El uso de este tipo de toallitas en lugar del papel higiénico convencional se ha extendido muy rápidamente y cada vez son más personas las que se decantan por ellas sin pensar en las consecuencias que tiene que tras su uso se desechen en el inodoro. Resulta, cuanto menos, llamativo que la principal causa por la que una estación de depuración de aguas residuales tenga que suspender su funcionamiento sea el atasco que producen estas toallitas en las bombas elevadoras. Es necesario, por tanto, una campaña de concienciación de la población sobre el uso de estas toallitas y, sobre todo, de su deposición en el inodoro en lugar de en el cubo de la basura.
Grupo Ingeniería Química UAM
En el diseño e implantación de las estaciones de depuración de aguas residuales maximizar la eficiencia y minimizar los costes y consumos energéticos resulta fundamental. Una buena estrategia consiste en elevar el agua residual que llega a través de los colectores a la EDAR hasta una altura tal que pueda afluir por gravedad a los sucesivos procesos de depuración. El primero de ellos es el pretratamiento, que tiene como objetivo extraer, retirar y disponer finalmente en vertedero controlado los sólidos de gran tamaño que pudiesen alterar los procesos de depuración posteriores. Esto se consigue sometiendo al agua a las operaciones de desbaste, desarenado y eliminación de flotantes.
Entre los problemas más comunes en una EDAR y que pueden dar lugar a paradas en su funcionamiento se encuentran la falta de rendimiento y el excesivo consumo de productos de químicos, caudal de llegada muy superior al admitido por la EDAR, caudal de llegada con incumplimiento de los parámetros de vertido, bajo rendimiento en la deshidratación de los lodos por una incorrecta gestión de los fangos, consumo de energía elevado lo que incrementa considerablemente los costes… Sin embargo, en los últimos años se ha detectado que uno de los problemas de parada más comunes es el atasco que se produce en las bombas encargadas de elevar el agua de la obra de llegada hasta la etapa de pretratamiento. Dado que los colectores que llegan a las EDAR transportan el agua residual doméstica y los efluentes de las industrias previamente tratados para cumplir con los límites de vertido establecidos por la legislación, los diferentes sólidos que llegan a la EDAR son fundamentalmente los residuos que se arrojan a los inodoros. Entre estos residuos destacan de forma muy significativa las toallitas de higiene íntima. El uso de este tipo de toallitas en lugar del papel higiénico convencional se ha extendido muy rápidamente y cada vez son más personas las que se decantan por ellas sin pensar en las consecuencias que tiene que tras su uso se desechen en el inodoro. Resulta, cuanto menos, llamativo que la principal causa por la que una EDAR tiene que suspender su funcionamiento sea el atasco que producen estas toallitas en las bombas elevadoras. Es necesario, por tanto, una campaña de concienciación de la población sobre el uso de estas toallitas y, sobre todo, de su deposición en el inodoro en lugar de en el cubo de la basura.
A pesar de que los fabricantes de toallitas inciden en la biodegradabilidad de las mismas, el tiempo necesario para que se degraden biológicamente es muy superior al tiempo que permanece de la toallita en el colector antes de llegar a la EDAR. Un gesto tan sencillo como preguntarse si se está desechando un residuo de forma correcta puede suponer que tengamos un agua depurada de máxima calidad con el menor coste económico y energético.
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