescindible en la transición energética en las ciudades, deben desarrollar las políticas apropiadas para que ciudadanos y empresas tomen las decisiones adecuadas que conduzcan a esta transformación.
Esta transición requiere medidas que actúen en 4 dimensiones o ejes del modelo energético de las ciudades:
- Establecer objetivos y modelos de gobernanza municipales para la reducción de emisiones y consumos
- Impulsar nuevos modelos de movilidad sostenible basados en un mayor peso del transporte público y compartido, medios no-motorizados y tecnologías no contaminantes
- Desarrollar actuaciones que incrementen la eficiencia energética y los usos de energías no emisoras en la edificación
- Convertir a las Administraciones Municipales en un ejemplo de sostenibilidad en sus usos energéticos.
Vamos a ver cada uno de ellos:
Establecer objetivos y modelos de gobernanza municipales para la reducción de emisiones y consumos
La mayoría de las ciudades no disponen de datos y estadísticas básicas sobre los consumos energéticos o emisiones producidas por los distintos sectores de actividad en sus municipios, o del equipamiento y características constructivas de los parques de edificios o de la movilidad de sus ciudadanos.
Disponer de estos datos básicos es un pilar fundamental para conocer la situación de partida, para la definición de las estrategias municipales de sostenibilidad energética y para el seguimiento de las actuaciones puestas en marcha y el cumplimiento de los objetivos establecidos.
Impulsar nuevos modelos de movilidad sostenible basados en un mayor peso del transporte público y compartido, medios no motorizados y tecnologías no contaminantes
La movilidad urbana está sufriendo (y lo seguirá haciendo en un futuro próximo) una profunda transformación.
En muchas grandes urbes, los ciudadanos están comenzando a asumir que el modelo actual de posesióny uso de un vehículo privado, en muchos casos, es un lujo con un coste muy alto en contaminación, consumo energético y ocupación del espacio público.
Por todo ello, es necesario fomentar el uso del transporte público, caminar, vehículos de movilidad personal (de una forma ordenada) y los nuevos modelos de movilidad inteligente.
Asimismo, es necesaria una renovación del parque de vehículos antiguos por nuevos modelos más eficientes y por versiones eléctricas con menor impacto medioambiental. A título informativo, ningún vehículo que circula hoy por nuestras ciudades debería estar en 2030.
Desarrollar actuaciones que incrementen la eficiencia energética y los usos de energías no emisoras en la edificación
Los edificios que en la actualidad se construyen y reforman seguirán existiendo más allá del año 2050, por lo que es importante asumir que lo que hoy hacemos condiciona de manera importante el futuro de nuestro parque de edificios.
Esto implica que es prioritario introducir criterios de sostenibilidad energética en cualquier actuación en edificios residenciales y de servicios desde hoy mismo.
Convertir a las Administraciones Municipales en un ejemplo de sostenibilidad en sus usos energéticos.
Las Administraciones Municipales , principalmente ayuntamientos, como consumidores representan una parte pequeña del consumo de la ciudad, pero es necesario que ejerzan un rol ejemplarizante frente a los ciudadanos en dicho consumo.
Por ello, requieren implementar cambios que mejoren la sostenibilidad energética de edificios públicos, iluminación urbana, flotas de vehículos municipales y flotas de vehículos de servicio público (taxis/VTC) que circulan en la ciudad.
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