Por Isabel Martínez Pita.- EFE.-Los jardines verticales se han convertido en espacios verdes integrados en las ciudades, en muros y paredes de edificios, no solo como elementos decorativos sino también dispensadores de oxígeno y hogares para pequeños animales desprotegidos por las inclemencias de las urbes contaminadas.
Estos muros verdes que se alzan hacia las azoteas tienen la finalidad de crear ecosistemas que ya no sobreviven en las ciudades y que han expulsado a aves y plantas autóctonas que buscan entre las fachadas grises esos bellos paisajes en los que antes habitaban y se han convertido, con el trabajo del equipo del biólogo Ignacio Solano (Alicante, 17 junio, 1977) en ‘Ecosistemas Verticales’.
‘Paisajismo Urbano’ (paisajismourbano.com) es la empresa que ha creado Ignacio Solano y con la que él y su equipo han construido más de 400.000 metros cuadrados de ecosistemas verticales en todo el mundo.
Además, Solano lleva 14 años realizando expediciones botánicas e investigando plantas autóctonas en selvas tropicales de una gran parte del planeta y de esta labor “surgió este nuevo concepto que va más allá de los jardines verticales”. De estos años de estudio, el biólogo intenta transmitir con su tarea de formación, los conocimientos adquiridos a todos los alumnos que quieren conocer la naturaleza endogámica de los países ricos en diversidad para instalar paredes verdes que se resistan a la degradación del medio ambiente.
“Los primeros megajardines verticales”
Solano señaló, en una entrevista con EFE, que comenzó a ejercer su profesión en España, “en plena crisis económica, una época que no era propicia para realizar grandes inversiones y mucho menos para cuestiones relacionadas con la bioconstrucción”. El biólogo se inclinó, sin embargo, por este oficio y “empecé a realizar proyectos por los que apostaron algunas grandes empresas que me permitieron construir los primeros megajardines verticales en España”.
La aventura de este botánico alicantino comenzó en el año 2009 con la creación de un jardín vertical en el restaurante Els Vents, de Alicante. Continuó con otros trabajos de muros verdes en diversos hoteles, como en el hotel Kook de Tarifa o el hotel Gatzara en Ibiza. Otra oportunidad fue el jardín del salón de banquetes Índalo de Elda y recientemente el ambicioso proyecto del restaurante Bálamo de Alcorcón, que se ha convertido en el jardín vertical interior más grande de Europa.
“Tras mis primeros proyectos, me di cuenta de que en mi país no existía el caldo de cultivo propicio para realizar estas construcciones y decidí externalizarme, es decir, buscar proyectos de forma ‘on line’ y apostar por salir al extranjero” declaró Ignacio durante la entrevista. “Mis primeras oportunidades para hacer megaproyectos surgieron en Colombia, México, Argentina y Ecuador, países latinoamericanos con una economía incipiente y donde pude realizar un gran número de jardines verticales”, a partir de los cuales Solano se dio a conocer internacionalmente.
El jardín vertical verde “más grande del mundo”, en Colombia
Entre los diferentes sistemas verticales, del que más orgulloso se siente el biólogo español es el que realizó, en 2016, en Colombia, en el edificio Santalaia del barrio Chapinero de Alto de Bogotá, que se convirtió en el jardín vertical más grande del mundo, en aquella fecha. “Un plano vegetal de más de 3.100 metros cuadrados, compuesto por cerca de 115.000 plantas de 10 especies y cinco familias diferentes que batió un récord mundial. Un largo proceso de trabajo de más de un año de planificación, con ocho meses de trabajo de diseño y otros ocho de ejecución”, indicó Solano.
Otra de las grandes construcciones verdes que realizó el equipo de “Paisajismo Urbano” en Latinoamérica fue el de la capital de Ecuador, Quito, que “en 2012, se convirtió en el jardín vertical más grande del continente americano y que lo realicé junto a nuestros colaboradores de la empresa Greenstar, en un tiempo récord de mes y medio”. “Se trata de un ecosistema vertical de 1.000 m², repartido en jardines verticales que rodean un centro comercial en la capital ecuatoriana, concretamente en el Edificio Scala Shopping”.
Una de las paredes verdes más destacadas realizadas por Solano y su equipo es la del edificio ‘Celebra’, finalizada en agosto de 2014, que mide casi 300 m², dentro de una superficie de 52 metros de largo por 4,5 metros de altura, y que se ha constituido como una de los más grandes de Uruguay.
“Para esta construcción se utilizaron 6.000 ejemplares de plantas, la mayoría endémicas, de 35 especies y 10 familia distintas. Este jardín produce el oxígeno para 300 personas al año. Capta anualmente 39 kg de polvo, es capaz de filtrar 201 toneladas de gases nocivos al año y atrapa y procesa 81 kg de metales pesados al año”, señaló el biólogo español.
En España, “el trabajo más espectacular en pleno corazón de Madrid”
En España, “el trabajo más espectacular que hemos hecho recientemente y digno de destacar lo hicimos en pleno corazón de Madrid, en la madrileña y castiza calle Montera, julio 2018, donde hemos construido en un mes y medio un precioso proyecto situado en un edificio recién restaurado que consiste en una cobertura vegetal de 200 metros cuadrados de una fachada vegetal”. Un precioso proyecto, en el que se han utilizado cerca de 8.000 plantas de 22 especies diferentes, seleccionadas especialmente para su adaptación al clima de la capital española.
A día de hoy “seguimos creando ecosistemas verticales por todo el territorio nacional, el último de ellos un jardín vertical de 240 metros cuadrados en la localidad de Berango, en Bizkaia, en colaboración con la empresa Hydroforest, S.L., terminado hace apenas 10 días”.
Una de las principales labores que realiza Ignacio Solano junto con su equipo es el de la investigación para introducir nuevas tecnologías en las paredes verdes para que no solo sean bonitas, sino que, también, proporcionen condiciones medioambientales y favorezcan la flora y fauna autóctona de esos lugares y que, según el biólogo aseguró, “funcionan y muy bien”.
El biólogo español explicó que, “la tecnología que utilizamos actualmente en nuestro sistema patentado de jardines verticales es muy distinta a la que utilizábamos hace 10 años cuando comenzamos en este sector. Hoy, nuestros jardines verticales son inteligentes y todos los parámetros de medición están completamente monitorizados con nuestro sistema Biosystem”.
Gracias a este sistema cuentan con información en tiempo real de cada jardín desde cualquier punto del mundo a través de cualquier dispositivo móvil. Esto les permite obtener datos de consumo eléctrico, riego, PH, y avisa cuando un parámetro es alterado en un jardín.
“Este sistema es el resultado de la observación y el estudio de los procesos y simbiosis interespecíficos que existen entre flora y microfauna”. “Yo quería darles un valor botánico a las paredes, poder hacer con ellos verdaderos santuarios colgantes y trabajar mucho con la fauna urbana. Entiendo que en los ecosistemas humanos éstos son reservorios importantísimos”, concluyó Ignacio Solano. EFEverde
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