El gran daño del tabaco al medioambiente
El humo de un cigarro corriente puede contener hasta 4.000 productos químicos. Según un reciente estudio italiano, la polución generada por el tabaco es mayor que la de los automóviles diésel.
La contaminación comienza desde la misma planta del tabaco, ya que, para su conservación, se hace uso muchos químicos y pesticidas que, también, están enviando sustancias perjudiciales a la capa de ozono. Además, para fabricar un cigarro hace falta un gran número de árboles y los filtros de los cigarros no son biodegradables y acaban en el suelo, puesto que, muchas de las personas que fuman en la calle siguen arrojando las colillas al suelo.
Los cigarrillos, además, son causantes de un gran número de incendios. Están, por supuesto, los incendios forestales, donde un simple descuido es suficiente para que ardan varias hectáreas. Desgraciadamente, aún existe el hábito de arrojar la colilla por la ventana del coche. En la Unión Europea, los fuegos relacionados con los cigarrillos causan más de 30.000 incendios al año (un millar de víctimas mortales), entre los forestales y aquellos que tienen lugar en viviendas. Tanto es así, que se está intentando cambiar las normas de seguridad para fabricar cigarros que se apaguen solos.
Así pues, los daños del tabaco en el medio ambiente se pueden resumir en:
- La contaminación del humo.
- Los pesticidas en su cultivo.
- La contaminación de sus colillas.
- Los incendios que provoca.
Rebajar el impacto ambiental del tabaco
Si eres fumador o fumadora y te apenan estos datos, sin duda la mejor manera es buscar ayuda para dejar de fumar. Existen variados métodos y muy efectivos: terapia convencional, parches, productos antitabaco, hipnosis, acupuntura, libros de autoayuda, incluso apps para móviles y tablets. La mayoría de los médicos de cabecera te recomendarán con gusto cuál es el método idóneo para ti, aunque esta tarea debe ir siempre acompañada de tu fuerza de voluntad.
Si no puedes dejarlo, hay algo que puedes hacer, al menos, para que tu huella ambiental sea menor. Para empezar, cuanto más industrial sea el cigarro, éste resulta peor porque ha tenido lugar un proceso de elaboración que el planeta ha pagado y, además, será más perjudicial para la salud. Si vas a fumar, mejor hacerlo con tabaco natural y sin aditivos. Si fumas tabaco de liar, compra papel y filtros ecológicos y biodegradables. Nunca tires una colilla al suelo, guárdalas y tíralas todas a un contenedor especial para ello.
Si fumas en casa, utiliza velas que ayuden a quemar el monóxido de carbono. Dormir al lado de un cenicero con colillas apagadas es muy malo para tu salud y para la atmósfera de tu hogar. Muchos de los cigarrillos que compramos en estancos y kioscos están hechos de tabaco procesado que contiene, además de la nicotina y el alquitrán, un gran número de agregados químicos que lo hacen aún más perjudicial para la salud y para el planeta. Además, el papel utilizado ha sido blanqueado, lo que lo hace aún más contaminante, tanto en su producción como en el producto final.
Si lo compramos en una tabaquera especializada en tabaco sin procesos industriales, el tabaco - aunque natural - seguirá teniendo sustancias cancerígenas y continuará siendo adictivo porque lleva nicotina, que es lo que nos hace engancharnos y no poder dejar de fumar, pero no contiene tantos agregados químicos. Igual ocurre con el papel orgánico de cáñamo, sin blanquear y sin refinar, más natural y menos malo. Además, este tabaco natural de elaboración propia suele costar, a la larga, más barato.
Aunque no muchos expertos lo recomiendan, el cigarrillo electrónico puede ser un primer paso para dejar totalmente de fumar, expulsa vapor de agua en lugar de sustancias nocivas, aunque también contiene nicotina. Existen una serie de hierbas medicinales a la venta en herbolarios muy efectivas para dejar de fumar, entre las cuales están el hisopo, el ginseng, el hipérico, la lobelia o la menta de gato. Afortunadamente, hoy el día existen métodos sencillos y de bajo coste para poner freno a este vicio, aunque el principal paso es querer hacerlo. Si tienes niños o alumnos que se acercan a la adolescencia, dedica tiempo para ofrecerles una completa campaña suficiente para evitar que se acerquen al tabaco. Un gran porcentaje de las personas fumadoras comienzan entre los 16 y los 25 años.
Países donde más se fuma
A modo de anécdota, en el último ranking publicado sobre los países con más cigarrillos fumados por cápita son:
- Serbia con 2.869 cigarrillos
- Bulgaria
- Grecia
- Rusia
- Moldavia
- Ucrania
Europa del Este, por lo tanto, es la zona mundial donde más se fuma. En muchos países, como Estados Unidos, las grandes campañas anti tabaco han ido reduciendo paulatinamente el número de fumadores. Mucha gente decide dejarlo (o mejor, no comenzar) por motivos de salud, por poder tener tener una mejor vida familiar, por evitar el mal olor, pero también los hay quienes ven como razón de peso para apagar el cigarrillo en el dejar de contaminar el medio ambiente.
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