Protocolo de Montreal
Gracias a la puesta en marcha del Protocolo de Montreal, en 1987, el agujero de la capa de ozono empezó a cerrarse. De hecho, la mayoría de objetivos industriales que tenían como propósito restaurar la capa de ozno se han logrado más rápidamente de lo previsto.
A este ritmo, las sustancias perjudiciales se irán degradando progresivamente hasta que se recupere su nivel inicial en el año 2050. En la Antártida, esto ocurrirá más tarde. Esto ha traído muchos beneficios inmediatos, tal y como explica Jacques Lecomte en ¡El mundo va mucho mejor de lo que piensas!:
- 20,6 millones menos de casos de cáncer de piel hasta 2060.
- De 1 a 3 millones de fallecimientos menos por cáncer de piel hasta 2060.
- 129 millones menos de casos de cataratas hasta 2060.
Con todo, el trabajo no esta terminado. Los hidrofluorocarburos (HFC), sustancias que sustituyen a los productos destructores del ozono, producen el efecto invernadero, lo que obliga a las industrias a realizar nuevas investigaciones para emplear otros productos.
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